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15/11/2021

Salman Rafi Sheikh
Los afganos, peones hambrientos en los grandes juegos de poder

Salman Rafi Sheikh, Asia Times, 15/11/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala
 

Salman Rafi Sheikh es un periodista independiente pakistaní. Nació en Kasur, pequeña ciudad de la región del Punyab, graduándose en ciencias políticas en la universidad Quaid-i-Azam de Islamabad. Cursó el doctorado en el departamento de Política y Estudios Internacionales de la Universidad SOAS de Londres. Centra sus investigaciones en las cuestiones de política de identidad y etnonacionalismo en los Estados poscoloniales, sobre todo en Pakistán. Autor de
The Genesis of Baloch Nationalism: Politics and Ethnicity in Pakistan, 1947-1977.

Se retiene la ayuda como forma de ejercer presión geopolítica sobre los talibanes, pero el grupo militante declara que el hambre es el precio de expulsar a los invasores occidentales.

 

Afganistán se tambalea hacia la hambruna bajo el régimen talibán (Foto: Facebook)

Mientras la hambruna se cierne sobre Afganistán, las potencias externas parecen estar sopesando opciones para promover sus propios intereses, tanto frente a los talibanes como frente a sus rivales regionales y extrarregionales.


Desde su llegada al poder en agosto, los talibanes no han logrado contentar a las potencias externas -incluidos USA, China y Rusia- respecto a la ruptura de todos sus vínculos con Al Qaida, el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM, por sus siglas en inglés) y otros grupos militantes y terroristas.


La retirada de USA también cerró la entrada de ayuda extranjera, dejando la situación económica del país con problemas de liquidez y pendiendo de un hilo. La ONU predice que el país se verá afectado por una de las peores crisis humanitarias de su historia en el próximo invierno.


Mientras que unos 23 millones de afganos, en un país de 38 millones de habitantes, se enfrentan al hambre aguda, 8,7 millones se encuentran en estado de emergencia, la segunda categoría más alta en la jerarquía de calamidad del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU. Esta última cifra es superior a los 3 millones del año pasado.


Con los precios del combustible y los alimentos ya por las nubes, la ONU dice que Afganistán necesita casi 7.000 millones de dólares para evitar una hambruna total.


Las múltiples sequías se han combinado con el colapso económico a la hora de provocar la crisis. Pero su resolución efectiva y oportuna está estrechamente ligada a las consideraciones e intereses geopolíticos específicos y mutuamente conflictivos de los actores relevantes.

AMIRA HASS
L'occupation israélienne ne nuit pas seulement aux Palestiniens, mais aussi à la planète

Amira Hass, Haaretz, 7/11/2021
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Des constructions inutiles, un double réseau routier, des trajets allongés par les postes de contrôle et l'asphalte au détriment des espaces ouverts : la politique d'Israël en Cisjordanie et à Gaza a un prix écologique.

Des routes en construction relient les résidents de la colonie de Gush Etzion, en Cisjordanie, à Jérusalem, l'année dernière. Photo : Ohad Zwigenberg

Le pollueur n° 1 dans les territoires palestiniens occupés est le contrôle même qu'Israël exerce sur la terre et les colonies. Ce n'est pas une citation textuelle, mais c'est l'esprit de ce que le Premier ministre palestinien Mohammad Shtayyeh a déclaré lors du sommet environnemental COP26 à Glasgow la semaine dernière.

Sa présence a à peine été mentionnée dans les médias mondiaux, et encore moins dans les médias israéliens, ce qui démontre une fois de plus à quel point la question palestinienne est devenue secondaire dans l'agenda mondial. Mais cela n'enlève rien au préjudice causé à l'environnement.

De nombreux articles et études sur les conditions environnementales dans la bande de Gaza et en Cisjordanie établissent un lien avec la politique israélienne. Il s'agit notamment d'un document détaillé de l'ONU datant de 2020, de rapports de l'organisation juridique palestinienne Al-Haq au fil des ans, et d'un article publié par le groupe de réflexion pan-palestinien Al-Shabaka en 2019 ("Climate Change, the Occupation and a Vulnerable Palestine").

Pourtant, il est difficile de quantifier la contribution totale au réchauffement climatique des actions du gouvernement israélien et des civils dans ces territoires conquis en 1967.

 

Un soldat israélien patrouille sur la route 60 de Jérusalem en Cisjordanie. Photo : Ohad Zwigenberg 

Le rapport du contrôleur d'État sur l'incapacité d'Israël à réduire les émissions de gaz à effet de serre ne mentionne même pas les territoires. Il n'aborde pas non plus la projection effrayante faite par l'ONU en 2012, selon laquelle la bande de Gaza deviendrait inhabitable d'ici 2020 si Israël ne change pas fondamentalement sa politique envers cette enclave. Près de deux ans se sont écoulés depuis la "date limite" donnée par l'ONU, et rien de substantiel n'a changé. L'ONU a dû sous-estimer l'énorme capacité de résilience des Gazaouis.

13/11/2021

ROBIN LEVINSON KING
Mujeres de USA son encarceladas por abortar de forma espontánea

Robin Levinson King, BBC News, 12/11/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

 

Robin Levinson King es una periodista usamericana que vive en Canadá. Es productora en la sección de América del Norte de BBC News desde Toronto. @robinlevinson

 

Cuando una mujer nativa usamericana de 21 años de Oklahoma fue condenada por homicidio involuntario tras sufrir un aborto espontáneo, la gente se indignó. Pero no fue la única en sufrir condena.

Brittney Poolaw ha sido sentenciada a cuatro años de prisión

Brittney Poolaw estaba embarazada de apenas cuatro meses cuando perdió a su bebé en el hospital en enero de 2020.


Este octubre, fue declarada culpable y condenada a cuatro años de prisión por el homicidio en primer grado de su hijo no nacido.


La forma en que pasó de sufrir un aborto espontáneo a ser encarcelada por matar a su feto se ha convertido en objeto de gran debate en Internet y en la prensa. Algunos en las redes sociales señalaron que fue condenada durante el mes de concienciación sobre la pérdida del embarazo en USA. Otros compararon el caso con la novela distópica de Margaret Atwood “El cuento de la criada”.


Cuando llegó al hospital en busca de tratamiento, Poolaw admitió haber consumido drogas ilícitas mientras estaba embarazada.


Más tarde, el informe del médico forense, obtenido por la BBC, halló rastros de metanfetamina en el hígado y el cerebro de su hijo no nacido.


El médico no determinó la causa de la muerte del feto, señalando que la anomalía genética, el desprendimiento de la placenta o el consumo de metanfetamina por parte de la madre podrían haber sido factores contribuyentes.


Los abogados de Poolaw dicen que apelarán su condena. El fiscal que llevó su caso a los tribunales se ha negado a hacer comentarios mientras el proceso continúa.


Sin embargo, la historia de Poolaw es sólo la punta del iceberg, según Dana Sussman, subdirectora ejecutiva de National Advocates of Pregnant Women (NAPW), un grupo de defensa del derecho a decidir.


“El caso de Britney tocó realmente la fibra sensible”, dijo la Sra. Sussman. “No es tan infrecuente como la gente suponía”.


La organización está colaborando con el llamamiento de Poolaw, y ha estado siguiendo las detenciones y los casos de “intervención forzosa” contra mujeres embarazadas en Estados Unidos.


Entre 1973 y 2020, el NAPW ha registrado 1.600 casos de este tipo, de los cuales unos 1.200 se produjeron solo en los últimos 15 años.


Aunque en algunos casos se trataba de mujeres detenidas por cosas como caerse o dar a luz en casa, la gran mayoría estaban relacionadas con las drogas, y las mujeres de color estaban sobrerrepresentadas.


La reciente explosión de casos penales forma parte de un “fenómeno exclusivamente usamericana” en la encrucijada de la “guerra contra las drogas” de Estados Unidos y el movimiento a favor del reconocimiento del feto como persona [personhood], dijo Sussman.

 

Dos manifestantes a favor del aborto vestidas de rojo como las criadas de la novela de Atwood son rodeadas por manifestantes antiabortistas a las puertas del Tribunal Supremo el 1 de noviembre de 2021, cuando el tribunal estudiaba la ley restrictiva del aborto de Texas. Foto Drew Angerer/Getty Images

ROBIN LEVINSON KING
Des femmes sont emprisonnées aux USA pour avoir fait des fausses couches

Robin Levinson King, BBC News, 12/11/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

 

Robin Levinson King est une journaliste usaméricaine vivant au Canada, productrice à BBC News en Amérique du Nord depuis Toronto. @robinlevinson

Lorsqu'une Amérindienne de 21 ans de l'Oklahoma a été condamnée pour homicide involontaire après avoir fait une fausse couche, les gens ont été scandalisés. Mais elle n'était pas la seule.

Brittney Poolaw a été condamnée à quatre ans de prison

Brittney Poolaw était enceinte d'environ quatre mois lorsqu'elle a perdu son bébé à l'hôpital en janvier 2020.

En octobre dernier, elle a été reconnue coupable et condamnée à quatre ans de prison pour l'homicide involontaire au premier degré de son fils à naître.

La façon dont elle est passée d'une fausse couche à une peine de prison pour avoir tué son fœtus est devenue le sujet de nombreuses discussions en ligne et dans la presse. Sur les médias sociaux, certains ont fait remarquer qu'elle avait été condamnée pendant le mois de sensibilisation à    la perte de grossesse aux USA [proclamé par Reagan en 1988, NdT]. D'autres ont comparé l'affaire au roman dystopique de Margaret Atwood, La Servante écarlate.

Lorsqu'elle est arrivée à l'hôpital pour se faire soigner, Poolaw a admis avoir consommé des drogues illicites pendant sa grossesse.

Plus tard, le rapport du médecin légiste, obtenu par la BBC, a trouvé des traces de méthamphétamine dans le foie et le cerveau de son fils à naître.

L'examinateur n'a pas déterminé la cause du décès du fœtus, notant qu'une anomalie génétique, un décollement du placenta ou la consommation de méthamphétamine par la mère auraient pu être des facteurs contributifs.

Les avocats de Mme Poolaw ont déclaré qu'ils feraient appel de sa condamnation. Le procureur qui a porté l'affaire devant le tribunal s'est refusé à tout commentaire alors que la procédure se poursuit. 


Pourtant, l'histoire de Mme Poolaw n'est que la partie émergée de l'iceberg, selon Dana Sussman, directrice exécutive adjointe de National Advocates of Pregnant Women (NAPW), un groupe de défense des intérêts des femmes enceintes (voir leur campagne Support Brittney Poolaw).

"Le cas de Britney a vraiment touché une corde sensible", a déclaré Mme Sussman. "Ce n'est pas aussi rare que les gens le pensaient".

L'organisation participe à l'appel de Poolaw et a suivi les arrestations et les cas d'"intervention forcée" contre des femmes enceintes aux USA.

De 1973 à 2020, la NAPW a enregistré 1 600 cas de ce type, dont environ 1 200 au cours des 15 dernières années seulement.

12/11/2021

ELIZABETH KOLBERT
Se agota el tiempo en la Conferencia de la ONU sobre el Clima

Elizabeth Kolbert, The New Yorker, 7/11/021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala
 

Elizabeth Kolbert (Nueva York, 1961) forma parte del equipo de escritores de The New Yorker desde 1999. Con anterioridad trabajó para el Times. Ha escrito una serie, “The Climate of Man”, sobre el calentamiento climático dividida en tres partes, que ganó en 2006 el Premio National Magazine for Public Interest. En 2010 ganó el Premio National Magazine for Reviews and Criticism. Es la editora de “The Best Science and Nature Writing 2009”, y es autora deThe Profet of Love: And Other Tales of Power and Deceit”, “Field Notes from a CatastropheyThe Sixth Extinction”, por el que ganó en 2015 el Premio Pulitzer a una obra de no ficción. En 2017 recibió el Premio Blake-Dodd de la Academia de Artes y Letras de EE. UU. Su último libro esUnder a White Sky: The Nature of Future”. @ElizKolbert

Para apreciar realmente la ineficacia de Estados Unidos, hay que remontarse a la reunión que precedió a todas las malas COP, la llamada Cumbre de la Tierra, en 1992. 
       Cartoon about COP26

Tjeerd Royaards

Para quien quiera verlo, la semana pasada, cuando la última ronda de negociaciones internacionales sobre el clima -la COP26- se puso en marcha en Glasgow, hubo muchos malos presagios. Una tormenta que azotó Inglaterra con vientos de 130 kilómetros por hora interrumpió el servicio de trenes de Londres a Escocia, dejando a muchos delegados tratando de encontrar la manera de llegar a la reunión. Justo al comenzar el cónclave, los trabajadores de la basura de Glasgow se pusieron en huelga, y la basura se acumuló en las calles. El Primer Ministro Boris Johnson, en su discurso de apertura, comparó la situación del mundo con la de James Bond, que a menudo se encuentra “atado a un dispositivo del día del juicio final, intentando desesperadamente averiguar de qué cable de color tirar para desactivarlo, mientras un reloj digital rojo avanza implacable hacia una detonación que acabará con la vida humana tal y como la conocemos”. Como señaló un comentarista, en su última película -¡alerta de spoiler!- Bond acaba muerto.

