Al Jazeera, Reuters, 27/8/2021
Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala
El ISIS-K ha reivindicado la autoría de los mortíferos atentados suicidas frente al aeropuerto de Kabul. Esto es lo que sabemos sobre este grupo:
Una captura de un vídeo sin fecha muestra al fallecido líder del ISIS-K Hafiz Said, en el centro, en un lugar no revelado cerca de la frontera entre Pakistán y Afganistán. Said fue asesinado el 10 de julio de 2015 en Nangarhar, según el gobierno afgano
[Foto distribuida por EPA/TTP]
El Estado Islámico en la provincia de Jorasán, (ISIS-K), ha reivindicado la autoría de los atentados mortales perpetrados frente al aeropuerto de Kabul, en los que murieron al menos 175 civiles y 13 soldados estadounidenses y hubo asimismo decenas de heridos.
El ISIS-K afirmó que sus terroristas suicidas habían escogido a “traductores y colaboradores del ejército usamericano” para los atentados del jueves por la noche.
Entre los muertos se encuentran también al menos 28 miembros de los talibanes, según el grupo que ahora gobierna Afganistán.
El ISIS-K es conocido por ser una rama del grupo armado ISIL (ISIS/Daesh), que aseguraba querer establecer un “califato” islámico en Iraq y Siria.
Jorasán hace referencia a una región histórica bajo un antiguo califato que incluía partes de Afganistán, Irán, Pakistán y Turkmenistán.
Son adversarios de los talibanes, con enseñanzas diferentes sobre estrictas creencias suníes.
El grupo armado se formó en 2014 tras una escisión de los combatientes de los talibanes pakistaníes y los combatientes afganos que habían prometido lealtad al difunto líder del ISIL/Daesh, Abu Bakr al-Baghdadi.
El ISIS-K tiene un fuerte arraigo en el noreste de Afganistán, pero cuenta con células durmientes en Kabul y otras provincias.
En una entrevista de 2014 con Al Jazeera, Aymenn Jawad al-Tamimi, miembro del Foro de Oriente Medio, dijo que el ISIS-K “no es en realidad un grupo separado”, sino un contingente de miembros de Al Qaida procedentes de la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán.
Frenesí sangriento
Desde su creación, algunos de los combatientes más duros del ISIS-K han viajado desde Afganistán a Iraq y Siria para luchar por el Daesh, así como para tramar atentados contra objetivos occidentales.
Aunque no está claro cuántos combatientes se han unido al grupo, el ISIS-K ha sido responsable de algunos de los peores atentados perpetrados en Afganistán y Pakistán en los últimos años, matando a personas en mezquitas, plazas públicas e incluso hospitales.
También se atribuyó al grupo un sangriento atentado contra una maternidad en Kabul en mayo de 2020 en el que murieron 24 personas, entre ellas varias mujeres y bebés.
En noviembre, el grupo también reivindicó la autoría del atentado en la Universidad de Kabul en el que murieron al menos 22 profesores y estudiantes.
El ISIS-K ha criticado cualquier cooperación entre los talibanes y USA, incluidos los acuerdos alcanzados para retirar las tropas extranjeras.
En abril de 2017, un avión de carga usamericano lanzó una bomba de alrededor de 9.000 kilos, conocida como la MOAB (siglas en inglés de la “madre de todas las bombas”), sobre un complejo de cuevas vinculado al ISIS-K en el distrito de Achin, al este de Afganistán. La MOAB es la mayor bomba convencional del arsenal usamericano.
En una sesión informativa celebrada el viernes, el portavoz del Pentágono afirmó que los talibanes habían liberado a “miles” de combatientes del ISIS-K de las prisiones usamericanas de Bagram, en Afganistán.
Rasha al-Aqidi, responsable del programa de actores no estatales del think-tank Newlines Institute, afirmó que el ISIS-K utilizará los atentados como propaganda.
“El objetivo final del ISIS-K , o ISIL/Daesh en general, dondequiera que opere, no tiene por qué ser un objetivo estratégico inmediato. Llevan a cabo estas operaciones con la intención de causar la mayor carnicería posible con el fin de demostrar que siguen existiendo, que siguen siendo una amenaza”, dijo al-Aqidi a Al Jazeera.
“Su modus operandi es muy similar al del Daesh en Iraq y Siria”, añadió.
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