La paranoia del "gran reemplazo" acaba de golpear Túnez en su nivel más alto: el presidente Kais Sayed acaba de lanzarse a una diatriba pública contra la "invasión subsahariana", que tendría como objetivo transformar el país en una "tierra africana", borrando así su identidad "árabe-musulmana". El ocupante del Palacio de Cartago acaba de adoptar el delirante discurso de un grupúsculo, el Partido Nacionalista Tunecino, que ha entrado en guerra contra la "invasión". El Túnez de 2023 está descubriendo lo que Italia descubrió en los años 80: que ya no es una tierra de emigración ni una tierra de paso, sino que se ha convertido en una tierra de inmigración. Una situación en la que el esperpento de los preponderantes compite con la tragedia de los pordioseros. Nejma Brahim, una joven periodista de Medipart, fue a investigar a Túnez, Sfax y Kerkennah. A continuación reproducimos sus dos artículos, traducidos por nosotros.-FG, Tlaxcala
Haga clic en la imagen para abrir el documento
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire