28/04/2022

SERGIO RODRIGUEZ GELFENSTEIN
Stoltenberg y Noruega: talante guerrerista e hipocresía total


 Sergio Rodríguez Gelfenstein, 27-4-2022

Cuando a algún escultor se le ocurra hacer una estatua a la hipocresía política en materia internacional, sin duda alguna el modelo a usar es Noruega. El país escandinavo por una parte acoge negociaciones y diálogos en los que supuestamente actúa como mediador y entrega anualmente el Premio Nobel de la Paz, al mismo tiempo que como miembro de la OTAN participa de todas las tropelías que se le antoje hacer a Estados Unidos en cualquier lugar del planeta, sembrando guerra, destrucción y muerte.
En relación al Premio Nobel de la Paz, más allá de la real valía que tengan algunos de sus ganadores, todo el mundo sabe que su concesión se debe a cálculos políticos que redunden en la inserción de Noruega y su política exterior en el planeta. En decir, el premio puede ser usado como ariete de la política agresiva de Europa y de la OTAN. Si no, ¿cómo entender que le haya sido entregado a connotados asesinos causantes del dolor de millones de personas? En este sentido se puede señalar la ignominia que significa que la paz sea relacionada por ejemplo con Teodoro Roosevelt, Henry Kissinger, Menachem Begin, Frederik de Klerk, Isaac Rabin, Shimon Peres, Barack Obama, y Juan Manuel Santos entre otros. En este último caso, el cálculo político llegó a tal nivel que incluso contrariando la propia práctica del Premio, no se le entregó a las dos partes negociadoras, sino solo a una de ellas. Sólo la ignominia de Noruega puede hacer posible tal despropósito.


24 de febrero de 2022: El Ayuntamiento de Oslo se ve iluminado con los colores de la bandera ucraniana después de que Rusia lanzara la operación militar contra Ucrania

Hay que recordar que en este ámbito el testamento de Alfred Nobel estableció que se debía constituir “…un fondo cuyo interés se distribuirá cada año en forma de premios entre aquellos que durante el año precedente hayan trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y para la celebración o promoción de procesos de paz”. El premio se le debería entregar solo a aquellos que se han consagrado siempre a favor de la promoción de la paz, no a los que hacen la guerra y cuando son derrotados o no logran vencer al enemigo, se ven obligados a la negociación como consecuencia del repudio que sus acciones imponen a la mayor parte de los habitantes del planeta.

La razón por la cual Noruega y la Fundación Nobel han transformado el premio en un instrumento político tal venga dada por la venta de sus activos al sector petrolero, según fue anunciado por el nuevo director de la organización con sede en Estocolmo, Vidar Helgesen en una entrevista con la radio sueca SR. Con esta decisión, la Fundación Nobel continúa “vendiéndole su alma al diablo” toda vez que desde hace varios años mantiene de forma indirecta participaciones en la industria armamentista, la del tabaco y la de energías no renovables, contraviniendo el propio testamento de Nobel y el espíritu del Premio.

Como expresión prístina de su voluntad guerrerista, Noruega ha enviado a Jens Stoltenberg, a asumir la secretaría general de la OTAN, la organización terrorista más grande del mundo. En la preparación del actual conflicto político, militar, económico y diplomático que la OTAN ha desatado en Europa, Stoltenberg ha llevado la voz cantante desde su propia gestación.


 Alexander Gorborukov, Regnum

Ya en junio del año pasado en una entrevista para el periódico dominical alemán Welt am Sonntag, azuzando el conflicto global, Stoltenberg anunciaba que veía en la cooperación entre China y Rusia una amenaza para Occidente y un serio desafío para la OTAN. Ante ello, la respuesta del noruego iba encaminada a fortalecer la cooperación con los países de la región del Pacífico, agregando que el ascenso de China representa «un cambio fundamental en el equilibrio de poder global». En tal sentido, adelantaba que en relación a Rusia, la OTAN se proponía continuar con su estrategia de «contención y diálogo”. ¡Vaya diálogo!

Esta decisión hace evidente la disposición de la OTAN de expandirse en todo el mundo, en primera instancia acercándose amenazadoramente a las fronteras rusas pero también extendiendo su presencia en otras regiones del planeta como el Asia- Pacífico y América Latina y el Caribe.

En este ámbito, en diciembre de 2021 durante una visita del presidente de Ucrania Vladímir Zelenski a Bruselas, Stoltenberg afirmó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte continuaría su expansión hacia el este, pese a las protestas de Rusia, recordando además que esa Alianza había invitado a Macedonia del Norte y Montenegro a formar parte de la organización.

En la misma lógica, el 5 de abril pasado, el noruego, durante una conferencia de prensa reclamó a la Alianza la necesidad de ampliar la cooperación con sus socios de la región Asia-Pacífico, bajo el argumento de que China no había condenado la operación militar de Rusia en Ucrania.

De la misma manera, la OTAN hizo presencia en América Latina y el Caribe, ya no solo a través de la ocupación ilegal de las islas Malvinas donde ha introducido armamento nuclear, también a través de la designación de Colombia, primero como socio extra continental de la Alianza en 2017 y más recientemente desde diciembre de 2021 como socio global lo que le concede al gobierno del país latinoamericano un aval para seguir violando los derechos humanos, mantener la impunidad respecto de los asesinatos y masacres cotidianas contra líderes sociales, promotores de derechos humanos y ex combatientes acogidos al acuerdo de paz; así como también hacer un trabajo de zapa para destruir la integración latinoamericana y caribeña violando el acuerdo tomado en enero de 2014 en la II Cumbre de la CELAC en La Habana en la que se declara a América Latina y el Caribe como zona de paz. Igualmente, en tal condición, el gobierno colombiano lanzando mensajes a sus amos del norte, ha derrochado todo tipo de retórica anti rusa a fin de “buscar un rinconcito en sus altares” como dice Silvio.

Esta decisión es expresión clara de la doblez y falsedad noruega que, por un lado actuó como “facilitador” de las conversaciones entre el gobierno de ese país y la guerrilla de las FARC, al mismo tiempo que le concede una fianza a esa misma administración a fin de que Colombia se transforme en el principal instrumento para desatar agresiones militares y generar conflictos regionales de acuerdo a los intereses de Estados Unidos y la OTAN. De esta manera se sigue la tradición iniciada por Juan Manuel Santos quien como ministro de defensa ordenó una invasión militar a Ecuador en 2008 para después recibir el Premio Nobel de la Paz en 2016, como presidente.

En una reciente entrevista Stoltenberg afirmó que la OTAN nunca había hecho una promesa de expansión hacia el este. Pero la revista alemana Der Spiegel en su edición del pasado 18 de febrero dio a conocer un documento confidencial que confirma que la OTAN incumplió las promesas de no expandirse. La revista calificó como “cuestionable” la versión de Stoltenberg.

En el documento hallado en los Archivos Nacionales Británicos por el politólogo estadounidense Joshua Shifrinson se dan detalles de la reunión mantenida entre los cancilleres de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Francia en la ciudad alemana de Bonn el 6 de marzo de 1991 en la que se trataron cuestiones de la seguridad de Polonia y otros países de Europa del Este. En el escrito se señala que hubo unanimidad en acordar que la pertenencia a la OTAN de los países europeos del este era “inaceptable”

En otra reunión anterior, celebrada en 1990 en la que participaron la República Federal de Alemania (RFA), la República Democrática Alemana (RDA), Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido y Estados Unidos a fin de debatir el acuerdo final con respecto al futuro de Alemania, que fue firmado en Moscú a finales de ese año, las partes expresaron que la expansión de la coalición debía ser limitada.

Por su parte, el gobierno alemán fue explícito al explicarle a la Unión Soviética que la OTAN no se extendería ni formal ni informalmente hacia el este», según palabras del representante de Estados Unidos en el cónclave, Raymond Seitz, según cita el documento dado a conocer por Der Spiegel.

La información se agrega a la obtenida de otros archivos clasificados en las que se asegura que el entonces Secretario de Estado estadounidense, James Baker, dio a su homólogo soviético, Eduard Shevardnadze, «garantías firmes» de que «la jurisdicción o fuerzas de la OTAN no se moverían hacia el este». En una visita a Moscú en febrero de 1990, Baker fue aún más explicito al afirmar que la alianza no se movería «ni una pulgada hacia el este». Un día después, el 10 de febrero. el propio Helmut Kohl, canciller federal de Alemania, repitió la misma promesa a Gorbachov al afirmar que: «Creemos que la OTAN no debería expandir la esfera de su actividad. Tenemos que encontrar una solución razonable. Entiendo correctamente los intereses de seguridad de la Unión Soviética».

Alexander Gorborukov, Regnum

De todo lo anterior se desprende que el funcionario noruego ha mentido impunemente a fin de desarrollar la política agresiva y expansiva que caracteriza la OTAN y que ha sido la causante directa del actual conflicto en Ucrania.

El apoyo de la OTAN a Ucrania a fin de provocar a Rusia y desatar una guerra a la que Moscú se adelantó, viene desde hace tiempo. El mismo Stoltenberg, durante una rueda de prensa un día antes de la reunión de los jefes de Estado de la alianza belicista reconoció que: «Los aliados de la OTAN han entrenado a decenas de miles de tropas ucranianas desde 2014”. Así mismo para que no hubiera dudas de su proyecto expansionista e intervencionista durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de este año, en un burdo intento de amedrentar a Rusia y al mundo, aseguró que el presupuesto de la Alianza Atlántica aumentó en 270.000 millones de dólares desde ese mismo año 2014, casualmente cuando se concretó el golpe de Estado occidental en Ucrania..

