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16/01/2025

Convocatoria a una gran reunión de fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias
Soberanía, Ciudadanía, Transición Democrática (SAMA)
15-16 de febrero de 2025

Original árabe : الاجتماع الموسع للقوى والشخصيات المدنية والسياسية السورية  

Traducido por Ayman El Hakim, Tlaxcala

En la mañana del 8 de diciembre de 2024, los hombres libres del Sur entraron en la capital, Damasco, seguidos por facciones armadas del Norte y de varias provincias, para poner fin a medio siglo de tiranía y opresión sangrienta.

Este acontecimiento nacional histórico marcó el principio del fin de la injusticia, el despotismo y el poder único. Por desgracia, también hemos sido testigos de prácticas e iniciativas incompatibles con los principios fundamentales de la revolución del 18 de marzo de 2011: «Uno, uno, uno, el pueblo sirio es uno». Kurdos y árabes unidos, cristianos y musulmanes de la mano, suníes y alauitas solidarios: un Estado de ciudadanía para todos los sirios, donde las personas sean ciudadanos y no súbditos. Estos principios, por los que nuestro pueblo ha sacrificado a casi medio millón de mártires, así como años de exilio, de desplazamiento interno y de opresión e intimidación. 

Por esta razón, anunciamos ya durante los diez primeros días nuestros miedos como resultado de la asunción del poder del nuevo Comando de Operaciones Militares. Yreafirmamos que la liberación de la tiranía no justifica la presencia de combatientes no sirios en el suelo de nuestra amada patria. Rechazamos categóricamente cualquier fuerza militar que monopolice la toma de decisiones nacionales, sea cual sea su tamaño o poder. No aceptaremos ninguna ideología que sustituya a cincuenta años de miseria ideológica baasista y no toleraremos ninguna autoridad impuesta por la fuerza de las armas.

Los sirios derrocaron el régimen criminal de Assad, pero no es ningún secreto que hay manos bien conocidas por la mayoría de los sirios, manos capaces de reproducir el régimen tiránico con nuevos ropajes, perpetuando las heridas de sangrientos conflictos internos, crímenes de guerra y liquidaciones. 


Hoy, mientras las potencias regionales han concedido a Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) autoridad operativa en Damasco, asistimos a flagrantes intentos de manipular a quienes han entrado en el palacio presidencial. Cada facción busca en primer lugar garantizar sus intereses, asegurándose de que las nuevas autoridades estén a favor del proyecto de construir organismos acordes con la visión turca de la región. 

Estos actores se aprovechan de que quienes hoy controlan Damasco carecen de legitimidad popular, porque tienen las manos manchadas de sangre siria, han liquidado a aliados y opositores y son susceptibles de recibir influencias de potencias extranjeras en nombre de ecuaciones regionales, internacionales y locales que no facilitan la consecución de la estabilidad en el país y en la región.

Los sirios y las sirias nos encontramos ahora bajo una nueva y débil autoridad, lastrada por el currículo de sus dirigentes. Las milicias armadas, incluidos los combatientes extranjeros, se han convertido en la parte más poderosa del aparato de seguridad y militar, tratando de imponer su visión, copiada de la dictadura que hemos conocido durante sesenta años, a cualquier debate o diálogo nacional interno. Al mismo tiempo, las fuerzas exteriores desempeñan el papel de mentor y supervisor supremo de los pasos dados por el «gobierno interino».

El Estado sirio no puede reconstruirse sin el esfuerzo concertado de todos sus ciudadanos, basado en un sentimiento de pertenencia a la patria. Ningún responsable en Damasco, ni su oposición, puede permitirse pasar por alto las causas profundas de nuestra tragedia actual: desde 2011, los políticos, los grupos armados y el régimen han buscado la validación externa para ganar «legitimidad» y conservar el poder.

La mayoría de las partes en conflicto, en mayor o menor medida, han contribuido a infundir miedo y división entre los sirios, reduciéndolos a identidades sectarias, religiosas, étnicas o tribales, perpetuando así la ausencia de un Estado basado en la ciudadanía, una situación que comenzó con el reinado de Assad padre. En otras palabras, una vuelta a las estructuras autoritarias otomanas.

Tanto islamistas como laicistas han caído en la trampa del populismo, movidos por emociones momentáneas, a un alto coste. Ha llegado el momento de un diálogo racional y sensato, alejado de la retórica de derrotas y victorias. 

En una situación como la que estamos viviendo, pedimos a los sirios que se adhieran a los principios básicos en los que está de acuerdo la gran mayoría de los sirios:

