03/09/2023

De Niamey a Libreville, de Jartum a Yamena, de Bamako a Uagadugú y Cotonú, no hay ningún Sankara a la vista

Fausto Giudice, 2-9-2023

Visto desde el Norte, que hace gárgaras con su comodidad democrática, el espectáculo de los dictadores africanos que llegan al final de su cuerda o ya han sido derrocados es absolutamente hilarante, irresistiblemente cómico y sólo sirve para confirmar la comodidad del Norte. Visto desde el Sur, el mismo espectáculo es trágico, humillante y vomitivo. El último espectáculo lo ofreció Ali Bongo, antes Alain Bongo -autor del inolvidable vinilo de funk & soul “A Brand New Man” en 1978- quien, plantado en estado semiparapléjico en un sillón de uno de sus salones dorados, lanzó un conmovedor llamamiento a sus amigos, en inglés (hizo que Gabón ingresara en la Commonwealth el pasado octubre): “Make noise...make noise...”. (Hagan ruido).



1978

 2023

Acababa de ser “jubilado” por su primo, el jefe de la llamada Guardia Republicana, en realidad la Guardia Presidencial, el general Brice Clotaire Oligui Nguema, a quien había colocado allí para sustituir a un general embarazoso que había puesto al frente de la gendarmería. Alain-Ali era el sucesor dinástico de su padre Omar (ex Albert-Bernard), que fue investido Presidente en 1967 por De Gaulle y su franciafricano en jefe Jacques Foccart y murió en 2009.

 Alí se convirtió así en Bongo 2, al igual que Faure se convirtió en Eyadéma 2 cuando murió su padre Gnassingbé (ex Étienne) en 2005, antiguo sargento del ejército francés que había luchado contra los vietnamitas y los argelinos, y que fue llevado al poder por Foccart en Togo también en 1967, tras haber asesinado al Presidente Sylvanus Olympio en 1963 y un interludio de 4 años con Nicolas Grunitzy. O Mahamat Idriss, que se convirtió en Déby 2 tras la muerte en combate de su padre Idriss, después de 31 años como presidente.

Cada vez que se produce un golpe de Estado en África, surgen preguntas, especulaciones e hipótesis. La “jubilación” del ocupante del Palais du bord de mer (nombre del palacio presidencial de Gabón) es el séptimo golpe de Estado en África en menos de 3 años, tras los de Malí, Guinea, Burkina Faso, Chad, Sudán y Níger. La pregunta es: ¿quién está detrás de Oligui Nguema? ¿Francia? ¿USA? ¿Rusia?

Macron estrecha la mano del futuro “presidente de transición” Oligui Nguema en Libreville en marzo de 2023

Las comedidas reacciones de la Macronía y la Bidenía, sin parangón con  la indignación suscitada por el derrocamiento de Bazoum en Níger, sugieren la siguiente hipótesis: al clan Bongo-Nguema y compañía le urgía sustituir a Alí si querían conservar las colosales fortunas acumuladas durante 56 años de bongocracia y por eso el general Nguema obtuvo luz verde de los sospechosos habituales de París, Washington y, por qué no, Londres (Commonwealth obliga) para cambiarlo todo sin que nada cambiara.

Los golpes de Estado en África se suceden y no se parecen; el de Gabón me trae a la memoria otros dos: el de Ben Ali, que depuso en 1987 a un Bourguiba senil “por razones médicas”. Ben Ali había sido repartidor de la CIA en Polonia, entregando ayuda en metálico a Solidarnosc cuando era agregado militar en Varsovia. Se había previsto que un otro general tunecino depusiera y sustituyera a Burguiba, pero en el último momento los mandantes decidieron cambiar de peón.

Y lo que ocurrió en marzo de 1991 en Bamako, cuando el teniente coronel Amadou Toumani Touré (ATT), jefe de la guardia presidencial del sargento que se había convertido en general Moussa Traoré (llevado al poder por Foccart en 1968), lo llevó a la cárcel con el pretexto de mantenerlo a salvo de la revolución que amenazaba el palacio. En este caso, no se trataba de un golpe de Estado, sino de una revolución lanzada seis meses antes por el pueblo, a costa de cientos de mártires. ATT, de uniforme, siguió siendo lo que era, un maestro, y no trató de mantenerse por la fuerza tras la transición.

En la última serie de golpes de Estado, de Malí a Níger, pasando por Burkina Faso, Sudán y Guinea, los militares golpistas no encabezaban un movimiento popular, sino que actuaban desde dentro de los regímenes que decían querer cambiar, abolir, limpiar, etc. (mañana afeitamos gratis).

