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27/07/2024

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Algunas observaciones sobre impunidad judeoisraelí

Luis E Sabini Fernández, Revista Futuros, 23-2-2024

Mis últimas notas han procurado enfocar situaciones gravísimas y generalizadas que entiendo se ignoran o ante las cuales “esquivamos el bulto”; incluyendo la expansión del narcotráfico  y otros tráficos igualmente lesivos o peores, como el de humanos, la plastificación generalizada y lo que ello significa en términos de salud, ambiental, animal y humana y también señalábamos la actual existencia de un genocidio a cielo abierto y la no menos llamativa ausencia de reacción del universo institucional.

Como esto último persiste, y aun tiene visos de afianzarse, por normalización, por acostumbramiento, por miedo, no tenemos más remedio que hincarle el diente otra vez al asesinato generalizado, de día o de noche, de gente armada o desarmada, de niños de cualquier edad, y en muy variadas formas, con muy peregrinas justificaciones.

Nos referimos a la política genocida abierta del Estado de Israel sobre la población palestina cada vez más despojada de su territorio en una lenta y progresiva política de pinzas del sionismo, que se aceleró bruscamente el 7 de octubre de 2023.


Que nuestros ángeles nos protejan”, por Mira Shihadeh, octubre de 2023

Hasta entonces, la táctica y la técnica del sionismo para la apropiación del territorio palestino, se había caracterizado por dos momentos: uno primero, muy pausado y fragmentario, adueñándose de tierras de propietarios ausentistas mediante escrupulosas compras de esas tierras a los propietarios rentistas que en general aceptaban la transacción, incluso contentos porque los sionistas solían comprarles esas tierras a buen precio.

Ese período, grosso modo, coincidió con la primera mitad del Siglo XX. Con la instauración del Estado de Israel se produce un cambio en el ritmo y el alcance de la apropiación. Hasta 1947/1948, se echaba de tierras a campesinos inmemoriales que carecían de títulos de propiedad, y la Agencia Judía encargada ahora de administrarlas, las asignaba a kibutzim o a moshavim de judíos que habían hecho la aliah, en castellano que habían ‘retornado a las fuentes’.

Este concepto de retorno tiene, como diría el inolvidable Bartolomé Hidalgo, “su dificultad”: cuesta hablar de retorno, mediando dos grandes obstáculos  conceptuales para ello: los antepasados con que se ligaba ese retorno, eran, si habían vivido allí, de dos mil años atrás. Ardua tarea reconocer esa ligazón. Pero si los judíos que hacían la aliah tenían sus ancestros provenientes de otras tierras, por ejemplo, jázaras, entonces se perdía toda ligazón física, material. Podría argumentarse que se tratara de una ligazón religiosa, pero ¿cómo validar con ello muy concretas y materiales apropiaciones de tierras?

Lo cierto es que, “por la razón o la fuerza”, los sionistas ampliaron enormemente la apropiación de tierras después de 1948. El período 1948-2023 fue el de un cada vez más intenso despojo de lo que iba quedando como “territorios palestinos”, usando la fraseología de la ONU. Esos territorios formaban parte fundamental de un hipotético “estado palestino” que figuró en las tratativas palestino-israelíes más de una vez.


Mohammed Sabaaneh

Pero permanentemente fue ensanchándose el poder israelí y achicándose, licuándose la presencia palestina. Si lo graficáramos con imágenes animales diría que Israel empleó la técnica de la boa constrictor, sobre todo cuando tiene que enfrentar una víctima de porte mayor.

Una medida tomada en 2006 por Israel lo grafica nítidamente: luego de varios años con colonias sionistas enclavadas en la Franja de Gaza –un territorio altamente densificado sobre todo por el expansionismo israelí (Guerra de los 6 días)–, “El Carnicero” Ariel Sharon decide evacuar las escasas colonias instaladas en la Franja y anuncia hacerle –a los palestinos– la vida imposible. Al retirarse, desmantelan y rompen todas las instalaciones agrícolas y habitacionales, las  redes de riego, que habían erigido en Gaza, en medio de las privaciones generalizadas de su población y dejan  todo el estropicio sobre las maltratadas tierras gazatíes. Y esa misma noche aviones israelíes sobrevuelan  rasantes la Franja a la velocidad del sonido: a la mañana, la Franja tendrá muchos niños con enuresis y con tímpanos rotos.

