Luis Casado, 29-10-2022
¿Y por qué hube de ser yo el que fuera el apaleado? (Quelentaro)
Hay muros
que fueron editados... y publicados. Esos que ostentan inscripciones llamadas
"Graffiti", o rayados, las más de las veces con frases inteligentes
nacidas al calor de un combate... Para instruirse, a veces hay que leer los
muros...
Mayo'68
en París: "Vivir sin interrupciones" "Gozar sin trabas"
A lo
largo y ancho de mis viajes por el mundo siempre hubo un elemento común: la
salpimienta de los graffiti. Ellos exigen estar atento a la literatura que
ofrecen los muros. Muros exteriores, en calles canallas, destartaladas y de
pobre reputación, o bien muros interiores, frecuentemente alicatados como
conviene a las pissotières,
edículos, urinarios, vespasianas, cagaderos, letrinas, toilettes o gogues según sea tu cariño.
En mis
recuerdos figura un domingo franco y aburrido que pasé solo en Montevideo, hasta
encontrar en sus calles un ceremil de frases para el bronce cuya abundancia
daba de qué llenar un libro. Libro que por lo demás ya había sido publicado
para solaz de los amantes de la chispa, las ocurrencias y nuestra bella lengua
castellana.
El
título de esa joya: Contra
cualquier muro – Los graffiti de la transición 1985-1989. El
orfebre fue Eduardo Roland, quien recogió cuidadosa y amorosamente esos
estallidos de inteligencia, de humor y de significados profundos que me dieron
la sensación de aprender filosofía mientras caminaba sin rumbo preciso.
Allí
recogí en mi memoria esa oración que reza:
“Ánimo compañeros, la vida puede más…”
Mensaje
de esperanza cuando en Chile corrían los tiempos de la dictadura en bruto,
mucho antes de la dictadura en brote y en brete.
Mi
acendrado ateísmo racionalista se sintió confortado al leer
“Dios no existe. Alejandro.”
Unos
metros más allá otro graffiti me envió de regreso a la Biblia:
“Alejandro no existe. Dios.”
Lo que
hizo venir a mi memoria chispazos más antiguos… Como esa frase atribuida al
anarquista ruso Piotr Alexeievitch Kropotkin:
“La única iglesia que ilumina es la que arde…”
Como
quiera que sea –no hemos inventado nada– los graffiti existían hace siglos. Se
cuenta que en lugares inaccesibles de Nôtre
Dame de Paris las piedras de los muros llevan salaces inscripciones
hechas por los artesanos que la construyeron. A fin de cuentas nuestros amigos
uruguayos no hacían sino emular con brío a los jóvenes de Mayo’68, esos que
querían Tomar el cielo por asalto
y escribieron en el Barrio Latino:
“La barricada cierra la calle, pero abre el camino”
O bien
el inolvidable
“Sous les pavés la plage…”
(bajo el
empedrado está la playa…): los adoquines eran arrancados del suelo para
combatir a las fuerzas represivas.
La
revolución de Mayo’68 también nos dejó un radical: “Seamos realistas. Pidamos
lo imposible”. Y el recuerdo de las ansias de libertad del joven que rayó un
muro para preguntar:
“¿Cómo pensar libremente a la sombra de una capilla?”
E
incluso las amargas palabras que “N”, mi amigo rancagüino, leyó en La Sorbona:
“Obrero, si quieres ser libre… ¡ahórcate!”
Los
graffiti de Mayo’68 también fueron objeto de un libro, uno de cuyos ejemplares
forma parte de lo más preciado de mi modesta biblioteca. De ahí que cuando
visité la librería básicamente elemental de Voulx, pueblito de apenas 1.761
habitantes en la provincia de Seine
et Marne (Francia), me apresurase a poner en el montoncito de
libros que compré (Rimbaud, Boris Vian, Sade, George Orwell, Balzac…) un
ejemplar de Les Murs se Marrent
(los muros se matan de la risa), recopilación de graffiti de Régis Hauser.
Lo que
Hauser revela son chispas provenientes mayormente de sitios como el descrito
por Cervantes, tú ya sabes, ese “…lugar sagrado donde acude tanta gente, hace
fuerza el más cobarde y se caga el más valiente…"
Hauser y
quienes tuvieron la amabilidad de enviarle frases descubiertas al azar de una
meada aleatoria en letrinas improbables, nos permiten acercarnos a estas
erupciones neuronales que provocan admiración, sonrisas y un no disimulado
placer.
