12/05/2021

USA no ayuda a Israel, le rinde tributo

  John V. Whitbeck, CounterPunch, 12/5/2021

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


John V. Whitbeck
 es un abogado internacional que ha asesorado al equipo negociador palestino en las conversaciones con Israel.

A raíz del reciente informe de Human Rights Watch sobre el apartheid, la persecución y la barbarie israelí en curso en Jerusalén, va aumentando lentamente el puñado de políticos estadounidenses valientes que se atreve a desafiar la afirmación públicamente proclamada del presidente Biden de que sería “absolutamente intolerable” condicionar la “ayuda” usamericana a Israel a cualquier comportamiento de este país, y afirmar que dicha “ayuda” debería estar condicionada, al menos hasta cierto punto, a las violaciones israelíes de los derechos humanos, del derecho internacional y de las propias leyes usamericanas con respecto al uso de las armas que USA le proporciona.

Si bien esta modesta tendencia de apoyar, por mera cuestión de principios, los derechos humanos y el derecho internacional por parte de un simple puñado de políticos estadounidenses debe considerarse alentadora, la tradición de caracterizar como “ayuda” los pagos del gobierno de USA a Israel (actualmente por un mínimo de referencia de  3.800 millones de dólares por año, negociado y acordado por un presidente Obama saliente para el próximo ciclo de pagos de diez años, inevitablemente complementado con numerosos pagos adicionales) también debería cuestionarse.

Israel no es un país pobre. En las últimas clasificaciones de la ONU, su PIB anual per cápita de 46.376 dólares lo situó en el puesto 19º entre los 193 estados miembros de la ONU, por delante de Alemania (20º), el Reino Unido (24º), Francia (26º) y Arabia Saudí (41º).

Los pagos garantizados que los gobiernos usamericanos negocian con los gobiernos israelíes y se comprometen a pagar a Israel no se negocian ni se pagan porque Israel necesite dinero. Se negocian y se pagan como manifestaciones públicas de la sumisión y servidumbre usamericanas.

El término preciso y adecuado para tales pagos es “tributo”, definido por el diccionario como “un pago que un Estado o gobernante realiza periódicamente a otro, especialmente como señal de dependencia”.

Desde que Israel atacó el buque USS Liberty en 1967, matando a 34 usamericanos, hiriendo a otros 171 e infligiendo 821 orificios de cohetes y ametralladoras en el barco, y el presidente Johnson ordenó un ocultamiento que constituía una rendición virtual, el gobierno de USA ha estado recibiendo órdenes y rindiendo tributo a Israel, con unas consecuencias para su reputación y su papel en el mundo mucho más costosas que el simple dinero.

De hecho, la relación usamericana con Israel priva a USA de toda credibilidad cuando acusa de violaciones de los derechos humanos o del derecho internacional a países que no le gustan por otras razones.

Si las percepciones y el discurso popular en USA pudieran transformarse para reconocer que los compromisos del gobierno de pagos a Israel constituyen un tributo a una potencia dominante en lugar de una “ayuda” a una nación necesitada, podría haber alguna esperanza de una declaración de independencia usamericana, que viene retrasándose desde hace mucho tiempo, y de un papel usamericano más constructivo y honorable en el mundo.

Aucun commentaire: