Miko Peled מיקו פלד ميكو بيليد, MintPressNews, 20/5/2021
Traducido por Sinfo Fernández
Versión italiana “Gli Hamas” stanno arrivando: una visione della violenza dall’interno di Israele
Miko Peled (Jerusalén, 1961) es un activista
israelí-usamericano por la paz y los derechos humanos, autor e instructor de
karate. Vive en San Diego, California. Es autor de “The General’s Son. Journey of an Israeli in Palestine” y “Injustice,
the Story of the Holy Land Foundation Five. Su
abuelo, Avraham Katsnelson, firmó la Declaración de Independencia de Israel. Su
padre, Mattityahu Peled, luchó en la guerra de 1948 y sirvió como general en la
guerra de 1967; más tarde, después de que el gabinete israelí ignorara su
investigación sobre un supuesto crimen de guerra israelí de 1967, se convirtió
en un activista por la paz. Miko siguió su camino. Miko es colaborador de MintPressNews
y de otros medios electrónicos.
No son nunca palestinos, no son nunca personas,
son solo “El Hamas”. “El Hamas piensa”; “el Hamas cree”; “el Hamas debería
saber”; “cuando el Hamas comprenda, se detendrá”; y, finalmente, “si le pegamos
duro al Hamas, no se atreverá a atacar a Israel de nuevo”.
En la Jerusalén ocupada - Llevo menos de 48 horas en Jerusalén y ya tengo muy claro
que la carnicería en Gaza no va a terminar pronto. El incesante baño de sangre
cuenta con amplio apoyo popular y Benyamin Netanyahu es más fuerte que nunca
tanto a nivel interno como internacional.
Según la prensa israelí, Netanyahu y su gabinete
recibieron llamadas del presidente Joe Biden y de miembros de su gabinete que
demostraban su apoyo eterno, inagotable e incondicional al derramamiento de
sangre de los palestinos. Por muy duro que sea de aceptar, especialmente desde
Jerusalén, donde estoy, a menos de una hora en coche de Gaza, no debería
sorprendernos.
Cuando Joe Biden dice que es sionista, quiere decir que
apoya el apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en Palestina. Significa
que, sin hacer preguntas, le dará dinero y armas ilimitadas a Israel para
ejecutar las políticas más crueles, sangrientas y racistas contra los
palestinos
“El Hamas”
Toda la mañana (y solo son las 9 a.m.), la televisión
israelí (todos los canales) exhibe a una serie de invitados entre los que
figuran tertulianos expertos, exgenerales de las fuerzas de ocupación y
coroneles (¿quién sabía que había tantos?) que no paran de mentir para excusar,
justificar e incluso glorificar las acciones de su ejército en Gaza.
“Todos apoyamos a nuestras fuerzas y a sus
comandantes”, dicen cuando llegan informes de más muertes y destrucción en la
Franja de Gaza. Sin duda, había un memorando que decía a todos los que
aparecían en la televisión que dijeran “el Hamas” cada vez que hablaran de los
palestinos en Gaza.
Nunca son palestinos, nunca son personas, solo “el Hamas”,
y “el Hamas” es, por cierto, masculino y singular (en hebreo). “El Hamas piensa”;
“el Hamas cree”; “el Hamas debería saberlo”; “cuando el Hamas lo entienda, se
detendrá”; y finalmente, “cuando golpeemos fuerte al Hamas, nunca más se
atreverá a atacar a Israel”.
No hace falta decir que ninguno de los tertulianos
es palestino. En cambio, los programas de noticias israelíes cuentan con sus
expertos en “asuntos árabes”, sus expertos en “el Hamas” y sus expertos en la “comunidad
árabe en Israel”.
Los judíos israelíes saben lo suficiente para analizar,
explicar y ante todo defender la violencia israelí contra los palestinos en
todas partes, sin embargo, nunca parece que estén hablando del pueblo indígena
de Palestina, el pueblo al que este país pertenece y que ha sido agraviado de todas
las maneras posibles.
Israel viene utilizando los “cohetes de botella” caseros de
Hamas desde hace más de diez años para justificar ataques aéreos letales y el
asfixiante bloqueo contra Gaza.
