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04/08/2021

Achille Lollo: farewell to a fighter

Fausto Giudice, Basta Yekfi!, 4/8/2021
Translated by Andy Barton

I have just learned, via common Brazilian comrades, of the passing of Achille Lollo, yesterday in Trevignano Romano, to whom I wish to pay tribute.


 

Achille was born in Rome on 8th May 1951. Salvatore, his father, had been a resistance fighter, a deported communist and an anti-fascist guerrilla fighter in Italy and Yugoslavia. Should Achille have been born just 30 years earlier, he too would have taken up arms against fascism. And yet more, should he have been born 130 years earlier, he would doubtless have been an Italian Redshirt, among the Garibaldini defenders of Montevideo besieged by the cruel Argentinian general Juan Manuel de Rosas.

Yet his actual biography has little to envy of the adventures of the heroes of Alexandre Dumas or Victor Hugo. He belongs to a long Italian tradition of causing trouble in every corner of the world. His 50 years of adult life played out on three stages: the suburbs of Rome, Angola and Brazil.

It all began in 1973 in Primavalle, a volatile suburb in Rome. Achille, together with some of his comrades from the operaista movement Potere Operaio, was accused of having started a fire in the apartment belonging to the local head of the fascist party, the Italian Social Movement, in which two of the fascist leader’s sons died. Achille was arrested. He denied having wanted to kill anybody; rather, his aim was to intimidate the local fascists with whom leftists were locked in an endless conflict. After two years of preventative prison, he was paroled, going on to seek refuge in Angola in 1975. Achille participated in the anti-colonial struggles together with the MPLA, the SWAPO and the ANC. In 1986, with his Angolan wife and their four children, he emigrated to Brazil. There, he was an active member of the PT (Brazilian Worker’s Party) as part of the Força Socialista tendency. Later, he would participate in the founding of the PSOL (Socialism and Liberty Party) in 2004. A few years prior, in 1994, he was arrested after an extradition request from Italy, being freed after one year in prison.

In 2005, the 18-year prison term he had been sentenced to in Italy expired, but the damages and losses he had been sentenced to pay (1 million euros) had not. This prevented Achille from owning anything (which perhaps is not such a bad thing).

In 2010, now with health problems, he returned to Italy, where he devoted himself to ecological agriculture. The irruption of COVID-19 would seriously compromise this activity. However, it was not the virus that eventually killed him: as a diabetic with cardiac problems, he was struck by pancreatic cancer, known for its aggressive development.

Achille leaves behind him an immense body of work, both written and audio-visual, primarily about Latin America, and scattered across many different media platforms. Hopefully, one day, someone will be able to draw it all together. 

 One of Achille’s last photos, with his son Achillinho

Achille Lollo: adiós a un combatiente

 Fausto Giudice, Basta Yekfi!, 4/8/2021


Acabo de enterarme por compañeros brasileños comunes de la muerte ayer en Trevignano Romano, de Achille Lollo, a quien quiero rendir homenaje.

Achille había nacido en Roma el 8 de mayo de1951. Su padre Salvatore había sido un resistente y deportado comunista, guerrillero antifascista en Italia y Yugoslavia. Si hubiera nacido 30 años antes, Achile también habría tomado las armas contra el fascismo. Y si hubiera nacido 130 años antes, sin duda habría sido una Camisa roja, entre los defensores garibaldinos de Montevideo asediada por el cruel general argentino Rosas.

Pero su biografía real no tiene nada que envidiar a las aventuras de los héroes de Alexandre Dumas o de Victor Hugo. Forma parte de una larga tradición italiana de armar quilombos en cada rincón del mundo. Sus cincuenta años de vida adulta transcurrieron en tres escenarios: las periferias de Roma, Angola y Brasil.