La técnica constrictor se profundiza: la Franja de Gaza queda aislada por los cuatro costados: se bombardea  y desmantela el aeropuerto y el puerto; únicos de la Franja, se cortan todos los caminos salvo uno hacia Egipto celosamente cuidado por israelíes y egipcios, y otro de acceso a Israel, que se convierte en “el cordón umbilical” de ese territorio “embolsado”. E Israel  dictamina acerca del ingreso de alimentos instaurando dosis con un máximo de calorías per cápita. Con la pesca fuertemente limitada, porque los gazatíes no pueden salir al mar  –son baleados–, apenas pescar en la orilla, con una agricultura –la Franja de Gaza fue uno de los primeros territorios agrícolas de la humanidad– totalmente saboteada por la depredación israelí, la alimentación de casi dos millones de seres humanos pasó a estar dosificada por las hostiles autoridades israelíes.

Cuando decimos hostilidad, la idea es demasiado débil: valga lo acontecido con un suceso infrecuente; en 2005 un soldado israelí es tomado prisionero: cuando las fuerzas policiales y militares israelíes procuran “liberar” a ese preso (único) que milicianos palestinos habían secuestrado en una escaramuza (y que los palestinos liberarán mediante canje, sano y salvo, años después; Gilad Shalit), en una serie de allanamientos -donde jamás encontraron nada- terminan matando  entre un centenar y dos centenares de “allanados”. Le queda a uno la interrogante: ¿estaban buscando a Shalit o usaban el pretexto de buscarlo para poder ir matando a mansalva? Porque el descuido, el error, el simple exceso están descartados (ya veremos un comportamiento similar ante el copamiento del 7 de octubre).

Observemos otro ejemplo que refleja la creencia que los judíos sionistas, israelíes  tienen de su propia excelencia: la carta abierta que los decanos de las universidades israelíes Ben Gurion del Negev, lnstituto de Ciencia Weizman,  Universidad Hebrea de Jerusalén, Universidad Ariel, Universidad Abierta de Israel, Universidad de Haifa, y el Instituto Technion-Israel del Instituto de Tecnología, todos ellos alarmados por los discursos académicos posteriores al 7 de octubre de 2023, con lo que consideran “inadecuada respuesta”.

Los decanos adoptan acríticamente la versión oficial israelí de “los más de 1400 víctimas niños, jóvenes y adultos, judíos, musulmanes y cristianos por igual” [sic].  En el momento de su carta abierta, ya existían numerosas fuentes de información que discriminaban en el tendal de muertos; que el principal caudal de víctimas había sobrevenido con la reacción israelí, unas 6 horas después del copamiento de Hamás y otros agrupamientos palestinos sobre el cuartel regional israelí y algunos kibutzim aledaños.

Pero el nudo problemático radica no en repartir culpas y muertos entre milicianos armados  atacantes y militares contraatacando, sino en algo previo.

¿Por qué? ¿Por qué la acción palestina del 7 de octubre?

Leamos a los decanos, que con increíble tranquilidad de conciencia establecen el estado    de situación: “Nos enfrentamos atendiendo dos frentes: uno contra las atrocidades de Hamás, otro en la arena global de la opinión pública. Lamentablemente, observamos una tendencia alarmante según la cual Israel, pese a su derecho a la autodefensa, es caracterizado como un opresor. Esto  establece una equivalencia falsa entre las acciones de una organización asesina y terrorista y un estado soberano con su derecho a defender  a sus ciudadanos, lo cual desafortunadamente  tiene como resultado la pérdida de vidas palestinas inocentes. Todo intento de justificar o apelar equívocamente a las acciones brutales y grotescas de Hamás es intelectual y moralmente indefendible. Es preocupante que muchos colegas universitarios se ha[ya]n convertido en campo propicio para sentimientos antiisralíes y antisemitas, insuflados  por una comprensión sesgada e ingenua del conflicto.” [1] Aquí, en la penúltima palabra, aparece la superioridad intelectual, y moral, que presumen los decanos para sí. Con su planteo maniqueo de que Israel –un estado colonialista– sea el bien. Claro que lo es, para los colonialistas.