Mientras engaña con una supuesta vocación pacifista, de la mano de la OTAN Noruega se prepara cotidianamente para jugar un rol protagónico en las guerras que la Alianza prepara en todo el planeta, sobre todo asumiendo su misión como flanco meridional de la OTAN y país europeo con mayor cantidad de kilómetros de frontera con Rusia.

En este marco, esa alianza está dislocando blindados, artillería y equipo logístico dentro de las cuevas de Noruega, según informó el coronel William Bentley, de la Marina estadounidense quien afirmó que: “Cualquier equipo desplegado con anticipación reduce costos y a su vez acelera nuestra capacidad para apoyar las operaciones en momentos de crisis, por lo que podemos empezar a prepararnos para usar el equipo, que ya está listo, y responder a cualquier crisis que pudiera existir”. Este complejo de cuevas que la OTAN utiliza desde 1981 está compuesto de 100 empleados noruegos y estadounidenses, y contiene suficiente equipo para apoyar a 15.000 miembros del Cuerpo de Marines, según Magnus Nordenman, director de la Iniciativa de Seguridad Trasatlántica del Consejo del Atlántico en Washington.

En la continuación de su actividad guerrerista, Noruega envió 4.000 misiles antitanque y varios tipos de equipos de protección y otros equipos militares a Ucrania. De la misma manera el pasado miércoles 20 de abril, el propio ministro de Defensa de Noruega, Bjørn Arild Gram anunció la decisión de su gobierno de proporcionar a Ucrania el sistema de defensa aérea Mistral. En un comunicado de ese despacho se informó que cerca de 100 misiles ya han sido enviados a Kiev.


El noruego Tom Torendal de Tromsø está detrás de un grupo de Facebook que ayuda a las personas que quieren alistarse en la Legión Extranjera de Ucrania.

He aquí la perla que establece la calaña de estos sujetos y de ese gobierno: en el comunicado, el despacho de defensa hace saber que: las Fuerzas Armadas de Noruega planean reemplazar este tipo de defensa aérea, y por lo tanto, su suministro a Ucrania «no tendrá un impacto importante en la capacidad operativa nacional». El “regalo” de Noruega a Ucrania se verifica porque –según el mismo comunicado: «El misil será eliminado gradualmente por las Fuerzas Armadas de Noruega, pero sigue siendo un arma moderna y eficaz que será de gran beneficio para Ucrania”. Es decir que envían a Ucrania un armamento que ya no usan y que están desechando.

En otro ámbito, en la expansión del área de conflicto, el 23 de abril la fragata Fridtjof Nansen de la armada noruega arribó al puerto de Trieste en Italia formando parte del grupo de ataque de la Marina estadounidense liderado por el portaviones de propulsión nuclear Harry S. Truman, después de realizar maniobras navales en la zona norte del mar Adriático

Resulta curioso este desenfrenado despliegue de recursos de las fuerzas armadas noruegas, cuando solo hace cuatro meses atrás, en enero de este año el ejército de ese país comenzó a obligar a su personal, tanto hombres como mujeres, a devolver la ropa interior usada cuando terminan su servicio militar, según informó la Corporación de radiodifusión estatal noruega (NRK, por sus siglas en noruego). De esta manera, el Alto Mando de esa institución le pidió a los militares que, una vez finalizado su servicio, devolvieran —además del equipo— los calzoncillos, pantaletas, sostenes y calcetines proporcionados para que sean lavados y reutilizados por los nuevos reclutas. He aquí la actitud miserable de un gobierno y unas fuerzas armadas que impone restricción es absurdas a sus soldados mientras derrocha miles de millones de dólares en armas haciendo guerras por todo el mundo a la cola de Estados Unidos. Eso no lo hace ni las fuerzas armadas del país más pobre del mundo, por elemental respeto a la dignidad humana.

Pero, como era de esperar, todo lacayo tiene su premio. El gobierno de Noruega ha decidido designar a Stoltenberg para el cargo de gobernador de la Junta Ejecutiva del banco central del país, encargo que asumirá al finalizar su mandato en la Alianza Atlántica el próximo 30 de septiembre. ¡Sálvese quien pueda!

Mejor el banco central que la emergencia (juego de palabras)
Kostas Koufogiorgos

26/04/2022

RON PAUL
La guerre en Ukraine est un racket

Ron Paul, 25/4/2022
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala 

Ron Paul (1935) est un ancien membre républicain du Congrès du Texas. Il a été le candidat du Parti libertarien à la présidence US en 1988.

« La guerre est un racket », écrivait le général de division usaméricain Smedley Butler en 1935. Il expliquait : « Un racket est mieux décrit, je crois, comme quelque chose qui n'est pas ce que ça semble être pour la majorité des gens. Seul un petit groupe « initié » sait de quoi il retourne. Il est mené au profit d'un très petit nombre de personnes, aux dépens du plus grand nombre. Quelques-uns font des fortunes considérables avec la guerre ».

Le seul vainqueur, par Laura Gray, 1945

 

L'observation du général Butler décrit parfaitement la réponse des USA et de l'OTAN à la guerre en Ukraine.

La propagande continue consistant à dépeindre la guerre en Ukraine comme celle d'un Goliath non provoqué qui cherche à décimer un David innocent, à moins que les USA et l'OTAN ne fournissent des quantités massives d'équipements militaires à l'Ukraine pour vaincre la Russie. Comme c'est toujours le cas avec la propagande, cette version des événements est manipulée pour susciter une réaction émotionnelle au profit d'intérêts particuliers.

Le complexe militaro- industriel usaméricain est l'un des groupes d'intérêts spéciaux qui profitent massivement de la guerre. Le PDG de Raytheon, Greg Hayes, a récemment déclaré lors d'une réunion d'actionnaires : « Tout ce qui est expédié en Ukraine aujourd'hui, bien sûr, provient des stocks, soit du ministère de la Défense, soit de nos alliés de l'OTAN, et c'est une excellente nouvelle. Un jour ou l'autre, nous devrons les réapprovisionner et nous verrons un bénéfice pour l'entreprise ».

Il ne mentait pas. Raytheon, ainsi que Lockheed Martin et d'innombrables autres fabricants d'armes bénéficient d'une manne qu'ils n'ont pas vue depuis des années. Les USA ont engagé plus de trois milliards de dollars d'aide militaire à l'Ukraine. Ils appellent cela une aide, mais il s'agit en fait d'une aide sociale aux entreprises : Washington distribue des milliards aux fabricants d'armes pour l'envoi d'armes à l'étranger.

Selon de nombreux témoignages, ces cargaisons d'armes, comme le missile antichar Javelin (fabriqué conjointement par Raytheon et Lockheed Martin), sont détruites dès leur arrivée en Ukraine. Cela ne dérange pas du tout Raytheon. Plus la Russie fait exploser d'armes en Ukraine, plus le Pentagone passe de nouvelles commandes.

Les anciens pays du Pacte de Varsovie, aujourd'hui membres de l'OTAN, participent également à l'arnaque. Ils ont découvert comment se débarrasser de leurs armes de fabrication soviétique vieilles de 30 ans et recevoir des substituts modernes des USA et d'autres pays occidentaux de l'OTAN.

Alors que beaucoup de ceux qui sympathisent avec l'Ukraine se réjouissent, ce paquet d'armes de plusieurs milliards de dollars ne fera guère de différence. Comme l'a déclaré Scott Ritter, ancien officier de renseignement des Marines US, sur le Ron Paul Liberty Report la semaine dernière, « Je peux dire avec une certitude absolue que même si cette aide arrive sur le champ de bataille, elle n'aura aucun impact sur la bataille. Et Joe Biden le sait ».

Ce que nous voyons, c'est que les Russes capturent des armes modernes des USA et de l'OTAN par tonnes et les utilisent même pour tuer davantage d'Ukrainiens. Quelle ironie. En outre, quels types d'opportunités seront offerts aux terroristes, avec des milliers de tonnes d'armes high-tech mortelles se baladant en Europe ? Washington a admis qu'il n'a aucun moyen de suivre les armes qu'il envoie à l'Ukraine et aucun moyen de les empêcher de tomber entre les mains des méchants.

La guerre est un racket, c'est sûr. Les USA s'ingèrent en Ukraine depuis la fin de la guerre froide, allant jusqu'à renverser le gouvernement en 2014 et planter les graines de la guerre à laquelle nous assistons aujourd'hui. La seule façon de sortir d'un trou est d'arrêter de creuser. Ne vous y attendez pas de sitôt. La guerre est trop rentable.

Vient de paraître
Le futur de l’Europe a un cœur très vieux
Sur les traces de Marija Gimbutas

Le futur de l’Europe a un cœur très vieux
Sur les traces de Marija Gimbutas
Essais et entretiens 2015 – 2021
Un livre de Milena Rampoldi, traduit par Fausto Giudice
Papier
18€ - E-book 6,99€
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Non, l’écriture n’est pas née en Mésopotamie. Non, la démocratie n’est pas née en 507 av. J-C à Athènes. Non, le patriarcat n’existait pas aux origines de l’humanité. Non, les hiérarchies sociales, les castes dominantes, les guerriers n’ont pas toujours existé. Non, les femmes n’ont pas été « de tout temps » soumises et exclues. Et oui, Platon était féministe.