Todo comienza en abril de 1973 en Primavalle, un suburbio romano reñido. Achille y algunos compañeros del grupo operaista Potere Operaio son acusados de haber provocado un incendio en el apartamento del jefe local del grupo fascista Movimiento social italiano, en el que dos de los hijos del hombre murieron. Achille es arrestado, y niega que hubiera querido matar a nadie, sino que simplemente quería intimidar a los fascistas locales con los que los izquierdistas estaban en conflicto permanente. Luego de dos años de prisión preventiva, fue puesto en libertad y se refugió en Angola en 1975. Participó en las luchas anticoloniales, junto con el MPLA, la SWAPO y el ANC. En 1986, con su esposa angoleña y sus cuatro hijos, emigró al Brasil. Allí militó en el PT, en la tendencia Força Socialista, y luego participó en la fundación del PSOL (Partido Socialismo y Libertad) en 2004. En 1994 fue detenido a raíz de una solicitud de extradición italiana y fue puesto en libertad después de un año de detención.

En 2005, la pena de 18 años de prisión a la que había sido condenado en Italia prescribe, pero no los daños y perjuicios a los que había sido condenado (1 millón de euros), lo que le prohíbe poseer nada (lo que no está mal).

En 2010, con problemas de salud, regresó a Italia, donde se dedicó a la agricultura ecológica. La explosión del COVID-19 comprometerá seriamente esta actividad. Pero no fue el virus lo que lo mató: cardíaco y diabético, fue afectado por un cáncer de páncreas, el cual, como sabemos, es fulgurante.

Achille deja una obra inmensa, escrita y audiovisual, principalmente sobre América Latina, dispersa en numerosos soportes. Esperemos que encuentre a alguien que la reúna.

                        
    
 Una de las últimas fotos de Achille, con su hijo Achillinho

 

GIDEON LEVY
Los medios de comunicación hacen la vista gorda ante los escuadrones de la muerte israelíes

Gideon Levy, Haaretz, 31/7/2021

Traducido del inglés por S. Seguí

El terror israelí vuelve a las andadas. Los escuadrones de la muerte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) culminaron otra semana fructífera: cuatro cadáveres de palestinos inocentes acumulados de viernes a viernes. No parece haber una conexión entre los cuatro incidentes en los que murieron cuatro hijos, pero el vínculo no se puede obviar.

En todos estos casos, los soldados optaron de preferencia por disparar a matar. En los cuatro casos se podría haber elegido otro camino: detenerlos, apuntar a las piernas, no hacer nada o simplemente no estar allí. Pero los soldados decidieron matar. Probablemente es más fácil para ellos de esta manera.

Provienen de diferentes unidades del ejército y tienen diferentes antecedentes, pero comparten la increíble facilidad para matar, tanto si tienen que hacerlo como si no. Matan porque pueden hacerlo; matan porque están convencidos de que así es como se espera que actúen; matan porque saben que nada sale más barato que la vida de un palestino. Matan porque saben que los medios de comunicación israelíes bostezarán y no informarán de nada; matan porque saben que no les pasará nada. Así pues, ¿por qué no?, ¿por qué no matar a un palestino cuando se tiene la oportunidad?

                El funeral de Mohammad Al Alami. Foto Majdi Mohammed / AP 

Soldados israelíes en el funeral del niño de 12 años Mohammed Al Alami, el jueves pasado, en Beit Ummar, Cisjordania. Foto: Emil Salman

GILAD ATZMON
Entre les Talibans et le COVID

 Gilad Atzmon, 4/8/2021

 Traduit par Fausto Giudice


Faut-il être un génie pour comprendre que l'échec colossal de la guerre des USA en Afghanistan est identique à la désastreuse « guerre contre le COVID » ? Il est certainement clair que ce sont à peu près les mêmes personnes qui ont conçu les stratégies fatales qui ont conduit à une défaite grandiose dans ces deux conflits inutiles. Nous avons affaire à des personnes qui adhèrent au concept de la guerre de destruction. Ce sont des gens qui ne cherchent pas la paix, l'harmonie ou la réconciliation, ni avec la nature, ni avec les autres segments de l'humanité.