 Ilustración de João Fazenda

También la actuación de Joe Biden en Glasgow resultó poco propicia. En su discurso formal ante la COP26, el presidente declaró que Estados Unidos estaba “de vuelta en la mesa” y “confío en que liderando con el poder de nuestro ejemplo”. Más tarde, ese mismo día, Biden se vio cuestionado por el senador Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, que anunció que no estaba seguro de poder apoyar el paquete de gastos de 1,75 billones de dólares en el que se basaban las afirmaciones de Biden. El momento fue, como señaló Associated Press, “desafortunado”. En unas declaraciones separadas y sin guión en Glasgow, Biden volvió a la carga, reconociendo que Estados Unidos no predica con el ejemplo, o, en realidad, no predica en absoluto. “Supongo que no debería disculparme, pero sí me disculpo por el hecho de que Estados Unidos, en su último gobierno, se retirara de los acuerdos de París”, dijo, en referencia al conjunto de acuerdos climáticos negociados en la COP21 en 2015. Añadió, a modo de eufemismo, que esto “nos ha puesto algo así como detrás de la bola ocho de billar”.

GIDEON LEVY
Une pierre a frappé un soldat israélien : il a riposté. Mohammed Daadas, 15 ans, a été tué

Gideon Levy et Alex Levac (photos), Haaretz, 11/11/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Un groupe de jeunes a jeté des pierres sur des soldats armés portant des équipements de protection. Les soldats ont répondu par des gaz lacrymogènes, mais lorsqu'une pierre a apparemment touché l'un d'entre eux, sans le blesser, il a tiré une balle sur Mohammed Daadas, 15 ans. L'adolescent tué rêvait de devenir un photographe de presse.

Un coin commémoratif pour Mohammed

Un groupe de jeunes, ou peut-être devrions-nous dire d'enfants, prend un petit drapeau palestinien étalé sur le sol et une branche d'olivier soutenue par des pierres et les déplace silencieusement vers un nouvel emplacement à quelques mètres de là. Puis ils étalent à nouveau le drapeau, ramassent quelques pierres entre les oliviers, les placent en cercle et plantent la branche d'olivier au centre. Ce qui a précédé cette activité, c'est la découverte que le monument qu'ils avaient créé pour leur ami, Mohammed Daadas, tué sous leurs yeux il y a une semaine, n'avait pas été placé au bon endroit - c'est-à-dire exactement là où se tenait le jeune homme de 15 ans lorsqu'il a été abattu - mais à proximité. Ils déplacent maintenant le mémorial de fortune au bon endroit.

Ces jeunes ont grandi prématurément et ont vu la mort de près, à un âge où beaucoup de leurs pairs n'ont probablement jamais vu le corps d’un de leurs amis.

Ce groupe vit dans le camp de New Askar [Askar Al Jadid], près de Naplouse, dans le nord de la Cisjordanie. Vendredi dernier 5 novembre, environ 20 ou 30 jeunes se sont rendus dans les oliveraies du village de Deir al-Hatab pour manifester contre la colonie d'Elon Moreh et ses avant-postes, et contre les soldats des Forces de défense israéliennes qui y sont déployés. Les manifestations n'ont pas lieu ici toutes les semaines, mais la grève de la faim prolongée des prisonniers palestiniens dans les prisons israéliennes et les attaques violentes et incessantes des colons locaux contre les cueilleur·ses d'olives et les agriculteurs palestiniens ont incité le groupe à se rendre dans le village voisin, qui a été dépossédé de ses terres.

Les amis de Mohammed Daadas, avec leur monument de fortune

JOHN FEFFER
Las inversiones chinas en combustibles fósiles en África: corrupción y ecocidio

John Feffer, Foreign Policy in Focus, 8/11/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala
 

Los países africanos necesitan inversiones, China necesita materias primas y l@s activistas african@s están hart@s de la corrupción y los daños medioambientales resultantes.