Ce sont quelques-unes des révélations auxquelles ce livre vous invite à réfléchir si vous avez entrepris un voyage vers l’utopie d’un autre monde. Découvrez cette «Vieille Europe » mise au jour par Marija Gambutas (1921-1994), la fondatrice de l’archéomythologie, dont les travaux pionniers ont établi qu’une civilisation a prospéré en Europe centrale et du Sud-est entre 6500 et 3500 avant J.-C., et en Crète jusqu’en 1450 avant J.-C., dans laquelle régnait un ordre social sans hiérarchie sociale, sans conflits armés et avec une égalité des sexes. Puis sont arrivés les nomades guerriers et pasteurs indo-européens depuis les steppes eurasiennes, qui ont imposé un ordre brutal dont nous ne nous sommes plus défaits.

Des chercheurs et des artistes se sont engagés sur la piste tracée par Marija Gimbutas, pour alimenter leur recherche d’un autre monde possible, enfoui dans les restes de la civilisation danubienne. Nous leur donnons la parole, afin de permettre aux lecteurs francophones d’entrer dans un domaine plein de surprises, où bien des « vérités » qui semblaient définitivement acquises sont remises en cause. Lisez les interviews et articles de Harald Haarmann, LaBGC, Harald Seubert, Uwe Hinrichs, Joan Marler, Hans Bjarne Thomsen et Milena Rampoldi. 

ISBN 9783754971789
Format: A5
168 pages
Date de publication : 24/04/2022

Table des matières et extrait

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25/04/2022

LUCIANA CASTELLINA
Partisans de la paix de l'Atlantique à l'Oural

Luciana Castellina, il manifesto, 25/4/2022
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala 

25 avril. Nous autres « pacifistes naïfs et irréalistes », suggérons à nos gouvernants « réalistes » d'arrêter de se croire à cheval, dans une bataille du Risorgimento pour la patrie, de comprendre que la guerre, aujourd'hui, c’est autre chose, plus moche. Et plus inutile.


Si je me souviens bien, les drapeaux arc-en-ciel de la paix, inventés par un mouvement beaucoup plus jeune que la Résistance, ont toujours été mêlés dans les manifestations aux drapeaux rouges des partis auxquels les membres de l'ANPI (Association nationale des partisans italiens) se sont toujours référés. Et, portés par les maires de nombreuses villes, aux fanions bleus avec les médailles reçues de leurs municipalités pour leur participation à cette lutte.

 

Cette année, l'imbrication aura une signification particulière car nous vivons une autre expérience dramatique qui a renforcé le lien entre les associations pacifistes et des partisans. Dans la conviction commune que la guerre est toujours le résultat sanglant d'une paix ratée, un bain de sang qui produit et sollicite d'autres horreurs.

 

Parce que la guerre est toujours laide, elle finit par inciter même les justes à faire les gestes les plus injustes : notre camp, le juste en fait, n'a pas fini de lâcher la bombe atomique sur Hiroshima ou de tuer des milliers et des milliers d'habitants de Dresde avec des bombardements qui n'ont pas beaucoup ému nos cœurs. Parce que nous étions en guerre.

 

Ce n'est pas un hasard si, lorsque la première bataille de masse pour la paix a été menée en Europe dans les années 1950 - en faveur de l'appel lancé aux quatre principaux détenteurs de la bombe atomique pour qu'ils s'engagent à ne pas l'utiliser - ce mouvement a pris le nom de « Partisans de la paix ». Et Picasso a dessiné son symbole, une belle colombe, pour témoigner de l'horreur de la guerre ressentie par ceux qui l'avaient combattue et ceux qui l'avaient apprise par des récits.

 

Cette « répudiation de la guerre », comme le dit notre Constitution avec un adjectif très fort, était-elle en contradiction avec le sacro-saint droit des peuples à se défendre contre l'agresseur ? Ou, pire, une manifestation de lâcheté, une trahison morale de ceux qui, comme les partisans en 1943, ont pris les armes ? Ou n'est-ce pas plutôt une admonition à lutter contre toute agression sans recourir aux armes, d'autant plus qu'elles ne seraient manifestement pas en mesure de mettre fin à l'affrontement de quelque manière que ce soit et risqueraient même de déclencher un terrible conflit mondial ? Les incroyables accusations de trahison portées contre l'ANPI, qui dit aujourd'hui Non à l'envoi d'armes en Ukraine, seraient une offense aux partisans qui ont au contraire utilisé celles qui leur ont été fournies en 43 ?