Gente común - enorme sufrimiento
Esta mañana recibí un correo electrónico de un
amigo que vive en Jerusalén Este. En este correo, plantea una pregunta que
quizás sea imposible de responder:
“Ayer mi nieto menor cumplió 15 años, a principios de este mes iba
caminando por nuestro barrio rumbo a la barbería para cortarse el pelo cuando
lo detuvieron 10 soldados que estuvieron golpeándolo antes de soltarlo. ¿Por
qué? ¿Puede alguien que tenga sentido común responderme? No había
manifestaciones y la gente de nuestro vecindario se ocupaba de sus propios
asuntos. Los soldados iban con todo su equipamiento y no corrían ningún
peligro”.
¿Cómo puede uno explicar las acciones de bandas
armadas, racistas que visten un uniforme oficial, que representan al Estado y
utilizan su poder, estatus y armas para golpear e intimidar a las personas que
quieren llevar una vida normal? No es diferente de cuando intentamos comprender
las acciones del exoficial de policía de Minneapolis, ahora preso, Derek
Chauvin, quien con calma y frialdad asesinó a George Floyd a plena luz del día,
frente a personas que sostenían cámaras y grababan videos. ¿Puede una mente
sana y racional explicar algo de esto?
Huelga general
En Palestina se declaró una huelga
general el 18 de mayo; los posteriores mítines y protestas que tuvieron lugar por
todo el territorio dejaron varios palestinos muertos y heridos. Antes de la
huelga, algunos empleadores israelíes ya dijeron que cualquier palestino que no
se presentara a trabajar ese día sería despedido. Aproximadamente un tercio de
la economía israelí depende en gran medida de los ciudadanos palestinos de
Israel. En los hospitales israelíes, un gran número de médicos, enfermeras y
personal de mantenimiento son ciudadanos palestinos de Israel. Tienen capacidad
para doblegar los hospitales y la economía israelí.
Se ha informado que el supervisor de las
escuelas palestinas en la Palestina de 1948, en el Distrito Norte, había
solicitado ya los nombres de los maestros que no se presentaron a trabajar en
Qalasawe y Taibe, dos grandes ciudades palestinas. Según la ley israelí, el
despido de un empleado debe hacerse en persona y puede tener un representante y
diversos sindicatos que le proporcionen representación legal gratuita. El gran
interrogante sigue siendo: ¿Podrán los ciudadanos palestinos de Israel hacer
uso de este servicio y de esta ley?
Los amigos también me advirtieron que
cuando fuera a visitar a personas en cualquier parte del área del “Triángulo
Pequeño” -las ciudades de Qalansawe, Taibe y Tira- que fuera durante el día.
Después del anochecer, me advirtieron, las carreteras están cerradas debido a
las protestas, y la policía arresta, golpea y dispara indiscriminadamente.
Jerusalén
Hacia el final del ataque
israelí de 1967 sobre las tierras árabes, la parte oriental de la ciudad de
Jerusalén fue ocupada por Israel, incluida la Ciudad Vieja y la Mezquita de
al-Aqsa. Este ataque tuvo enormes consecuencias y en la memoria colectiva
israelí hay una frase que es la más icónica de toda la guerra. Cuando las
fuerzas israelíes tomaron Haram al-Sharif, el comandante informó “Har
Ha’bait Beyadeinu”: el Monte del Templo está en nuestras manos. La foto más
icónica de esa guerra es la de los soldados conquistadores junto al Muro de las
Lamentaciones.
El comandante, Mordechai
Gur, no era un hombre religioso. Sus soldados no eran personas religiosas y en
aquellos días uno no veía a los sionistas religiosos que se ven hoy en Israel.
Este comentario se hizo porque incluso los israelíes laicos consideran que el
Haram al-Sharif -el complejo de al-Aqsa- debería utilizarse como símbolo
nacional, un lugar que representa algo que Israel perdió y merece recuperar. Por
tanto, el deseo de ver destruida al-Aqsa y que se construya una estructura que
ellos llaman templo no es simplemente un sentimiento religioso, sino también
neofascista y nacionalista.
La violencia, el racismo,
las actitudes neofascistas y una mezcla tóxica de religión y nacionalidad hacen
que el sionismo sea muy peligroso. Desde Gaza hasta al-Aqsa, desde el Naqab en
el sur hasta el Wadi Ara en el norte, estamos viendo los peligrosos elementos
del sionismo en acción.
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