1. Construcción de un Estado soberano y con un concepto de ciudadanía igualitario.

2. Dignidad y derechos humanos 

3. Igualdad de género: las mujeres son iguales a los hombres.

4. Libertad de expresión y participación política.

5. El Estado de Derecho.

6. Desarrollo económico equilibrado.

Medidas que consideramos necesarias

  • Crear un Consejo Militar Nacional: los oficiales libres deben formar un consejo para supervisar la reconstrucción de un ejército nacional sirio unificado.
  • Convocar una conferencia nacional general que incluya a todas las fuerzas nacionales sirias, sin excluir a nadie, bajo el patrocinio de la ONU. Esta conferencia estaría en consonancia con la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 18 de diciembre de 2024 para aplicar la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo objetivo es crear un órgano de gobierno de transición, un comité de redacción de la constitución y un órgano judicial independiente para la justicia transicional.
  • Formar un gobierno tecnocrático interino: su mandato finalizará con la elección de un gobierno en virtud de la nueva constitución.
  • Relanzar y desarrollar la red siria para unas elecciones libres y justas. 
  • Crear la Comisión Nacional Siria de Derechos Humanos: una colaboración entre organizaciones de derechos humanos y de abogados para garantizar y proteger todos los derechos humanos en Siria, eliminando toda discriminación contra las mujeres. 
  • Respetar la Declaración Universal de Derechos Humanos: todas las partes deben comprometerse a respetar los principios que Siria ratificó en 1968, distinguiendo así entre quienes apoyan la ciudadanía y la democracia y quienes pretenden reproducir la dictadura totalitaria.
  • Penalizar el discurso del odio y la incitación al sectarismo: promulgar leyes contra el discurso del odio basado en la religión, la raza, la etnia o la nacionalidad y modificar el código penal para aumentar las penas por violencia sectaria sistemática y asesinato.

Puntos adicionales:

  • Ocupación extranjera: el mundo, así como el pueblo sirio, son muy conscientes de la presencia de múltiples fuerzas de ocupación en nuestro país, en particular las tropas usamericanas, turcas e israelíes estacionadas actualmente en suelo sirio. Hemos sido testigos de la flagrante agresión israelí contra el territorio sirio, dirigida contra infraestructuras militares, centros de investigación y fábricas de defensa. Parece existir un acuerdo tácito o una coordinación entre las autoridades de facto, sus partidarios y el ejército israelí para retirarse en los términos israelíes, así como en los de las potencias que apoyan al régimen actual. Sin embargo, no hemos oído ninguna condena del Consejo de Seguridad, de las partes occidentales, ni siquiera una exigencia clara e inequívoca de retirada de todas las fuerzas extranjeras del suelo sirio. Esta es una lección para todos los sirios, que deben trabajar para construir un ejército nacional, que tenga como objetivo la salida de estas fuerzas extranjeras y la preservación de la unidad del territorio, incluido todo el suelo nacional.
  • Sanciones económicas: el pueblo sirio lleva dos décadas sufriendo sanciones unilaterales que afectan a todos los aspectos de la vida. . Rechazamos que el pueblo sirio pague el precio de unas sanciones que fueron provocadas por las prácticas del antiguo régimen, y pedimos el levantamiento inmediato e incondicional de estas sanciones para aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo.

Todas estas demandas requieren una acción urgente. El retraso, la dilación o la negligencia son inaceptables. La historia nos enseña que la ausencia de plazos claros conduce a consecuencias catastróficas.

Un llamamiento a la acción:

Tras tres semanas de debates entre las fuerzas políticas y civiles, hemos reconocido la necesidad de organizar la mayor reunión posible para unir a todos aquellos comprometidos con la construcción de un Estado soberano, una ciudadanía inclusiva para los sirios y las sirias y una transición democrática que rompa con la tiranía y la corrupción.  Este encuentro central tendrá lugar en una ciudad siria capaz de acogerlo, con reuniones paralelas por videoconferencia en Ginebra (un tercio de la sociedad siria se halla fuera del territorio sirio, y más de un tercio del país está fuera del control de la Comando de Operaciones) y en las principales ciudades sirias.

El objetivo de este gran encuentro nacional es elaborar una hoja de ruta unificada, fomentar la colaboración entre las fuerzas vivas de la sociedad siria y concebir una Siria que se parezca a los sirios y las sirias. Todos los indicios que estamos viendo hoy muestran que las autoridades de facto pretenden establecer aparatos militares y de seguridad que repitan las tragedias que nuestro pueblo sufrió en Idlib a manos de los mismos responsables que ahora controlan Damasco. Esto incluye la confiscación del poder de decisión de los sindicatos profesionales y la perpetuación de actos de represalia y venganza contra amplios sectores de nuestra población.

Os podeís comunicar con el Comité Preparatorio a través de la página web dedicada a la comunicación y la participación, o también coordinaros con el Comité desde vuestra localidad en Siria para organizar esta reunión que rechaza la exclusión o el alejamiento de cualquier sirio o siria que aspire a evitarle al país una nueva dictadura, los peligros de la guerra civil, la división y la partición. 

¡Viva una Siria libre e independiente!

El Comité Preparatorio de la gran reunión de fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias

Para inscribirse, rellene el formulario aquí https://syrnc.org/ 


Suníes, alauíes, drusos, cristianos, árabes, kurdos: un solo pueblo

JONATHAN POLLAK
“Ho visto che il suolo era pieno di sangue. Ho sentito la paura come un’elettricità nel mio corpo. Sapevo esattamente cosa sarebbe successo”
Testimonianze sul gulag sionista

Stupri. Inedia. Pestaggi mortali. Maltrattamenti. Qualcosa di fondamentale è cambiato nelle carceri israeliane. Nessuno dei miei amici palestinesi che sono stati recentemente rilasciati è la stessa persona che era prima.