Entre
otras perlas encontradas en Les
Murs se Marrent…
Coca-Cola = Caca écolo… y que viva el tinto
Aquí había menos alemanes durante la guerra…
Puta: persona pública que incita, promete, se hace pagar por adelantado y
te coge
Diputado: ídem
Haz el amor, no la guerra
Hice los dos: hace 20 años que estoy casado…
Tú, que te alivias en este edículo, honorable lector, tienes el futuro
entre tus manos
Por lo que veo no cuentes con una familia numerosa…
Marca Registrada
(al lado de una mancha de dudosa proveniencia)
¿Soy realmente responsable si tengo este complejo de culpabilidad?
¿Dónde crece el cáñamo que servirá para colgar a los políticos?
¿Dónde crecen los pinos con que haremos sus féretros?
Dios existe
Desde luego, la prueba es que te respondo, hijo…
En caso de incendio no use el ascensor
Use el extintor…
Micción Imposible
La vida es una enfermedad transmisible sexualmente
Coito Ergo Sum
Si mi tía tuviera dos, la llamaría mi tío…
Si mi tío tuviera dos, llamaría a mi tía…
Estefanía de Mónaco toca los cojones…
¿Dónde? ¿A qué hora?
Este Restaurant tiene dos especialidades: el pollo y la mesera
Yo prefiero el pollo…
Siempre tube amvisioneh
Ahora soi funsionario de karavineroh
No sé
tú, pero a mí estos ramalazos de inteligencia me alegran la vida, me dan la impresión
de devenir más astuto, me devuelven la fe en la especie humana… A mí, que
afecciono las frases que atravesaron siglos para llegar hasta nosotros, con su
carga explosiva de racionalidad e inteligencia. Yo las uso en la banderola de
POLITIKA, como una suerte de homenaje a quienes compartieron sus agudas
reflexiones con generaciones que no tenían ninguna posibilidad de conocer. He
aquí algunas:
Un cínico es un hombre que conoce el precio de todo y el valor de nada (O.
Wilde)
Los EEUU son un país que pasó directamente de la barbarie a la decadencia
sin haber conocido jamás la civilización (O. Wilde)
Si os dan papel pautado, escribid del otro lado… (J.J. Jiménez)
Ud. piensa demasiado, dijo Montag, incómodo… (Ray Bradbury – Fahrenheit
451)
¿Ud, es feliz?, preguntó Clarisse. ¿Qué si yo soy qué?, respondió Montag
(Ray Bradbury – Fahrenheit 451)
La vida hay que vivirla, que es para lo único que sirve (Marcos Mundstock)
Jesús no dijo “Amaos los unos a los otros, sino Armaos los unos a los
otros”
¡Osad! Esta palabra resume toda la política de nuestra revolución
(Saint-Just)
La política es el arte de mentir de adrede… (Voltaire)
El mejor régimen político es la monarquía absoluta moderada por el
asesinato… (Stendhal)
Todas
estas reflexiones me hacen tomar caldo de cabeza, me obligan a reflexionar, a
cuestionar la cuestión y a consolidar –o a modificar– opiniones que creía
construidas en hormigón armado.
Por
cierto, también hay citas de algunos enanos mentales, –al parecer la Naturaleza
adora las simetrías–, que dan cuenta de la profundidad a la que se encuentra el
ancla del fascismo. A título de vacuna indolora he aquí algunas que merecen el
desvío:
A mí lo que no me gusta de la reforma educativa es la palabra ‘laica’
(Jorge Burgos)
La nueva constitución no tiene por qué ser de Golpe… (Jorge Pizarro)
Legalizar la eugenesia significa que se acabó la Teletón… (Gustavo Hasbún)
Solo una maquinación intelectual es capaz de decir que la mujer tiene
derecho a decidir sobre su cuerpo (José Antonio Kast)
Una mujer violada no está en condiciones de pensar (Iván Flores)
Antes de abortar hay que preguntarle al feto (Andrea Molina)
Por alguna
razón, aparte Mein Kampf
y alguna cosilla de Mussolini, estas ‘gracias’ no han sido publicadas sino por
POLITIKA, en su afán de demostrar que lo
que Natura non da… Salamanca non presta.