17/05/2021

¡Esto tiene que acabar ya!
Un llamamiento a la acción desde Palestina

Dr. Yasser Abu Jamei ياسر أبو جامع الدكتور, Grassroots International, 14/5/2021
Traducido del inglés por Sinfo Fernández
 

Lettre de Gaza: «Cela doit cesser»

El Dr. Yasser Abu Jamei es un neuropsiquiatra clínico palestino y  el Director General del Programa Comunitario de Salud Mental de Gaza

 

Escribo esta carta viendo cómo mi hijo de 6 años, aterrorizado, sigue tapándose los oídos con las manos tratando de escapar de los sonidos del bombardeo de Israel; miro también a mis dos hijas, de 13 y 10 años, y a mi esposa. Sus rostros muestran la ansiedad de no saber dónde podrían ponerse a salvo ahora. Mis dos hijos mayores, de 16 y 15 años, están sentados atónitos y en silencio y sé que están reviviendo los recuerdos de las tres ofensivas anteriores en la Franja de Gaza y de los miembros que perdimos de la familia. Estos son los sentimientos que experimentan todas las familias de la Franja.

Terrorismo de Estado, por Emad Hajjaj

Los palestinos llevamos viviendo décadas de humillaciones, injusticias y malos tratos. En 1948 fuimos expulsados ​​de nuestra tierra; más de 600 aldeas fueron completamente destruidas; cientos de miles de nosotros fuimos asesinados o desarraigados. Casi 800.000 terminaron viviendo como refugiados en diferentes lugares del mundo.

Todo esto sucedió bajo los ojos de la comunidad internacional, que ha tenido a bien prometernos un Estado soberano en aproximadamente una quinta parte de nuestra patria original. Esa decisión solo fue aceptada en la década de 1990 por los palestinos que creían en una solución de dos Estados.

Veintiséis años después, observamos la situación en el prometido Estado de Palestina y lo que vemos es una Cisjordania dividida y ocupada por cientos de miles de colonos que viven en asentamientos construidos sobre los escombros de las casas palestinas y que están haciendo un infierno de la vida del pueblo palestino.

En la Franja de Gaza llevamos bajo bloqueo más de 14 años, durante los cuales se nos ha ido privando de las condiciones más básicas de vida. Y no solo eso, también hemos sufrido tres grandes ofensivas en esta pequeña zona que mataron, destruyeron y traumatizaron a miles de seres en nuestros pueblos.

Y ahora vemos que Jerusalén Este, con sus lugares igualmente sagrados para musulmanes y cristianos, continúa bajo constante amenaza a medida que los colonos se apoderan de los hogares y barrios palestinos.

Hace una semana, los colonos israelíes empezaron a atacar el barrio de Sheikh Jarrah tratando de apoderarse de más y más hogares de familias palestinas. Todo el mundo lo vio. Nadie intervino.

En una de las noches más sagradas de Ramadán, Israel decidió desalojar a decenas de miles de fieles que se limitaban a rezar en la mezquita de Al-Aqsa. En su mayoría eran palestinos que viven en la Palestina de 1948, ahora Israel. Todos vieron el uso brutal del poder militar por parte de Israel. Nadie intervino.

Las escenas de violencia en Sheikh Jarrah y el complejo de Al-Aqsa han prendido la mecha en los corazones de los palestinos no solo en la Palestina histórica, sino también en todo el mundo.

Mientras nos manifestamos en Akka, Jafa, Nazaret y Cisjordania, desde Gaza se lanzaron cohetes para exigir el fin de las atrocidades en Jerusalén.

La respuesta del ejército israelí fue atacar Gaza con más violencia aún que en los terribles días de las anteriores ofensivas. Esta vez causó la muerte de más de 80 personas, entre ellas 17 niños y 7 mujeres. Los bombardeos afectaron a bloques de pisos, apartamentos, edificios gubernamentales y policiales e incluso calles enteras. Todos están viéndolo. Nadie interviene.

¿Cuánto tiempo va a quedarse el mundo de brazos cruzados mientras nosotros aquí en Gaza sufrimos así? El pueblo de Gaza necesita algo más que declaraciones y resoluciones mientras Israel sigue recibiendo las armas que nos matan y aterrorizan.

Primero soy padre y luego psiquiatra. Mi sueño que mis hijos vivan, crezcan y aprendan en una situación de seguridad. Este es el mismo sueño que tienen todos los pacientes que veo. Habrá más pacientes hoy y más mañana. Mi trabajo es dar esperanza. Les diré lo mismo que digo a mis hijos y a mi esposa. “Que la injusticia que soportan los palestinos se haya prolongado durante siete décadas, no la convierte en algo normal. El mundo está cada vez más lleno de gente que no acepta que esto sea normal. Habrá cambios”.

Se necesita ya, AHORA, una acción política concreta que ponga fin no solo a los letales bombardeos de estos días, sino también a la ocupación y asedio ilegal de Gaza por parte de Israel, de inmediato.

Nuestras condiciones de vida actuales bajo el asedio son una afrenta a la dignidad humana. Se lo digo a mis hijos y a mis pacientes: “Los palestinos tenemos derecho a vivir como cualquier otro pueblo del mundo: en paz, con dignidad y disfrutando de nuestros derechos. Y llegará un día en que lo logremos”.

La comunidad internacional DEBE CUMPLIR YA su promesa de un Estado palestino soberano. El respeto al derecho internacional exige que todo país civilizado reconozca ahora al Estado de Palestina.

Después de más de siete décadas de ocupación y miseria, seguimos resistiendo y nunca nos rendiremos. Pero no hay padre que pueda soportar ver a sus hijos vivir y sufrir así.

 

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