GIDEON LEVY
À Gaza, Israël a perdu ce qu’il lui restait d’humanité

Gideon Levy, Haaretz, 24/7/2024
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Les cris sont montés jusqu’au ciel. Sa mère les a entendus. Elle ne les oubliera jamais. Un chien terrifiant et bien dressé a déchiré la chair de son fils de 25 ans, atteint du syndrome de Down. Le chien a déchiré et arraché et elle n’a pas pu le sauver. Les soldats ont chassé la mère de la maison par la force (un porte-parole de Tsahal, qui n’a pas perdu son sens de l’humour même en temps de guerre, a déclaré qu’ils avaient “supplié” la famille de partir), et elle a été forcée d’abandonner son fils à ses cris. 


Les soldats ont promis d’appeler un médecin, mais c’était la dernière chose à laquelle ils pensaient. Ils n’ont pas appelé de médecin, ni même de secouriste. Ils ont déguerpi, laissant Mohammed Bhar se vider de son sang. Une semaine s’est écoulée avant que la famille puisse rentrer chez elle pour voir ce qui était arrivé à leur bien-aimé – un jeune homme qui a été photographié une fois alors qu’un membre de sa famille lui donnait à boire avec compassion. Ils ont trouvé son corps en décomposition.

Personne ne sait combien de temps il a mis à mourir, à quel point ses tourments ont été terribles et ce qui s’est passé dans son esprit handicapé. Quelqu’un a dit qu’avant que le chien ne l’attaque, Mohammed a essayé de le caresser. Qu’est-ce qu’il en sait ?

Les maîtres-chiens, apparemment des soldats de la célèbre unité canine Oketz, qui organise des cérémonies d’enterrement émouvantes et très médiatisées pour chaque chien tué au combat, ont abandonné Mohammed à la mort. Ils ont entendu ses cris et n’ont pas bougé le petit doigt.


L’unité Oketz utilise des Malinois (chiens bergers belges) importés de Belgique et des Pays-Bas. Ceux-ci ont leur propre cimetière, à la différence des humains de Gaza

Les Israéliens étaient censés entendre les cris de Mohammed, eux aussi. Il y a une semaine, le site ouèbe Sicha Mekomit (Local Call) a republié l’histoire, parue sur le site d’information Middle East Eye. Haaretz l’a publié lundi. Le bureau du porte-parole de l’IDF a confirmé tous les détails. Il a parlé d’un missile qui a touché un char, raison pour laquelle l’équipe médicale n’a pas pu soigner un jeune homme sur lequel les soldats avaient lâché leur chien. Pourquoi n’ont-ils pas arrêté le chien à un moment donné et pourquoi ont-ils abandonné Mohammed ? Ce ne sont pas des questions qu’on pose en Israël, c’était un Palestinien. L’histoire est restée dans les pages de Haaretz et de Sicha Mekomit. La BBC l’a également rapportée. Les Britanniques ont peut-être été plus choqués, ce sont des antisémites.

Israël est en train de perdre ce qui lui reste d’humanité. L’une des pires choses que le 7 octobre nous ait faites a été de provoquer la perte finale de notre humanité. Il n’est pas certain que les dégâts soient réversibles. Désormais, seules les vies juives comptent. Désormais, nous pouvons faire n’importe quoi aux Palestiniens. Même lâcher des chiens sur des personnes ayant des besoins particuliers. Ne nous dérangez pas avec nos atrocités, nous sommes occupés à nous complaire dans les atrocités du 7 octobre qui ont été commises contre nous, et seulement contre nous. Elles nous permettent de faire n’importe quoi.

À Sde Teiman, les membres des prisonniers palestiniens sont amputés de manière quasi industrielle. C’est ce qui arrive quand on est menotté pendant des mois sans relâche. La mort de jeunes hommes sous la torture ou par manque de soins médicaux est devenue une routine. Selon un rapport d’enquête de CNN publié en mai, certains détenus sont nourris à la paille et sont englués dans leurs couches. Parfois, des chiens sont lâchés sur eux la nuit pour effectuer des “fouilles”.

Sans le Comité public contre la torture en Israël, il n’y aurait pas de protestation contre cela dans ce pays. Israël, qui, il y a 25 ans, a été choqué par un documentaire de CBS montrant des soldats brisant les membres de Palestiniens avec des pierres sur le flanc d’une montagne près de Naplouse, ne veut même plus en entendre parler. Quiconque en parle est un antisémite.