 

Comme s'il n'était pas évident que cette guerre mondiale durait déjà depuis quatre ans, que ceux qui les ont aidés étaient sur le terrain derrière la même tranchée et que l'ennemi commun était maintenant presque vaincu. La Résistance a empêché les garçons italiens d'être enrôlés de force dans la milice fasciste et les a fait devenir des combattants pour accélérer la fin de la guerre, désormais visible. La différence n'est pas négligeable ; alors que les armes ont contribué à accélérer la fin de la guerre, elles sont aujourd'hui l'instrument qui pourrait finir inévitablement par la faire éclater partout.

 

La « séduction silencieuse » - comme l'a récemment définie un éditorial du quotidien catholique Avvenire - qui consiste à nous faire croire à tous qu'avec des armes entre les mains de la jeunesse ukrainienne, il serait possible de vaincre la Russie et que, si cela s'avérait impossible, l'implication de l'Occident tout entier par le biais de l'OTAN serait tout à fait justifiée, sert à nous habituer à l'idée que la violence est une arme indispensable. Pour nous faire fuir toute conscience réaliste que, ne serait-ce qu'à cause d'un geste imprévisible de quelqu'un sur le terrain, l'énergie nucléaire serait tirée d'une des armes tactiques, plongeant ainsi le monde dans une guerre jamais vue auparavant. Ignorer ce scénario est une mystification mortelle perpétrée contre l'Ukraine et l'humanité.

 

Pourquoi Zelenski ne nous dit-il pas - lui et à ses nombreux et puissants alliés - comment ils comptent mettre fin au massacre de son peuple ?

« La priorité, a déclaré le chancelier allemand Scholz, est d'empêcher l'OTAN d'entrer dans une confrontation militaire avec la Russie ». Enfin, quelqu'un qui raisonne (son interview au Spiegel a été quasiment ignorée). Même son vice-chancelier « vert » l'attaque pour cela.

 

Alors, que faut-il faire ? Nous autres « pacifistes naïfs et irréalistes », suggérons à nos gouvernants « réalistes » d'arrêter de se croire à cheval, dans une bataille du Risorgimento pour la patrie, de comprendre que la guerre, aujourd'hui, c’est autre chose, plus moche. Et plus inutile. Il est nécessaire, aussi difficile que cela puisse être, de rechercher le dialogue, à tout prix, et donc de ne pas se déclarer heureux parce que l'OTAN est désormais plus compacte : parce qu'il ne faut pas des pactes entre amis, mais des pactes avec des ennemis, comme le disait le slogan du mouvement pacifiste des années 80.

 

Et nous devons – si nous devons être réalistes - proposer une conception du monde qui mette fin à la prétention arrogante de l'Occident de pouvoir faire tout ce qu'il interdit aux autres de faire (et c'est beaucoup de choses). Si le monde était plus juste, il serait plus facile de gagner une guerre contre l'horrible agression de la Russie contre l'Ukraine et de trouver le soutien du peuple russe dans sa campagne contre Poutine. Il est moins nécessaire, pour se débarrasser de lui, de menacer de demander au tribunal de La Haye de le pendre, même si nous en serions tous heureux [sic, NdT].

 

Dans sa dernière encyclique, Tous frères, le pape François nous a rappelé l'époque où, en pleine guerre appelée croisades, il y a 800 ans, le saint dont il a pris le nom a pris son bâton et traversé les Balkans pour rencontrer le sultan. L'ennemi. Aujourd'hui, les voyages sont plus faciles, et on pourrait faire plus.

 

En attendant, tous, ANPI, pacifistes, hommes et femmes de bonne volonté, chacun avec son propre drapeau, à la marche de Pérouse et aux célébrations du 25 avril. (Reste tranquille, Provenzano [n°2 du Parti démocrate, NdT], je regrette beaucoup car je te respecte, que tu te sois joint au chœur accusant l'ANPI et nous tous d'être « équidistants » de la Russie et de l'Ukraine. La seule chose dont nous ne soyons pas équidistants, mais résolument contre, c’est l'OTAN).

 

Et « l'Europe se porterait mieux s'il n'y avait plus de bases militaires de l'Atlantique à l'Oural ». Comme on aurait pu le faire lorsqu'une bonne partie de la gauche européenne, les sociaux-démocrates mais aussi Berlinguer en Italie, ont demandé que ce slogan soit transformé en politique concrète. Mais certains ne l’ont pas permis.

