12/05/2021

La Unión Europea considera socios a los carniceros de Gaza

 David Cronin, Electronic Intifada, 11/5/2021

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

El diplomático de la UE, Emanuele Giaufret, posa con el criminal de guerra israelí Ghasan Alyan (Vía Facebook)

A pesar de todos sus intentos por parecer equidistantes, los diplomáticos de la Unión Europea no son observadores neutrales en Palestina. La mayor parte de lo que dicen tiene como objetivo legitimar una mentira.

Por lo general, los diplomáticos dieron una falsa imagen cuando la policía de Israel atacó la mezquita de al-Aqsa el pasado lunes por la mañana. En lugar de condenar la brutalidad de Israel, la UE se refirió a los “enfrentamientos en curso”.

Unos 400 palestinos resultaron heridos al ser atacados con granadas de aturdimiento y balas de acero recubiertas de goma. Y la UE dio a entender que lo habían provocado ellos mismos.

Las declaraciones de los diplomáticos, tan previsibles, no cuentan la historia completa sobre cómo la UE se pone del lado de Israel.

La fuerza policial que atacó la mezquita de al-Aqsa esta semana está supervisada por el Ministerio de “Seguridad Pública” de Israel. Desde 2014, ese Ministerio ha recibido directamente de la UE más de 2 millones de dólares en subvenciones para investigaciones científicas.

La importancia de esas subvenciones se extiende mucho más allá del dinero implicado.

La UE se enorgullece de organizar programas de investigación de renombre mundial. Al involucrar al Ministerio de “Seguridad Pública” de Israel en esos programas, la UE está otorgando respetabilidad a un pilar clave del sistema de apartheid israelí.

Un departamento del gobierno que participa activamente en la expulsión de palestinos de Jerusalén es tratado como un actor valioso en las actividades financiadas por la UE. Esas actividades se han llegado incluso a describir como necesarias para luchar contra la delincuencia internacional.

Peones de Israel

Entre los diplomáticos más controvertidos se encuentra Emanuele Giaufret, enviado de la UE en Tel Aviv, que se muestra bien dispuesto a que le utilicen como peón en los ejercicios de propaganda de Israel.

La semana pasada posó para fotografías junto a Ghasan Alyan, del ejército de Israel.

Alyan es literalmente el jefe de la ocupación infligida a los palestinos en Cisjordania y Gaza.

Hasta hace poco, Alyan dirigía un organismo de la ocupación con un nombre engañoso: la Administración Civil Israelí. El mes pasado comenzó a dirigir otro organismo de este tipo: la Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT, por sus siglas en inglés).

La reunión entre Giaufret y Alyan trató de la potencial cooperación para promover “la estabilidad y la prosperidad”, según se sugería en un breve informe.

Si Alyan está realmente comprometido con la estabilidad y la prosperidad, tiene una forma curiosa de demostrarlo.

Parte de su trabajo durante los últimos años ha consistido en asegurarse de que se cumplan las órdenes de demolición en Cisjordania.

En declaraciones a los miembros del parlamento de Israel, la Knesset, durante 2020, se jactó efectivamente de que estaba haciendo cuanto podía para dificultar que la ayuda internacional beneficiara a los palestinos.

Como Israel destruye toda la ayuda que puede, los donantes han reducido el número de proyectos que financian en Cisjordania.  A este respecto, Aylan declaró que se había advertido a los donantes que “no iban a tolerar” ningún proyecto que Israel no hubiera aprobado.

La UE debería haber interpretado tales declaraciones como un insulto calculado. Ahí estaba un general que se deleitaba por todo el daño que sus tropas habían infligido a los proyectos de ayuda financiados por los contribuyentes europeos.

Aparte de evaluar la destrucción y escribir alguna carta ocasional, los gobiernos y las instituciones de la UE nunca han tomado medida alguna. Ninguno de ellos ha demandado jamás a Israel.

Sed de violencia

Ghasan Alyan es ahora el máximo responsable del bloqueo impuesto a Gaza. Sin embargo, es muy probable que no se describa a sí mismo en esos términos.

En cambio, podemos esperar que mantenga la ficción de que la COGAT está repleta de benefactores. Las páginas de redes sociales de la COGAT exageran regularmente la entrada de artículos esenciales que se permite que entren en Gaza.

Dejar que un pueblo sitiado coma unas migajas es supuestamente para ellos un gran gesto humanitario.

Alyan no era precisamente muy aficionado a los gestos humanitarios cuando dirigió la Brigada Golani, una división de élite del ejército israelí.

Fue con tal competencia con la que participó en la enorme ofensiva israelí contra Gaza durante el verano de 2014.

Alyan tenía encargada la tarea de “limpiar” Shujaiya, un barrio de la ciudad de Gaza, según el periódico francés Libération.

“Limpiar” es un extraño eufemismo para una matanza desenfrenada. Unos 55 civiles, incluidos 19 niños, murieron en la masacre de Shujaiya durante un período de dos días en julio.

En un incidente especialmente infame, un joven, Salem Shamaly, fue asesinado a sangre fría por un francotirador israelí mientras buscaba supervivientes de su familia entre los escombros de su casa tras la masacre.

Alyan, como resultó herido, fue aclamado como héroe por su papel en la destrucción de al-Shujaiyeh. El sitio web del ejército israelí lo ha calificado de “personaje perfecto”.

Alyan fue evacuado de Gaza para recibir tratamiento en julio de 2014, aunque regresó rápidamente porque, según sus propias palabras, quería que su batallón “destruyera a tantos terroristas como fuera posible”.

Un ejército invasor que se dedica a masacrar niños no puede ser tomado en serio cuando describe como terrorismo la resistencia que encuentra.

Para su vergüenza [y la nuestra], los diplomáticos de la UE se toman a Israel en serio.

Gaza vuelve a estar bajo ataque esta semana. Israel está matando una vez más a niños palestinos.

Y de nuevo, Emanuele Giaufret, de la UE, presenta a los palestinos como el agresor y a Israel como la víctima.

Cuando se le pidió un comentario a Peter Stano, portavoz de política exterior de la UE, dijo que formaba parte del “trabajo diario” de Giaufret tener reuniones con toda “una variedad de socios”.

Noten esa elección de palabras. Los diplomáticos de la UE consideran a los criminales de guerra de Israel como socios suyos.

David Cronin (
Dublín, 1971) es un periodista irlandés que vive en Bruselas, editor asociado de The Electronic Intifada. Ha escrito varios libros, entre ellos: Balfour’s Shadow: A Century of British Support for Zionism and Israel (La sombra de Balfour: un siglo de apoyo británico al sionismo y a Israel) Europe’s Alliance with Israel : Aiding the Occupation (La alianza de Europa con Israel : ayudando a la ocupación).

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