Adolf Eichmann a été détenu en Israël jusqu’à son procès. Israël l’a traité avec humanité. Personne n’a imaginé l’enchaîner ou lui bander les yeux pendant des mois. Ils n’ont pas non plus lâché des chiens sur lui la nuit. Ses photos de prison reflétaient le visage d’Israël à l’époque. Les photographies de Sde Teiman reflètent le visage de l’Israël d’aujourd’hui.

«  la face de la génération sera comme celle du chien » [dans la période précédant la venue du Messie, NdT] , dit la Mishna, et cela n’a jamais été aussi juste que pour décrire le visage de l’État d’Israël aujourd’hui. La génération, c’est la nôtre, et le chien, c’est celui que les soldats ont lancé sur Mohammed Bhar, un jeune homme de Shuja’iyya aux besoins spécifiques. Ils l’ont ensuite laissé mourir dans d’atroces souffrances, ce qui n’a touché le cœur de presque personne en Israël en 2024.


Deux mères israéliennes d'enfants atteints du syndrome de Down manifestent leur solidarité avec la famille de Mohammed Bhar devant le quartier général de la défense nationale, à Tel Aviv, mercredi. Photo Linda Dayan

Texte intégral du discours de Netanyahou au Congrès US le 24 juillet 2024


Haaretz, 25/7/2024
Traduit par Tlaxcala

Ci-dessous le texte du discours prononcé devant les deux chambres usaméricaines réunies en congrès par Benjamin Netanyahou, Premier ministre d’Israël, contre lequel un mandat d’arrêt pour crimes contre l’humanité et crimes de guerre a été demandé par le procureur de la Cour Pénale Internationale. Un discours qui est une synthèse grossière  et hallucinante du récit sionihiliste de justification de génocide en cours. Son auteur mériterait un Prix Nobel de la Haine ou au moins un Doctorat Honoris Causa en Hasbara de l’Université du Mensonge.-Tlaxcala


Brandan Reynolds, Afrique du Sud

Président de la Chambre des représentants, Mike Johnson,

Sénateur Ben Cardin,

Chef de la minorité, Hakeem Jeffries,

Chef de la majorité au Sénat, Chuck Schumer,

Chef de la minorité au Sénat, Mitch McConnell,

Sénateurs,

Membres du Congrès,

Invités de marque,

Monsieur le Président, je tiens à vous remercier de me faire le grand honneur de m’adresser pour la quatrième fois à cette grande citadelle de la démocratie.

Nous nous retrouvons aujourd’hui à un carrefour de l’histoire. Notre monde est en plein bouleversement. Au Moyen-Orient, l’axe iranien de la terreur affronte l’Amérique, Israël et nos amis arabes. Il ne s’agit pas d’un choc des civilisations. C’est un choc entre la barbarie et la civilisation.

C’est un choc entre ceux qui glorifient la mort et ceux qui sanctifient la vie.

Pour que les forces de la civilisation triomphent, l’Amérique et Israël doivent s’unir. Car lorsque nous sommes unis, il se passe quelque chose de très simple. Nous gagnons. Ils perdent.

Et mes amis, je suis venu vous assurer aujourd’hui d’une chose : nous gagnerons.

Mesdames et Messieurs,

Comme le 7 décembre 1941 et le 11 septembre 2001, le 7 octobre est un jour qui restera à jamais dans les mémoires.

C’était la fête juive de la Sim’hat Torah. La journée a commencé par être parfaite. Pas un nuage dans le ciel. Des milliers de jeunes Israéliens faisaient la fête lors d’un festival de musique en plein air. Et soudain, à 6h29, alors que les enfants dormaient encore profondément dans leur lit dans les villes et les kibboutzim proches de Gaza, le paradis s’est transformé en enfer. Trois mille terroristes du Hamas ont fait irruption en Israël. Ils ont massacré 1 200 personnes originaires de 41 pays, dont 39 Américains. Proportionnellement, par rapport à la taille de notre population, c’est comme 20 attentats du 11 septembre en un jour. Et ces monstres ont violé des femmes, décapité des hommes, brûlé des bébés vivants, tué des parents devant leurs enfants et des enfants devant leurs parents. Ils ont traîné 255 personnes, vivantes ou mortes, dans les sombres cachots de Gaza.

Israël a déjà ramené 135 de ces otages, dont sept ont été libérés lors d’opérations de sauvetage audacieuses. L’une de ces otages libérés, Noa Argamani, est ici dans la galerie, assise à côté de ma femme Sara.

Le matin du 7 octobre, le monde entier a vu le regard désespéré de Noa alors qu’elle était violemment enlevée à l’arrière d’une moto pour être emmenée à Gaza. J’ai rencontré la mère de Noa, Liora, il y a quelques mois.

Elle se mourait d’un cancer. Elle m’a dit : « Monsieur le Premier ministre, j’ai un dernier souhait. Je souhaite serrer ma fille Noa dans mes bras une dernière fois avant de mourir ».

Il y a deux mois, j’ai autorisé une opération commando de sauvetage à couper le souffle. Nos forces spéciales, dont un officier héroïque nommé Arnon Zmora, qui est tombé au combat, ont sauvé Noa et trois autres otages.

Je pense que c’est l’une des choses les plus émouvantes, lorsque Noa a retrouvé sa mère, Liora, et que le dernier souhait de sa mère s’est réalisé.

Noa, nous sommes ravis de t’ avoir parmi nous aujourd’hui. Nous te remercions.

De nombreuses familles d’otages sont également présentes parmi nous aujourd’hui, dont Eliyahu Bibas. Eliyahu Bibas est le grand-père de ces deux magnifiques garçons roux, les garçons Bibas, des enfants en bas âge.

Ils ont été pris en otage avec leur mère et le fils d’Eliyahu. Toute la famille a été prise en otage. Deux beaux enfants roux pris en otage. Quels monstres !

Nous avons également avec nous Iris Haim, dont le fils Yotam a courageusement échappé à la captivité du Hamas avec deux autres Israéliens, et qui a été tragiquement tué alors qu’il regagnait nos lignes.

Nous avons également avec nous les familles des otages américains. Elles sont ici.

La douleur que ces familles ont endurée est indescriptible. Je les ai rencontrées à nouveau hier et je leur ai promis ceci. Je ne me reposerai pas tant que tous leurs proches ne seront pas rentrés chez eux. Tous.

En ce moment même, nous déployons des efforts intenses pour obtenir leur libération, et je suis persuadé que ces efforts peuvent être couronnés de succès. Certains d’entre eux ont lieu en ce moment même.

Je tiens à remercier le président Biden pour ses efforts inlassables en faveur des otages et de leurs familles.

Je remercie le président Biden pour le soutien chaleureux qu’il a apporté à Israël après l’attaque sauvage du 7 octobre. Il a qualifié à juste titre le Hamas de “mal absolu”. Il a envoyé deux porte-avions au Moyen-Orient pour empêcher une guerre plus étendue. Et il est venu en Israël pour se tenir à nos côtés pendant les heures les plus sombres, une visite qui ne sera jamais oubliée.

Le président Biden et moi-même nous connaissons depuis plus de quarante ans. Je tiens à le remercier pour ce demi-siècle d’amitié envers Israël et pour être, comme il le dit, un fier sioniste. En fait, il dit qu’il est un fier sioniste irlando-américain.

Mes amis, depuis plus de neuf mois, les soldats israéliens font preuve d’un courage sans limite.

Nous recevons aujourd’hui le lieutenant Avichail Reuven. Avichail est officier dans les parachutistes israéliens. Sa famille a immigré en Israël depuis l’Éthiopie. Aux premières heures du 7 octobre, Avichail a entendu la nouvelle du massacre sanglant du Hamas. Il a revêtu son uniforme et pris son fusil, mais il n’avait pas de voiture. Il a donc couru huit miles [= 13 km] jusqu’à la ligne de front de Gaza pour défendre son peuple. Vous avez bien entendu. Il a couru huit miles, s’est rendu sur la ligne de front, a tué de nombreux terroristes et a sauvé de très nombreuses vies. Avichail, nous rendons tous hommage à ton remarquable héroïsme.

Un autre Israélien est parmi nous aujourd’hui. Il se tient juste à côté d’Avichail. Il s’agit du sergent-chef Ashraf al Bahiri. Ashraf est un soldat bédouin de la communauté musulmane israélienne de Rahat. Le 7 octobre, Ashraf a lui aussi tué de nombreux terroristes. Il a d’abord défendu ses camarades dans la base militaire, puis il s’est précipité pour défendre les communautés voisines, y compris la communauté dévastée du kibboutz Be’eri.

Comme Achraf, les soldats musulmans de Tsahal ont combattu aux côtés de leurs compagnons d’armes juifs, druzes, chrétiens et autres avec une bravoure extraordinaire.

Un troisième héros, le lieutenant Asa Sofer, est également présent parmi nous. Asa a combattu en tant qu’officier dans le corps des chars, et il a été blessé au combat. Il a été blessé au combat alors qu’il protégeait ses compagnons d’armes d’une grenade. Il a perdu son bras droit et la vision de son œil gauche. Il se rétablit et, chose incroyable, dans peu de temps, Asa reprendra du service en tant que commandant d’une compagnie de chars.

Je viens d’apprendre qu’il y a un quatrième héros ici - le lieutenant Yonatan, Jonathan Ben Hamo (ph), qui a perdu une jambe à Gaza et a continué à se battre.

Mes amis, ce sont les soldats d’Israël, qui ne se laissent pas abattre, qui ne se découragent pas, qui n’ont pas peur.

Comme le dit la Bible,  יקוםעם כלביא יקום  - ils se lèveront comme des lions. Ils se sont levés comme des lions, les lions de Juda, les lions d’Israël.


Mesdames et Messieurs,

Les hommes et les femmes des FDI viennent de tous les coins de la société israélienne, de toutes les ethnies, de toutes les couleurs, de toutes les croyances, de la gauche et de la droite, de la religion et de la laïcité. Tous sont imprégnés de l’esprit indomptable des Maccabées, les légendaires guerriers juifs de l’Antiquité.

Nous accueillons aujourd’hui Yechiel Leiter, le père de l’un de ces Maccabées. Le père de Yehiel a échappé à l’Holocauste et a trouvé refuge en Amérique. Jeune homme, Yechiel s’est installé en Israël et a élevé une famille de huit enfants. Il a nommé son fils aîné Moshe en l’honneur de son défunt père. Moshe est devenu un officier exemplaire dans l’une de nos unités commando d’élite. Il a servi avec distinction pendant deux décennies, tout en élevant lui-même six beaux enfants.

Le 7 octobre, Moshe se porte volontaire pour retourner au combat. Quatre  semaines plus tard, il est tué par l’explosion d’une mine piégée dans un puits de tunnel, juste à côté d’une mosquée. Lors des funérailles de son fils, Yechiel a déclaré ce qui suit : « Si l’État d’Israël n’avait pas été créé après l’Holocauste, l’image gravée dans notre mémoire collective aurait été la photographie de ce garçon juif sans défense dans le ghetto de Varsovie, levant les mains en l’air avec les fusils nazis pointés sur lui. Mais grâce à la naissance d’Israël », a poursuivi Yechiel, « grâce au courage de soldats comme mon fils Moshe, le peuple juif n’est plus impuissant face à ses ennemis ».

Yechiel, lève-toi pour que nous puissions honorer le sacrifice de ton fils. Je te promets, ainsi qu’à toutes les familles endeuillées d’Israël, dont certaines sont présentes dans cette salle aujourd’hui, que le sacrifice de vos proches ne sera pas vain. Il ne sera pas vain parce que pour Israël, “plus jamais ça” ne doit jamais être une promesse vide de sens. Cela doit toujours rester un vœu sacré. Et après le 7 octobre, “plus jamais ça”, c’est maintenant.

Mes amis,

Pour vaincre nos ennemis brutaux, il faut à la fois du courage et de la lucidité. La clarté commence par la connaissance de la différence entre le bien et le mal. Pourtant, aussi incroyable que cela puisse paraître, de nombreux manifestants anti-Israël choisissent de se ranger du côté du mal. Ils sont du côté du Hamas. Ils sont du côté des violeurs et des assassins. Ils sont du côté des gens qui sont entrés dans les kibboutzim, dans une maison où les parents ont caché les enfants, les deux bébés, dans le grenier, dans un grenier secret. Ils ont assassiné la famille, les parents, ils ont trouvé le loquet secret du grenier caché et ils ont assassiné les bébés. Ces manifestants les soutiennent. Ils devraient avoir honte.