Luis E. Sabini
Fernández, 5-3-2025
El gobierno del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou que cesó sus funciones formal y plenamente el 1º. de marzo 2025 no alcanzó a consumar un contrato con la u.t.e., unión transitoria de empresas compuesta por SACEEM, FAST, Berkes y CIEMSA, durante lo que denominaré su período de mandato pleno. Contra todos los prejuicios, presupuestos y presuntas garantías que teníamos la mejor agua del mundo,[1] en 2023, una sequía (que ni siquiera fue históricamente la peor), dejó a casi todo el país sometido a tener que consumir agua “bebible” ya que no potable.
Nadie
quiso comprobar públicamente si este destrato a la población, a la sociedad,
por la crisis de abastecimiento de OSE, por falta de agua potable, estaba
relacionado con una disposición reciente que legalizara la toma de nuestra agua de consumo público por parte de
centenares de productores dedicados a la agricultora industrial (de soja transgénica y otros
productos rentables mediante uso ingente de agrotóxicos).
La
misma idea del lago suplente es enrevesada. Ignorando hasta lo más craso en
materia de ingeniería acuática, se lo quiso llamar pólder (por el lustre de la ingeniería
holandesa en el rubro, aunque se trata de una masa de agua que cumpliría
exactamente lo opuesto de un pólder). Primero se lo imaginó “flotante” en el
medio del estuario; luego se lo proyectó en tierra, cerca de la costa platense
–denotando tanteos e ignorancias−, robando escasas tierras (Uruguay no es
Argentina o Brasil), valiosas para la agricultura, la apicultura o la granja).[2]
Esa
u.t.e. encontró que la crisis abonaba su proyecto. Estábamos en 2023, agosto,
poco más de un año atrás, y evidentemente, pese a la aquiescencia del gobierno de
Lacalle con el proyecto, con su política de apostar a los malla oro −de los
cuales Alejandro Ruibal, el namberuán de SACEEM es sin duda modelo ejemplar− no
se llegó a tiempo para firmar contrato dentro de lo que designé “mandato pleno”
del gobierno de Lacalle.
Con
las elecciones de octubre de 2024, advino un nuevo gobierno frenteamplista.
Entonces se inició ese anómalo período que en Uruguay es increíblemente largo
(hasta casi 5 meses) en que sigue gobernando el que pierde las elecciones.[3]
El
gobierno saliente tiene todas las potestades para rematar, terminar proyectos
de su período. Pero resulta políticamente inaceptable inaugurar políticas en ese
interregno. Lacalle firmó el contrato con la sociedad anónima que la u.t.e. que
ya sabemos constituyó, denominada consorcio Aguas de Montevideo[4] en ese cuestionable
lapso.
Ha
sido tan poco clara, incluso poco democrática, esta superposición de funciones;
un tamaño negocio cerrado por un
gobierno que ya no está en funciones plenas, que hasta un hiperconservador comunicador
como Emiliano Cotelo advirtió la beligerancia de Lacalle cerrando el trato en
este curioso “limbo gubernamental” (que al parecer los países procuran
estrechar, salvo Uruguay).
El 23
ene 2025 se firmó el contrato por Arazatí. Así lo anunció el diario argentino Ámbito financiero: “Las 5 claves del
cuestionado proyecto. El Poder Ejecutivo avanzó con la firma del contrato a
través de OSE con el consorcio Aguas de Montevideo, pese a los cuestionamientos
desde el gobierno entrante. El contrato fue firmado entre OSE e Infraestructura
Arazatí S. A.”.[5]
Es
una firma peculiar. No soy jurista Desconozco los aspectos procedimentales. Pero
me llama la atención: todo un proyecto nacional que embreta al país en casi mil
millones de dólares aparece firmado por la u.t.e por un lado, presentada como
flamante sociedad anónima y por el otro, OSE. ¿Ni siquiera el P. E. N.?
Se
abren hipótesis: ¿atropellada y despedida pícara de LLP o gambito
frenteamplista cediendo la firma “al otro”? La invocación de Orsi a ”un orden
basado en reglas” que Biden nos ha mostrado hasta el hartazgo que sirve
proteger a los privilegiados del planeta, no ayuda…
Nahir
Curbelo, ambientalista y vocera que iba a entregar una carta al actual gobierno
y al entrante en representación de unas 150 organizaciones o redes
ambientalistas y de cuidado de la salud, comentó que en dicha reunión estuvo un
representante de Aguas de Montevideo. Y dijo: “Nos sorprendió. Nosotros habíamos avisado que íbamos a entregar esta
carta y surge esa reunión muy rápidamente. No esperábamos que la empresa
estuviese presente, ya que no corresponde. Se supone que están haciendo una
transición entre dos gobiernos, y una empresa no tiene nada que hacer en ese
encuentro”.[6]
Hay
un viejo dicho, sabio: “Dime qué no puedes criticar y te diré dónde está el
poder”. Podemos agregar un corolario: “Dime quien está presente sin que le
corresponda y te diré quién tiene el poder”.
Difícil
que un gobierno para mallas oro pueda atender las necesidades de la población
en general ni de nuestra sociedad, que no es una corte del rey Midas. Un
gobierno donde contadores ejercen el ministerio que tendría que atender lo
ambiental, nos da la impresión que siempre va a ser más “sensible” a “las
cuentas” que a la maltrecha naturaleza.
Pero
me atrevo a hacer un comentario a los Ruibal, a los Bouvier, a los Lacalle, que
incluye a los Orsi: somos cada vez más los que vemos el camino sin salida de
los negocios sin fin, de las rentabilidades que prosperan en los puros
dividendos en desmedro de nuestro hábitat.
La
versión grotesca del negocio la tenemos con los hermanos Milei, al otro lado
del río. Otra versión igualmente grotesca, la tenemos aquí, entrecasa, con
vacas numéricas, caravanas, y muchas macanas.
Pero
el lucro “legal”, la privatización de tierras de grandes extensiones, la
privatización de nuestras aguas territoriales, también nos está matando.
[1] La ministra Eneida de León (21 feb. 2016)
llegó a presumir que Uruguay tenía agua potable de calidad superior a la de
Suecia. http://www.espectador.com/sociedad/331588/eneida-de-leon-la-ministra-de-vivienda-que-devino-en-ministra-del-agua
.
[2] Falta nomás que algunos creativos procuren
establecerlo en el aire, ahora con tanto proyecto muskiano, planetario e
interplanetario, con tanto arribo a la luna, con tanto dron danto vueltas.
[3] En Argentina, el período entre comicios y
cambio de mando varía entre mes y mes y medio, dependiendo de que haya balotaje
o no; en EE.UU., es también de alrededor de un mes; en Suecia, apenas de dos
semanas.
[4] Una designación que refuerza la vieja y bien
criticada macrocefalia capitalina. Esa designación es geográficamente
incorrecta, por cuanto la regulación del agua potable desde Aguas Corrientes y
OSE sobrepasa con mucho a Montevideo y a los montevideanos.
[5] Buenos Aires, 25 ene 2025.
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