La relación de China con África presenta muchas facetas. La República Popular China (RPC) comparte vínculos ideológicos con muchos países africanos debido a los primeros vínculos con las luchas anticoloniales y a través del Movimiento de los No Alineados. Todos los países africanos reconocen a la RPC, a excepción de Esuatini (Suazilandia), que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán. Muchos países africanos mantuvieron relaciones comerciales con Pekín tras la represión de la plaza de Tiananmen en 1989, y esos lazos comerciales no han hecho más que reforzarse. China es el primer socio comercial de África desde que aventajó a Estados Unidos en 2009.

 

Muchos gobiernos africanos buscan la ayuda de China a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en ingles) para superar el déficit de infraestructuras del continente, mientras que China, a su vez, busca el acceso a una serie de recursos estratégicos clave, como los combustibles fósiles y los minerales, así como entrar en mercados en gran medida sin explotar. Además de ser ricos en recursos naturales, algunos países africanos atraen el interés de China debido a la mano de obra relativamente barata, la mala gobernanza y las normas ambientales laxas. En 2017 McKinsey informó de que es probable que haya más de 10.000 empresas chinas operando en toda África.

 


 

El Banco Africano de Desarrollo, creado en 1964 y con 83 países miembros (China se incorporó en 1985), celebró su primera reunión anual fuera de África en Shanghái en mayo de 2007

 

La cantidad de dinero implicada es asombrosa. Según un informe de 2021 de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de Shanghai, desde el año 2000 China ha invertido un total de 47.000 millones de dólares en toda África (en 52 de 54 países), y las nuevas inversiones ascenderán a 2.960 millones de dólares en 2020 (un aumento de más de 200 millones de dólares respecto al año anterior). La gran mayoría de las inversiones chinas -el 87%- se han concentrado en cuatro sectores: energía, transporte, metales e inmobiliario. El Banco de Exportación e Importación de China proporciona gran parte de la financiación de los proyectos de infraestructura en África, pero hay varios bancos comerciales que también han establecido sucursales en todo el continente.

 

Sin embargo, a pesar de estas cifras, África atrajo solo el 2% de la inversión extranjera china en 2019.

 

El impacto de las interacciones económicas chinas con África también puede medirse a nivel individual. “No hay individuos en Nigeria que no tengan productos chinos”, informa Tijani Abdulkarim, director ejecutivo del Centro de Investigación y Desarrollo Socioeconómico de Abuja. “Es la comida que comen, los relojes de pulsera que poseen, la ropa que llevan”.

 

Sin embargo, la huella de China en África ha provocado un considerable enfado, resentimiento y rechazo por parte de las comunidades de los proyectos que China ha financiado, construido o promovido, sobre todo los relacionados con las industrias extractivas. Las críticas se han centrado en los impactos ambientales adversos, en las violaciones de las leyes laborales y de los derechos humanos, así como en las prácticas corruptas.

 

En un seminario en Internet titulado Voices from Africa: Activist Perspectives on Chinese Investments, patrocinado por el Africa Climate Justice Group, seis representantes de organizaciones de la sociedad civil de toda África ofrecieron su perspectiva sobre el terreno de las actividades chinas de minería y extracción en su comunidad, seguida de los comentarios de un experto en inversiones chinas en África. El siguiente informe es una síntesis de sus presentaciones.

11/11/2021

Mohamed VI, le roi du vent au Sahara occidental

Francisco Peregil et Trinidad Deiros Bronte, El País, 11/11/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Six des neuf parcs éoliens construits ou prévus dans l'ancienne colonie espagnole seront gérés par Nareva, une filiale du consortium contrôlé par le monarque.

Une grande partie de l’énergie produite dans le territoire occupé est destinée aux industriels. Ces éoliennes approvisionnent la cimenterie de HeidelbergCement, qui est l’une des entreprises importantes pour la colonisation du territoire par le Maroc. Photos WSRW

Le Maroc a un plan ambitieux pour les projets d'énergie solaire et éolienne, où le Sahara occidental est la clé. Ce territoire contesté, que Rabat considère comme ses "provinces du sud", est classé par les Nations unies comme la dernière colonie d'Afrique. La figure du roi, Mohammed VI, est également un élément clé de ces plans. Non seulement en tant que chef d'État, mais aussi en tant qu'investisseur. La principale entreprise d'énergie renouvelable au Sahara Occidental s'appelle Nareva. La société appartient au méga-groupe d'affaires Al Mada, dont les actionnaires majoritaires sont Mohammed VI et sa famille.

Nareva, la société du monarque, a développé deux des trois projets de production d'énergie éolienne déjà en exploitation au Sahara occidental : Foum el Oued, avec 50 mégawatts (MW) de capacité installée, et Aftissat, avec 200 MW. Seule une petite centrale, de 5 MW selon l'Agence marocaine pour le développement durable (Masen), qui approvisionne le cimentier Cimar, reste en dehors de son portefeuille. Quatre des six autres centrales éoliennes prévues au Sahara Occidental seront également gérées par Nareva, selon le rapport Éco-blanchimentde l'occupation, publié en octobre par l'organisation qui surveille l'exploitation des ressources naturelles du territoire, Western Sahara Resource Watch (WSRW).

Au total, sur les neuf parcs éoliens que comptera le Sahara dans quelques années, six seront exploités par la société de Mohamed VI ou par des consortiums auxquels sa société participe, selon le site web de Nareva. Outre les deux parcs en exploitation (Foum el Oued et Aftissat), il est prévu de construire les parcs éoliens de Tiskrad, Boujdour et Aftissat II, ainsi qu'une usine de dessalement à énergie éolienne à Dakhla. Pour le journaliste marocain Omar Brouksy - l'une des rares voix critiques du pays sur les affaires royales - cette présence importante des entreprises de Mohammed VI dans le secteur des énergies renouvelables constitue un "quasi-monopole", nous a-t-il expliqué par téléphone depuis le Maroc.

JOHN FEFFER
Corruption et pollution, les deux mamelles de la vache à lait africaine
La Chine investit dans les combustibles fossiles en Afrique

John Feffer, FPIF, 8/11/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Les pays africains ont besoin d'investissements, la Chine a besoin de matières premières et les militant·es africain·es en ont assez de la corruption et des dommages environnementaux qui en résultent.


La relation de la Chine avec l'Afrique présente de multiples facettes. La République populaire de Chine (RPC) partage des liens idéologiques avec de nombreux pays africains en raison de ses liens anciens avec les luttes anticoloniales et par le biais du Mouvement des non-alignés. Tous les pays africains reconnaissent la RPC, à l'exception de l’Eswatini (Swaziland), qui entretient des relations diplomatiques avec Taïwan). De nombreux pays africains ont conservé des relations commerciales avec Pékin après la répression de la place Tiananmen en 1989, et ces liens commerciaux n'ont fait que se renforcer. La Chine est le premier partenaire commercial de l'Afrique depuis qu'elle a dépassé les USA en 2009.

De nombreux gouvernements africains sollicitent l'aide de la Chine dans le cadre de l'initiative "la Ceinture et la Route" (Belt and Road Initiative, BRI) afin de combler les lacunes du continent en matière d'infrastructures, tandis que la Chine cherche à son tour à accéder à un certain nombre de ressources stratégiques clés, notamment des combustibles fossiles et des minéraux, ainsi qu'à des marchés largement inexploités. En plus d'être riches en ressources naturelles, certains pays africains suscitent l'intérêt des Chinois en raison d'une main-d'œuvre relativement bon marché, d'une mauvaise gouvernance et de normes environnementales laxistes. En 2017, McKinsey a indiqué que plus de 10 000 entreprises chinoises opèrent probablement dans toute l'Afrique. 

Les sommes d'argent en jeu sont stupéfiantes. Selon un rapport publié en 2021 par l'Université de commerce international et d'économie de Shanghai, la Chine a investi depuis 2000 un total de 47 milliards de dollars dans toute l'Afrique (dans 52 des 54 pays), les nouveaux investissements s'élevant à 2,96 milliards de dollars en 2020 (soit une augmentation de plus de 200 millions de dollars par rapport à l'année précédente). La grande majorité des investissements chinois - 87 % - ont été concentrés dans quatre secteurs : l'énergie, les transports, les métaux et l'immobilier.


La Banque africaine de développement, créée en 1964 et comptant 83 pays membres (la Chine y a adhéré en 1985) a tenu sa première réunion annuelle en dehors d’Afrique à Shanghai en mai 2007

L'Export-Import Bank de Chine fournit une grande partie du financement des projets d'infrastructure en Afrique, mais un certain nombre de banques commerciales ont également établi des succursales sur le continent.Pourtant, malgré ces chiffres, l'Afrique n'a attiré que 2 % des investissements étrangers chinois en 2019.