 

 

24/04/2022

GIORGIO BERETTA
La Résistance italienne ne peut être assimilée à la « résistance ukrainienne »

Giorgio Beretta, Unimondo, 24/4/2022

Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala 


À   l'approche du 25 avril, date à laquelle l'Italie célèbre la « Journée de la libération », certains commentateurs ont tenté d'établir un parallèle historiquement insoutenable et politiquement inacceptable entre la résistance italienne et la « résistance ukrainienne ». Une équation délibérément idéologique et instrumentale, mise en place dans le but de discréditer l'Association nationale des partisans italiens (ANPI) et en particulier son président, Gianfranco Pagliarulo, pour avoir exprimé, depuis le début de l'invasion russe en Ukraine, son opposition à l'envoi d'armes aux forces armées ukrainiennes. « Nous pensons - a déclaré Pagliarulo lors de la conférence de presse présentant les initiatives du 25 avril (ici la vidéo) - qu'il est juste d'appeler la lutte ukrainienne une lutte de résistance, comme il est écrit dans la Charte des Nations unies. Mais il est faux d'identifier la résistance ukrainienne à la résistance italienne. Chaque fois qu'un État en attaque un autre, sa résistance doit être soutenue, mais la résistance italienne est apparue dans un contexte totalement différent ». Je suis tout à fait d'accord avec le président de l'ANPI et je m'explique.

L'affiche de l'ANPI pour le 25 avril

La Résistance italienne était contre le nazi-fascisme : celle de l'Ukraine ?

La Résistance italienne se caractérise dès le départ à la fois comme un mouvement de libération de l'occupation nazie et comme une lutte contre le fascisme pour libérer les territoires du gouvernement fasciste autoproclamé de la République sociale italienne. Bien qu'elle ait pris forme au lendemain de l'armistice du 8 septembre 1943, la lutte partisane n'est pas née du néant, mais trouve sa source dans l'opposition au fascisme qui, depuis son accession au pouvoir en 1922, et en particulier après l'assassinat de Giacomo Matteotti en juin 1924, a mis en œuvre la dictature par une répression féroce des opposants politiques, dont beaucoup ont été emprisonnés, contraints à l'exil ou à la clandestinité. La Résistance italienne était donc clairement antifasciste et antinazie, sans aucune ambiguïté ni concession idéologique ou symbolique au nazi-fascisme.

On ne peut pas en dire autant de la « résistance ukrainienne ». Tout d'abord, des partis ayant une matrice nazie claire sont présents au parlement ukrainien depuis des années, comme Svoboda, la formation la plus ancienne, fondée en 1991 alors qu'elle s'appelait le Parti social-nationaliste d'Ukraine, qui a assumé en 2014 des rôles de premier plan au sein du gouvernement et contrôlant les forces armées, la police, la justice et la sécurité nationale. Mais aussi le parti radical d'Oleh Liashko qui était au parlement jusqu'en 2019. Est également présent sur la scène politique Pravyi Sektor (Secteur droit), un groupe dirigé par Dmytro Jaroš, responsable de nombreux actes de violence, dont le massacre du 2 mai 2014 à Odessa , au cours duquel 48 personnes qui s'étaient réfugiées dans la Maison des syndicats ont été tuées. Il y a aussi le tristement célèbre bataillon Azov, groupe paramilitaire d'extrême droite accusé par l'OSCE de meurtre en masse de prisonniers, de dissimulation de cadavres dans des fosses communes et de recours systématique à la torture, qui a été intégré en 2014 à la Garde nationale ukrainienne et transformé en unité militaire régulière et permanente : son commandant, Denis Prokopenko, s'est récemment vu décerner le titre de « héros national de l'Ukraine » par le président Zelensky. C'est précisément le bataillon Azov qui aurait été approvisionné en armes envoyées d'Italie, comme en témoignent certaines photos publiées sur twitter. Comme l'écrit Matteo Zola, « au-delà de l'exploitation criminelle qu'en fait le Kremlin, les mouvements d'extrême droite ont caractérisé la dynamique politique en Ukraine au cours des vingt dernières années » et continuent d'influencer la scène politique et militaire.

La Résistance italienne était spontanée, démocratique et pluraliste : celle de l'Ukraine ?

GIDEON LEVY
Comment Israël utilise l'islam radical pour justifier l'occupation

Gideon Levy, Haaretz, 24/4/2022
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Les événements qui se déroulent depuis quelques semaines dans les territoires palestiniens occupés depuis 1967 semblent sortis de la Bible. Tout est immergé dans la religion et le fondamentalisme - le Mont du Temple, le Tombeau de Joseph, la yeshiva de Homesh, les pèlerins, les adorateurs, le Ramadan, l'agneau sacrificiel, le Temple. Une guerre de religion tout droit sortie des récits bibliques.

Un colon israélien en train de prier près de la colonie de Keidar en avril, sur le passage d'un camion de livraison d'une entreprise alimentaire palestino-jordanienne. Photo : Hadas Parush

Malgré cela, ne vous y trompez pas, la religion n'est qu'un accessoire de théâtre. Le motif qui pousse les colons et leurs partisans reste l'ultranationalisme, alimenté par des considérations immobilières, y compris le mal, la violence et le sadisme qui en découlent, employés par les colons et les autorités qui les soutiennent.