Nos « stratèges » en matière de pandémie croyaient qu'il était en leur pouvoir d'éradiquer le SRAS CoV 2 de la surface de la terre. De même, ils étaient convaincus que les talibans pouvaient être éradiqués. Ils avaient, de toute évidence, catastrophiquement tout faux.

Mais les progressistes et la soi-disant gauche ont également un rôle impardonnable dans ces histoires catastrophiques. La gauche n'était pas responsable des « stratégies » ou de la planification générale. Elle n'a pas vraiment participé aux groupes de réflexion néoconservateurs, ni à la promesse de Pfizer de réparer le génome humain. Elle ne conseillait pas Netanyahou, Trump ou Johnson en 2020, tout comme elle ne faisait pas partie des conseillers de Bush en 2001. Mais elle a été la première à soutenir la « guerre contre la terreur » des Siocons, principalement au nom de « l'interventionnisme moral ». De même, elle a été parmi les partisans les plus enthousiastes de l'expérience actuelle sur la population humaine de masse.

Achille Lollo : adieu à un combattant

 Fausto Giudice, Basta Yekfi !, 4/8/2021

Je viens d’apprendre par des camarades brésiliens communs la mort, hier à Trevignano Romano, d’Achille Lollo, auquel je veux rendre hommage.

Achille était né à Rome le 8 mai 1951. Son père Salvatore avait été un résistant et déporté communiste, partisan antifasciste en Italie et en Yougoslavie. S’il était né 30 ans plus tôt, Achille aurait sûrement lui aussi pris les armes contre le fascisme. Et s’il était né 130 ans plus tôt, il aurait sans aucun doute été une Chemise rouge, parmi les défenseurs garibaldiens de Montevideo assiégée par le cruel général argentin Rosas. Mais sa biographie réelle n’a rien à envier aux aventures des héros d’Alexandre Dumas ou de Victor Hugo. Elle s’inscrivait dans une longue tradition italienne, celle de fouteurs de merde aux quatre coins de la planète. Ses cinquante ans de vie adulte se sont déroulés sur trois scènes : la banlieue de Rome, l’Angola et le Brésil.

Tout démarre en avril 1973 à Primavalle, une banlieue chaude romaine. Achille et quelques camarades du groupe opéraïste Potere Operaio sont accusés d’avoir déclenché un incendie dans l’appartement du chef local du groupe fasciste Mouvement social italien, dans lequel deux des fils de l’homme sont morts. Achille est arrêté, nie avoir voulu tuer qui que ce soit, mais simplement avoir voulu intimider les fascistes locaux, avec lesquels les gauchistes étaient en conflit permanent. Après deux ans de détention préventive, il est remis en liberté et se réfugie en Angola en 1975. Il y participera aux luttes anticoloniales, aux côtés du MPLA, de la SWAPO et de l’ANC. En 1986, avec sa femme angolaise et leurs 4 enfants, il émigre au Brésil. Là il militera au PT, dans la tendance Força Socialista, puis participera à la fondation du PSOL (Parti Socialisme et Liberté) en 2004. En 1994, il est arrêté suite à une demande d’extradition italienne et sera remis en liberté après un an de détention.

En 2005, la peine de 18 ans de prison à laquelle il avait été condamné entretemps en Italie arrive à prescription mais pas les dommages et intérêts auxquels il avait été condamné (1 million d’euros), ce qui lui interdit de posséder quoique ce soit (ce qui n’est pas plus mal).

En 2010, ayant des problèmes de santé, il retourne en Italie, où il se lance dans l’agriculture écologique. L’explosion du COVID-19 compromettra sérieusement cette activité. Mais ce n’est pas le virus qui l’a achevé : cardiaque et diabétique, il a été atteint par un cancer du pancréas, lequel, on le sait, est fulgurant.

Achille laisse une œuvre immense, écrite et audiovisuelle, principalement sur l’Amérique Latine, dispersée sur de nombreux supports. Espérons qu’il se trouvera quelqu’un pour la rassembler.


Une des dernières photos d’Achille, avec son fils Achillinho