Jonathan Pollak, Haaretz , 9/1/2025 
Tradotto da Shofty Shmaha, Tlaxcala

Jonathan Pollak (1982) è stato uno dei fondatori del gruppo israeliano Anarchici contro il Muro  nel 2003. Ferito e imprigionato in diverse occasioni, contribuisce al quotidiano Haaretz. In particolare, si è rifiutato di comparire davanti a un tribunale civile, chiedendo di essere giudicato da un tribunale militare, come un comune palestinese, cosa che ovviamente gli è stata rifiutata.

Jonathan Pollak affronta un soldato israeliano durante una manifestazione contro la chiusura della strada principale nel villaggio palestinese di Beit Dajan, vicino a Nablus, Cisgiordania occupata, venerdì 9 marzo 2012. (Anne Paq/Activestills)


Jonathan Pollak presso la Corte Magistrale di Gerusalemme, arrestato nell’ambito di una campagna legale senza precedenti dall’organizzazione sionista Ad Kan, 15 gennaio 2020. (Yonatan Sindel/Flash90)


Attivisti reggono manifesti a sostegno di Jonathan Pollak durante la manifestazione settimanale nella città palestinese di Beita, nella Cisgiordania occupata, il 3 febbraio 2023. (Wahaj Banimoufleh)


Jonathan Pollak con la sua avvocata Riham Nasra presso il tribunale di Petah Tikva durante il processo per il lancio di pietre durante una manifestazione contro l’avamposto dei coloni ebrei di Eviatar a Beita, nella Cisgiordania occupata, il 28 settembre 2023. (Oren Ziv)

Quando sono tornato nei territori [occupati dal 1967] dopo una lunga detenzione a seguito di una manifestazione nel villaggio di Beita, la Cisgiordania era molto diversa da quella che conoscevo. Anche qui Israele ha perso i nervi. Omicidi di civili, attacchi di coloni che agiscono con l’esercito, arresti di massa. Paura e terrore dietro ogni angolo. E questo silenzio, un silenzio opprimente. Già prima del mio rilascio, era chiaro che qualcosa di fondamentale era cambiato. Pochi giorni dopo il 7 ottobre, Ibrahim Alwadi, un amico del villaggio di Qusra, è stato ucciso insieme a suo figlio Ahmad. Sono stati uccisi mentre accompagnavano quattro palestinesi che erano stati colpiti il giorno prima - tre da coloni che avevano invaso il villaggio, il quarto da soldati che li stavano accompagnando. 

Dopo il mio rilascio, mi sono reso conto che nelle carceri stava accadendo qualcosa di molto brutto. Nell’ultimo anno, mentre riacquistavo la libertà, migliaia di palestinesi - tra cui molti amici e conoscenti - sono stati arrestati in massa da Israele. Quando hanno iniziato a essere rilasciati, le loro testimonianze hanno dipinto un quadro sistematico di torture. Le percosse mortali sono un motivo ricorrente in ogni racconto. Si verificano quando i prigionieri vengono contati, quando le celle vengono perquisite, ogni volta che vengono spostati da un luogo all’altro. La situazione è così grave che alcuni prigionieri chiedono ai loro avvocati di tenere le udienze senza la loro presenza, perché il percorso dalla cella alla stanza dove è installata la telecamera è un percorso di dolore e umiliazione.

Ho esitato a lungo su come condividere le testimonianze che ho sentito dai miei amici tornati dalla detenzione. Dopotutto, non sto rivelando nuovi dettagli. Tutto, fin nei minimi dettagli, riempie già volumi su volumi nei rapporti delle organizzazioni per i diritti umani. Ma per me queste non sono storie di persone lontane. Sono persone che ho conosciuto e che sono sopravvissute all’inferno. Nessuno di loro è la stessa persona di prima. Sto cercando di raccontare ciò che ho sentito dai miei amici, un’esperienza condivisa da innumerevoli altri, anche se cambio i loro nomi e nascondo dettagli identificabili. Dopo tutto, la paura di rappresaglie ricorre in ogni conversazione.

Pestaggi e sangue

Ho visitato Malak pochi giorni dopo il suo rilascio. Un cancello giallo e una torre di guardia bloccavano il sentiero che un tempo conduceva al villaggio dalla strada principale. La maggior parte delle altre strade che attraversano i villaggi vicini sono tutte bloccate. Solo una strada tortuosa, quella vicino alla chiesa bizantina che Israele ha fatto saltare in aria nel 2002, è rimasta aperta. Per anni questo villaggio è stato come una seconda casa per me, e questa è la prima volta che ci torno dopo il mio rilascio. 

Malak è stato trattenuto per 18 giorni. È stato interrogato tre volte e durante tutti gli interrogatori gli sono state poste domande banali. Era quindi convinto che sarebbe stato trasferito in detenzione amministrativa - in altre parole, senza processo e senza prove, senza essere accusato di nulla, sotto una patina di sospetto segreto e senza limiti di tempo. Questo è infatti il destino della maggior parte dei detenuti palestinesi al momento. 

Dopo il primo interrogatorio, è stato portato nel cortile delle torture. Durante il giorno, le guardie rimuovevano i materassi e le coperte dalle celle e li restituivano la sera quando erano appena asciutti, e a volte ancora bagnati. Malak descrive il freddo delle notti invernali a Gerusalemme come frecce che penetrano nella sua carne fino alle ossa. Racconta di come picchiavano lui e gli altri detenuti a ogni occasione. Ogni volta che contavano, ogni volta che cercavano, ogni volta che si spostavano da un posto all’altro, tutto era un’occasione per colpire e umiliare.

“Una volta, durante la conta mattutina”, mi ha raccontato, ”eravamo tutti in ginocchio, con la faccia rivolta verso i letti. Una delle guardie mi ha afferrato da dietro, mi ha ammanettato mani e piedi e mi ha detto in ebraico: ‘Forza, muoviti’. Mi ha sollevato per le manette, dietro la schiena, e mi ha condotto piegato attraverso il cortile accanto alle celle. Per uscire, c’è una specie di stanzetta che bisogna attraversare, tra due porte con una piccola finestra”. So esattamente di quale stanzetta sta parlando, l’ho attraversata decine di volte. È un passaggio di sicurezza dove, in un dato momento, solo una delle porte può essere aperta. “Così siamo arrivati lì”, continua Malek, ”e mi hanno messo contro la porta, con la faccia contro la finestra. Ho guardato dentro e ho visto che il pavimento era coperto di sangue coagulato. Ho sentito la paura attraversare il mio corpo come un’elettricità. Sapevo esattamente cosa sarebbe successo. Aprirono la porta, uno entrò e si mise vicino alla finestra in fondo, bloccandola, e l’altro mi buttò dentro sul pavimento. Mi hanno preso a calci. Ho cercato di proteggermi la testa, ma avevo le mani ammanettate, quindi non avevo modo di farlo. Erano colpi micidiali. Ho pensato davvero che potessero uccidermi. Non so quanto sia durato. A un certo punto mi sono ricordato che la sera prima qualcuno mi aveva detto: “Quando ti colpiscono, urla a squarciagola. Che ti importa? Non può essere peggio di così, e forse qualcuno sentirà e verrà”. Così ho iniziato a gridare a squarciagola e, in effetti, qualcuno è arrivato. Non capisco l’ebraico, ma ci sono state delle grida tra lui e loro. Poi se ne sono andati e lui mi ha portato via da qui. Mi usciva sangue dalla bocca e dal naso”.

Anche Khaled, uno dei miei amici più cari, ha subito la violenza delle guardie. Quando è stato rilasciato dal carcere dopo otto mesi di detenzione amministrativa, suo figlio non lo ha riconosciuto da lontano. Ha percorso la distanza tra la prigione di Ofer e la sua casa a Beitunia. In seguito, ha raccontato che non gli era stato detto che la detenzione amministrativa era finita e temeva che ci fosse stato un errore e che presto lo avrebbero arrestato di nuovo. Questo era già successo a qualcuno che era con lui in cella. Nella foto che il figlio mi ha inviato pochi minuti dopo il loro incontro, sembra un’ombra umana. Su tutto il corpo - spalle, braccia, schiena, viso, gambe - c’erano segni di violenza. Quando sono venuto a trovarlo, si è alzato per abbracciarmi, ma quando l’ho preso in braccio ha emesso un gemito di dolore. Qualche giorno dopo, gli esami hanno evidenziato un gonfiore intorno alla colonna vertebrale e una costola guarita. 


Prigione di Megiddo

Ogni azione è un’occasione per colpire e umiliare

Un’altra testimonianza che ho ascoltato è quella di Nizar, che era già in detenzione amministrativa prima del 7 ottobre e da allora è stato trasferito in diverse prigioni, tra cui Megiddo. Una sera, le guardie sono entrate nella cella accanto e lui ha potuto sentire i colpi e le grida di dolore dalla sua cella. Dopo un po’, le guardie hanno preso un detenuto e lo hanno gettato da solo nella cella di isolamento. Durante la notte e il giorno seguente si lamentò per il dolore e non smise mai di gridare “la mia pancia” e di chiedere aiuto. Non arrivò nessuno. La cosa continuò anche la notte successiva. Verso la mattina, le grida cessarono. Il giorno dopo, quando un’infermiera venne a dare un’occhiata al reparto, capì dal trambusto e dalle urla delle guardie che il prigioniero era morto. Ancora oggi, Nizar non sa chi fosse. Era vietato parlare tra le celle e non sa quale fosse la data. 

Dopo il suo rilascio, si è reso conto che durante il periodo di detenzione questo detenuto non era stato l’unico a morire a Megiddo. Taoufik, che è stato rilasciato in inverno dalla prigione di Gilboa, mi ha raccontato che durante un controllo dell’area da parte degli agenti penitenziari, uno dei detenuti si è lamentato del fatto che non gli era permesso di uscire nel cortile. In risposta, uno degli agenti gli ha detto: “Vuoi il cortile? Ringrazia per non essere nei tunnel di Hamas a Gaza”. Poi, per quindici giorni, ogni giorno, durante la conta di mezzogiorno, li hanno portati in cortile e hanno ordinato loro di sdraiarsi sul terreno freddo per due ore. Anche sotto la pioggia. Mentre erano sdraiati, le guardie giravano per il cortile con i cani. A volte i cani passavano in mezzo a loro e a volte camminavano davvero sopra i prigionieri sdraiati; li calpestavano.

Secondo Taoufik, ogni volta che un detenuto incontrava un avvocato aveva un prezzo. “Sapevo ogni volta che il ritorno, tra la sala visite e la cella, avrebbe comportato almeno altri tre colpi. Ma non mi sono mai rifiutato di andare. Lei è stato in un carcere a cinque stelle. Non capisci cosa significhi essere in 12 in una cella dove anche in sei si sta stretti. È come vivere in un circolo chiuso. Non mi preoccupava affatto quello che mi avrebbero fatto. Il solo fatto di vedere qualcun altro che ti parla come un essere umano, magari vedendo qualcosa nel corridoio durante il tragitto, ha significato tutto per me”.

Mondher Amira - l’unico qui a comparire con il suo vero nome - è stato rilasciato a sorpresa prima della fine del suo periodo di detenzione amministrativa. Ancora oggi, nessuno sa perché. A differenza di molti altri che sono stati avvertiti e temono rappresaglie, Amira ha raccontato alle telecamere la catastrofe delle carceri, descrivendole come cimiteri per i vivi. Mi ha raccontato che una notte un’unità Kt’ar ha fatto irruzione nella loro cella nella prigione di Ofer, accompagnata da due cani. Hanno ordinato ai prigionieri di spogliarsi fino alla biancheria intima e di sdraiarsi sul pavimento, poi hanno ordinato ai cani di annusare i loro corpi e i loro volti. Poi hanno ordinato ai prigionieri di vestirsi, li hanno portati alle docce e li hanno sciacquati con acqua fredda mentre erano ancora vestiti. In un’altra occasione, ha cercato di chiamare un’infermiera per chiedere aiuto dopo che un prigioniero aveva tentato il suicidio. La punizione per aver chiesto aiuto fu un’altra irruzione dell’unità Kt’ar. Questa volta ordinarono ai detenuti di sdraiarsi l’uno sull’altro e li picchiarono con i manganelli. A un certo punto, una delle guardie allargò le gambe e li colpì sui testicoli con un manganello. 

Fame e malattie 

Mondher ha perso 33 chili durante la sua detenzione. Non so quanti chili abbia perso Khaled, che è sempre stato un uomo magro, ma nella foto che mi è stata inviata ho visto uno scheletro umano. Nel soggiorno di casa sua, la luce della lampada rivelava due profonde depressioni al posto delle guance. I suoi occhi erano circondati da un contorno rosso, quello di chi non dorme da settimane. Sulle sue braccia magre pendeva una pelle floscia che sembrava essere stata attaccata artificialmente, come un involucro di plastica. Le analisi del sangue di entrambe mostravano gravi carenze. Tutti quelli con cui ho parlato, indipendentemente dal carcere in cui sono passati, hanno ripetuto quasi esattamente lo stesso menu, che a volte viene aggiornato, o meglio ridotto. L’ultima versione che ho sentito, dalla prigione di Ofer, era: per colazione, una scatola e mezza di formaggio per una cella di 12 persone, tre fette di pane a persona, 2 o 3 verdure, di solito un cetriolo o un pomodoro, per tutta la cella. Una volta ogni quattro giorni, 250 grammi di marmellata per l’intera cellula. A pranzo, un bicchiere di plastica monouso con riso per persona, due cucchiai di lenticchie, qualche verdura e tre fette di pane. A cena, due cucchiaini (da caffè, non da zuppa) di hummus bi tahina a persona, qualche verdura, tre fette di pane a persona. A volte un’altra tazza di riso, a volte una pallina di falafel (solo una!) o un uovo, che di solito è un po’ marcio, a volte con macchie rosse, a volte blu. E questo è tutto. Nazar mi ha detto: “Non è solo la quantità. Anche quello che è già stato portato non è commestibile. Il riso è appena cotto, quasi tutto è rovinato. E poi ci sono anche bambini veri, che non sono mai stati in prigione. Abbiamo cercato di prenderci cura di loro, di dare loro il nostro cibo avariato. Ma se dai loro un po’ del tuo cibo, è come suicidarsi. Nel carcere c’è ora una carestia (magia’a مَجَاعَة), e non è un disastro naturale, è la politica del servizio carcerario”. 

Di recente, la fame è addirittura aumentata. A causa delle condizioni anguste, il servizio carcerario sta trovando il modo di rendere le celle ancora più strette. Aree pubbliche, mense: ogni luogo è diventato un’altra cella. Il numero di detenuti nelle celle, già sovraffollate in precedenza, è aumentato ulteriormente. Ci sono sezioni in cui sono stati aggiunti 50 detenuti in più, ma la quantità di cibo è rimasta la stessa. Non sorprende quindi che i detenuti perdano un terzo o più del loro peso corporeo in pochi mesi. 

Il cibo non è l’unica cosa che scarseggia in carcere; infatti, ai detenuti non è permesso possedere altro che un unico set di vestiti. Una camicia, un paio di mutande, un paio di calzini, un paio di pantaloni, una felpa. E questo è tutto. Per tutta la durata della detenzione. Ricordo che una volta, quando l’avvocato di Mondher, Riham Nasra, gli fece visita, entrò nella sala visite a piedi nudi. Era inverno e faceva un freddo cane a Ofer. Quando lei gli chiese perché, lui rispose semplicemente: “Non ce ne sono”. Un quarto di tutti i prigionieri palestinesi soffre di scabbia, secondo una dichiarazione rilasciata al tribunale dallo stesso servizio carcerario. Nizar è stato rilasciato quando la sua pelle stava guarendo. Le lesioni sulla pelle non sanguinano più, ma le croste coprono ancora ampie parti del corpo. “L’odore nella cella era qualcosa che non possiamo nemmeno descrivere. Come la decomposizione, eravamo lì e ci stavamo decomponendo, la nostra pelle, la nostra carne. Lì non siamo esseri umani, siamo carne in decomposizione”, racconta. “Ora, come possiamo non esserlo? Per la maggior parte del tempo non c’è acqua, spesso solo un’ora al giorno, e a volte non avevamo acqua calda per giorni. Ci sono state intere settimane in cui non ho fatto la doccia. Mi ci è voluto più di un mese per avere il sapone. Ed eccoci lì, con gli stessi vestiti, perché nessuno ha un cambio di vestiti, e sono pieni di sangue e di pus e c’è una puzza, non di sporco, ma di morte. I nostri vestiti erano impregnati dei nostri corpi in decomposizione”.

Taufik ha raccontato che “c’era acqua corrente solo per un’ora al giorno. Non solo per le docce, ma in generale, anche per i servizi igienici. Quindi, durante quell’ora, 12 persone nella cella dovevano fare tutto ciò che richiedeva acqua, compresi i loro bisogni naturali. Ovviamente, era insopportabile. Inoltre, poiché la maggior parte del cibo era avariato, tutti noi avevamo quasi sempre problemi digestivi. Non potete immaginare quanto puzzassero le nostre celle”. 

In queste condizioni, la salute dei prigionieri si è ovviamente deteriorata. Una perdita di peso così rapida, ad esempio, porta il corpo a consumare il proprio tessuto muscolare. Quando Mondher è stato rilasciato, ha detto a Sana, sua moglie, che è un’infermiera, che era così sporco che il sudore aveva reso i suoi vestiti arancioni. Lei lo guardò e chiese: “E l’urina?”. Lui rispose: “Sì, ho anche pisciato sangue”. “Idiota”, gli gridò, ‘non era sporcizia, era il tuo corpo che rifiutava i muscoli che aveva mangiato’.

Le analisi del sangue di quasi tutti i miei conoscenti hanno dimostrato che soffrivano di malnutrizione e di gravi carenze di ferro, minerali essenziali e vitamine. Ma anche le cure mediche sono un lusso. Non sappiamo cosa succede nelle infermerie delle prigioni, ma per i prigionieri non esistono. Le cure regolari sono semplicemente cessate. Di tanto in tanto, un’infermiera visita le celle, ma non viene somministrato alcun trattamento e la “visita” si riduce a una conversazione attraverso la porta della cella. La risposta medica, nel migliore dei casi, è il paracetamolo e, più spesso, qualcosa del tipo “bevi un po’ d’acqua”. Inutile dire che nelle celle non c’è acqua a sufficienza, perché per la maggior parte del tempo non c’è acqua corrente. A volte passa una settimana o più senza che nemmeno l’infermiera faccia visita al blocco.

E se di stupro si parla poco, non c’è bisogno di menzionare le umiliazioni sessuali: sui social network sono stati pubblicati video di prigionieri che vengono condotti in giro completamente nudi dal servizio carcerario. Questi atti non potevano essere documentati se non dalle stesse guardie, che hanno cercato di vantarsi delle loro azioni. L’uso della perquisizione come occasione di violenza sessuale, spesso colpendo l’inguine con la mano o con il metal detector, è un’esperienza quasi costante, regolarmente descritta da detenuti che sono stati in carceri diverse.

Non ho sentito parlare di aggressioni alle donne di prima mano, ovviamente. Quello che ho sentito, e non una sola volta, è la mancanza di materiale sanitario durante le mestruazioni e il suo utilizzo per umiliare. Dopo le prime percosse, il giorno del suo arresto, Mounira è stata portata nella prigione di Sharon. All’ingresso in carcere, tutti vengono sottoposti a perquisizione corporale, ma la perquisizione a strisce non è la norma e richiede ragionevoli motivi per sospettare che il detenuto nasconda un oggetto proibito. La perquisizione a strisce richiede anche l’approvazione dell’ufficiale responsabile. Durante la perquisizione, nessun agente era presente per Mounira, e certamente non c’era una procedura organizzata per verificare il ragionevole sospetto. Mounira è stata spinta da due guardie donne in una piccola stanza di perquisizione, dove l’hanno costretta a togliersi tutti i vestiti, compresi la biancheria intima e il reggiseno, e a mettersi in ginocchio. Dopo averla lasciata sola per qualche minuto, una delle guardie è tornata, l’ha colpita e se n’è andata. Alla fine le furono restituiti i vestiti e le fu permesso di vestirsi. Il giorno successivo fu il primo giorno delle mestruazioni. Le fu dato un assorbente igienico e dovette accontentarsi di quello per tutto il periodo delle mestruazioni. Ed era la stessa cosa per tutti. Quando fu dimessa, soffriva di un’infezione e di una grave infiammazione delle vie urinarie.

Epilogo

Sde Teiman era il posto più terribile in cui essere detenuti, e si suppone che questo sia il motivo per cui è stato chiuso. In effetti, è difficile pensare alle descrizioni di orrore e atrocità che provenivano da questo campo di tortura senza pensare a quel luogo come a uno dei gironi dell’inferno. Ma non per questo lo Stato ha accettato di trasferire i detenuti in altri luoghi, soprattutto a Nitzan e Ofer. Sde Teiman o no, Israele sta trattenendo migliaia di persone nei campi di tortura e almeno 68 di loro hanno perso la vita. Solo dall’inizio di dicembre è stata segnalata la morte di altri quattro detenuti. Uno di loro, Mahmad Walid Ali, 45 anni, del campo di Nour Shams, vicino a Toulkarem, è morto appena una settimana dopo il suo arresto. La tortura in tutte le sue forme - fame, umiliazioni, aggressioni sessuali, promiscuità, percosse e morte - non avviene per caso. Insieme, costituiscono la politica israeliana. Questa è la realtà.


 



Copenhague, 13 janvier 2025 : attentat terroriste contre des défenseurs du peuple sahraoui

 L’attentat qui a détruit les bureaux de l'ONG danoise Global Aktion à Copenhague le lundi 13 janvier 2025 est un acte extrêmement grave : c'est à notre connaissance la première fois que les partisans de l’occupation marocaine du Sahara occidental recourent à des méthodes d'une telle violence sur le territoire européen. Est-ce le début d’une campagne organisée visant les défenseurs du peuple sahraoui à travers l'Europe et le monde ? On peut le craindre. En attendant, voici les informations dont nous disposons à ce jour.-SOLIDMAR

Le bureau d’une ONG attaqué au Danemark pour son travail avec le peuple sahraoui : « Ils ne nous feront pas taire »

Francisco Carrión, El Independiente, 14/1/2025
Traduit par Tafsut Aït Baâmrane, Tlaxcala

« Le Sahara appartient au Maroc « ou “Arrêtez de soutenir le terrorisme”. Ce sont les graffitis laissés par l’attaque du bureau de l’ONG danoise Global Aktion à Copenhague pour son travail d’assistance au peuple sahraoui et de dénonciation de l’occupation marocaine de l’ancienne colonie espagnole. La direction de l’ONG a dénoncé « une attaque sans précédent » sur le sol danois.

« Il s’agit d’une escalade sans précédent d’un conflit politique, utilisant des méthodes que nous n’avons pas vues au Danemark depuis des décennies », a déclaré Morten Nielsen, responsable de la politique et des campagnes de Global Aktion. Le bureau de l’ONG a été attaqué tôt lundi matin et entièrement brûlé. « Il est fort probable qu’une bombe incendiaire ait été lancée à travers une fenêtre, brûlant et endommageant tous nos biens », a déclaré le groupe dans un communiqué.

« Une tentative d’arrêter notre travail »

Selon les responsables, « le message était sans équivoque ». « Nous y voyons une tentative claire d’arrêter notre travail pour les droits humains, la liberté et l’opposition à l’occupation brutale du Sahara occidental par le Maroc », disent-ils. Sur ses médias sociaux, l’ONG assure que l’attaque « ne les fera pas taire ». « « Nous soutenons leurs demandes d’indépendance et de décolonisation. Mais nous sommes profondément choqués par ce qui s’est passé la nuit dernière. Nous n’avons jamais imaginé que quelqu’un pourrait intensifier les attaques contre nous d’une manière qui mettrait nos vies en danger. C’est tout à fait inacceptable et nous espérons que l’affaire sera résolue de manière approfondie », admettent-ils.

Global Aktion souligne que les auteurs ne parviendront pas à « affaiblir le mouvement de solidarité mondiale pour le Sahara occidental ». « Cela ne fait que souligner l’importance de rester unis. Un exemple de ce que nos camarades au Sahara Occidental vivent au quotidien. L’attaque contre notre organisation nous oblige à reconsidérer la façon dont nous mènerons notre travail politique à l’avenir, afin d’assurer la sécurité de nos militants. En même temps, elle souligne le besoin urgent de notre voix et notre forte solidarité avec la lutte du peuple sahraoui contre l’occupation ».

« Le feu et la fumée ne nous feront pas taire. Nos pensées et notre solidarité vont au peuple du Sahara occidental occupé et aux camps de réfugiés qui, depuis 50 ans, luttent chaque jour pour les droits humains, la justice et la décolonisation. Ce que nous vivons aujourd’hui ne peut être comparé à l’oppression que le peuple du Sahara Occidental subit depuis 50 ans », affirment-ils.

L’ONG dénonce également la connivence des pays de l’Union européenne avec le Maroc dans une conjoncture marquée par l’annulation par la Cour de justice de l’UE des accords agricoles et de pêche entre Bruxelles et Rabat pour avoir ignoré les droits du peuple sahraoui.

Le Polisario accuse le Maroc

Le Front Polisario a condamné « l’attentat atroce qui a visé les bureaux de Global Aktion au Danemark, où les flammes ont englouti son siège et des graffitis ignobles ont souillé ses locaux avec des messages incitant à la haine contre le peuple sahraoui, ce qui représente une attaque directe contre les valeurs de la justice, de la liberté et de la solidarité internationale ». Par la voix de sa représentation à Bruxelles, le Polisario considère qu’il s’agit d’une « tentative délibérée de faire taire les voix de ceux qui osent contester l’occupation illégale du Sahara occidental par le Maroc et dénoncer ses violations flagrantes des droits humains » et qui s’inscrit dans « un contexte plus large de campagne systématique du Maroc pour réprimer la dissidence et éliminer toute forme de résistance à ses ambitions coloniales ».

« Dans les territoires occupés du Sahara occidental, le régime marocain a employé des mesures brutales pendant des décennies, y compris le meurtre de civils sahraouis, les arrestations arbitraires, les disparitions forcées et la torture des défenseurs des droits humains. Ces méthodes de répression ont maintenant été étendues pour cibler les mouvements de solidarité internationale, alors que le Maroc cherche à exporter sa campagne d’intimidation et de violence au-delà des frontières du Sahara occidental », déplorent-ils.

« L’attaque à la bombe incendiaire contre Global Aktion est un rappel brutal des limites que le Maroc est prêt à franchir pour maintenir son occupation illégale et étouffer le soutien mondial croissant à la cause sahraouie. Cet acte criminel est emblématique d’un régime qui a constamment montré son mépris pour le droit international et les droits humains, encouragé par le silence et la complicité de certains acteurs puissants sur la scène mondiale », concluent-ils.
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Asria Mohamed après l’attentat de Copenhague : « Cet attentat est la preuve que notre travail est important »

Héctor Bukhari Santorum, Nueva Révolución,  15/01/2025
Traduit par Tafsut Aït Baâmrane, Tlaxcala

L’attaque contre les bureaux de Global Aktion à Copenhague n’était pas seulement un acte de vandalisme, c’était une attaque délibérée contre ceux qui défendent la liberté et les droits humains du peuple sahraoui. En plus de la destruction des locaux de Global Aktion, l’attaque visait aussi directement la délégation du Front Polisario au Danemark, le représentant légitime du peuple du Sahara occidental.

« Il ne s’agit pas simplement d’une agression de plus », ont déclaré les militants après l’incident. C’est une attaque directe contre le seul représentant du peuple sahraoui, le Front Polisario, qui partage le bâtiment avec Global Aktion. Cela montre jusqu’où les ennemis de l’autodétermination sont prêts à aller pour faire taire notre lutte.

À la suite de l’attaque, l’activiste sahraouie Asria Mohamed Taleb a publié un message plein d’indignation. « L’attaque d’hier n’était pas seulement une attaque contre un bureau, c’était une attaque contre les principes que nous défendons : les droits humains, la liberté et la justice pour le peuple du Sahara occidental. Cette attaque est la preuve que votre travail compte, que votre travail est visible, et qu’il met nos ennemis mal à l’aise », a déclaré Mohamed.

Dans son intervention, l’activiste a rappelé les 50 années d’occupation marocaine, marquées par l’oppression et les violations systématiques des droits humains, et a souligné comment le travail d’organisations telles que Global Aktion a permis à la cause sahraouie d’atteindre un public international.

La plus grande mobilisation pro-sahraouie de l’histoire du Danemark

Au lendemain de l’attentat, le Danemark a connu une mobilisation sans précédent. Hier mardi 14 janvier, la plus grande manifestation pro-Sahara occidental jamais enregistrée dans le pays a eu lieu.

Des centaines de personnes ont rempli les rues en scandant des messages tels que « L’occupation doit cesser », montrant clairement que la lutte pour l’autodétermination du Sahara Occidental n’est pas seule.

« Lorsque les gouvernements privilégient leurs intérêts politiques au détriment du respect du droit international, c’est la société civile qui doit faire entendre sa voix », a souligné Asria Mohamed. Cet événement massif n’a pas seulement montré la solidarité, mais aussi que le message gagne du terrain dans l’opinion publique.

Malgré les tentatives d’intimidation, la récente mobilisation est le signe que la cause sahraouie est plus vivante que jamais. « Aujourd’hui plus que jamais, notre voix résonne fort. Nous n’abandonnerons pas », a conclu Asria Mohamed.

https://globalaktion.dk

Déclarations de solidarité à travers le monde

NdlT
Suite à lattentat, la police a interpellé deux membres d’un gang criminel du quartier de Nørrebro, déclaré illégal par la justice danoise en 2018. Appelé Loyal to Familia, le gang a été créé en 2013 par Shuaib Khan - condamné plus tard à 8 ans de prison pour meurtre - et a été l’un des protagonistes de la guerre des bandes qui a ensanglanté les rues de Copenhague [pour le contrôle du trafice de drogue] en 2017. Le nombre de ses membres, qui avait atteint 225 en 2018, a baissé à une centaine en 2021. Après l’emprisonnement de Khan, deux frères marocains natifs de Nørrebro  et mêlés à une longue série d’actions criminelles ont tenté de prendre la direction de la bande : Abderrazak et Abdessamad Benarabe. Le premier, surnommé « Grand A », a défrayé la chronique danoise, entre autres pour avoir combattu dans les rangs du groupe djihadiste Ahrar El Sham à Idlib en Syrie. Nous ignorons leurs faits et gestes récents.