Les aspirations palestiniennes ont toujours été et restent des aspirations nationales : droits, indépendance, retrait de l'occupant. C'est ce qui sous-tend l'agitation violente exprimée par des jeunes Palestiniens débridés. La religion n'est utilisée par les deux parties que comme une excuse. Malgré toutes les apparences, il ne s'agit pas d'une guerre de religion, même si elle pourrait bien le devenir.

La droite israélienne a longtemps présenté la guerre pour la terre et la souveraineté en Israël-Palestine comme une guerre de religion entre musulmans et juifs. Il est beaucoup plus commode pour les ultra-nationalistes de la présenter comme telle, plutôt que comme une guerre entre les colonialistes et les dépossédés, ce qu'elle est réellement. Dans les guerres de religion, il n'y a pas de place pour le compromis. C'est nous ou eux.

Et si c'est le cas, c'est une bataille eschatologique de la fin des temps. Soit ils nous jettent à la mer, soit nous les expulsons dans le désert. Il n'y a pas de troisième voie. Et si c'est le cas, non seulement tout est permis, mais tous les moyens sont essentiels, y compris la dépossession, les meurtres, la destruction et l'oppression.

Dans une guerre de religion, tout est permis, puisqu'elle n'a pas d'autre issue que totale et violente. Ainsi, on peut dépeindre une nation qui se bat pour ce qu'elle mérite comme une nation qui tente d'imposer sa religion. Les Palestiniens comme l'État islamique. Dans ce cas, Israël mène une guerre pour son existence même, et la justice est exclusivement de son côté. Il s'agit bien sûr d'une propagande mensongère. La plupart des Palestiniens ne veulent pas vivre dans un califat, ils veulent la liberté et la dignité nationale.

S'il s'agit d'une bataille pour la liberté, d'une autre lutte anticoloniale semblable à celles qui l’ont précédée, le colonialisme doit respecter les droits nationaux de la nation occupée afin de résoudre le problème. Qu'est-ce qu'Israël a à voir avec tout cela ? Les colons sont bien loin d'un tel état d'esprit, car cela reviendrait à inyerdire à Israël de faire tout ce qui lui plaît, et les Palestiniens mériteraient les mêmes droits nationaux que les Juifs, Dieu nous en préserve.

Ces dernières années, les deux nations ont connu un processus de religiosité et d'extrémisme accrus. Ce processus a embringué les Palestiniens, qui étaient autrefois parmi les plus laïques des nations arabes, et les Juifs israéliens, dont la plupart se considéraient comme laïques, même si cela a toujours été discutable. Le désespoir palestinien a poussé de nombreux jeunes vers la religion. La mosquée est dans la plupart de leurs communautés le seul lieu de rassemblement, et Al Aqsa est le seul endroit dans les territoires occupés où ils peuvent avoir un certain sentiment de souveraineté et d'indépendance.

En ce qui concerne les Juifs, la croissance naturelle de la communauté ultra-orthodoxe et la construction d'immenses villes haredi dans les territoires, ainsi qu'un nouvel essor de l'establishment des colons, ont contribué à donner le sentiment que la lutte pour les territoires est une lutte religieuse. Mais les dés ne sont pas jetés. La lutte était et reste une lutte nationale.

Les colons, pour la plupart religieux, ont utilisé la religion pour leurs besoins dès le début. Le Park Hotel à Hébron se trouvait sur le territoire de nos ancêtres, qui en ont fait leur propriété. Le Caveau des Patriarches n'appartient qu'à eux, tout comme chaque motte de terre palestinienne en Cisjordanie.

Il ne s'agit pas d'une guerre de religion mais d'une guerre de domination sous un manteau religieux. Leur bataille pour expulser les Palestiniens des territoires - qui est leur véritable objectif - est une bataille territoriale et nationale. Ils veulent tout simplement le pays tout entier pour eux. Tout comme ils ont fait un usage cynique et malhonnête de la sécurité comme motif de leur implantation, ils se racontent et racontent aux autres des histoires bibliques afin de prouver leur souveraineté. Il ne s'agit pas d'une guerre de religion.

Les Palestiniens qui se battent pour Al Aqsa ou Gaza ne le font pas au nom de l'imposition de leur religion. Il existe des éléments de ce type parmi eux, qui se renforcent en l'absence d'un sauveur alternatif, mais la plupart d'entre eux aspirent toujours à ce que toutes les autres nations laïques souhaitent pour elles-mêmes - l'égalité des droits nationaux ou un État qui leur soit propre.

Un réfugié de Jénine ne veut pas d'un État islamique. Il veut un État libre. Il peut encore changer sa préférence. Israël fera très probablement tout ce qu'il peut pour le pousser dans cette direction.