Dicho esto, está claro que una parte de la juventud urbana apoya a los golpistas, en Niamey como en Bamako o Libreville, atribuyéndoles un patriotismo antifranciafricano sobre el que podemos permitirnos dudar, aunque por supuesto no se equivoquen al subirse a esta ola, bajo la atenta mirada de los Uled Wagner (que sólo tienen una cosa en común con los bolcheviques: son rusos).

No, lo siento, ninguno de los boinas verdes o rojas que ocupan ahora los sillones “presidenciales de transición” en el corazón de las tinieblas son Thomas Sankara, Jerry Rawlings o incluso ATT. Oligui Nguema no estudió los clásicos adecuados para ello en la Academia Real de Meknes (Marruecos).

Para terminar, un consejo: si no quieren sufrir el destino de Alain-Ali Bongo, Paul Biya (Camerún) y Denis Sassou-Nguesso (Congo-Brazzaville) deberían seguir el ejemplo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, el inamovible patrón de Guinea Ecuatorial, [que llegó al poder tras derrocar a su tío Macías Nguema en 1979] que, como Bongo, nada en petróleo y champán. Este otro Nguema, para evitar cualquier despertar doloroso y asegurar su sucesión dinástica a través de su hijo Teodorín, ha confeccionado una guardia presidencial formada por matones de Israel, Zimbabue y Uganda. Pero quizá ya sea demasiado tarde mientras escribo.

PD: Según el informe de 2018 sobre los envíos de vino de champán publicado por el Comité interprofessionnel du vin de Champagne (CIVC o Comité Champagne), los principales consumidores del continente africano son las Seychelles, con 350,1 botellas por cada 1.000 habitantes, seguidas de Mauricio (93,4 botellas por cada 1.000 habitantes), lo que no es de extrañar, ya que se trata de dos destinos turísticos populares entre los muy ricos. En tercer lugar se sitúa Gabón, con 65,9 botellas por cada 1.000 habitantes. En 4º lugar se sitúa Guinea Ecuatorial (28,3 botellas por 1.000 habitantes), seguida en 5º lugar por Congo-Brazzaville (22,3 botellas por 1.000 habitantes). Una botella de Pommery de 75 cl cuesta 65 euros en Gabón (salario medio mensual: 400 euros).


02/09/2023

De Niamey à Libreville, de Khartoum à N’Djaména, de Bamako à Ouagadougou et Cotonou, pas de Sankara à l’horizon

 Fausto Giudice, 2/9/2023

Vu du Nord qui se gargarise avec son confort démocratique, le spectacle des dictateurs africains en fin de parcours ou déjà déchus est absolument hilarant, d’un comique irrésistible qui ne fait que confirmer le confort nordiste. Vu du Sud, le même spectacle est tragique, humiliant, vomitif. Le dernier spectacle en date nous a été offert par Ali Bongo, ci-devant Alain Bongo – auteur de l’inoubliable vinyle de funk & soul « A Brand New Man » en 1978 -, qui, planté dans un état semi-paraplégique sur un fauteuil d’un de ses salons à dorures, a lancé un appel poignant à ses amis, en anglais (il a fait adhérer le Gabon au Commonwealth en octobre dernier): « Make noise…make noise…» (Faites du bruit).


1978

 2023

Il venait d’être « mis à la retraite » par son cousin, chef de la Garde dite républicaine, en fait présidentielle, le général Brice Clotaire Oligui Nguema, qu’il avait placé là en remplacement d’un général gênant qu’il avait mis à la tête de la gendarmerie. Alain-Ali était le successeur dynastique de son papa Omar ( ex-Albert-Bernard), installé à la présidence en 1967 par de Gaulle et son Françafricain en chef Jacques Foccart et mort en 2009.

 Ali était donc devenu Bongo 2, tout comme Faure était devenu Eyadéma 2 à la mort en 2005 de son papa Gnassingbé (ex-Étienne), un ancien sergent de l’armée française qui avait combattu les Vitenamiens et les Algériens, mis au pouvoir par Foccart au Togo aussi en 1967, après avoir au préalable assassiné le président Sylvanus Olympio, en 1963 et un intermède 4 ans avec Nicolas Grunitzy. Ou comme encore Mahamat Idriss devenu Déby 2 après la mort au combat de son papa Idriss, après 31 ans d’exercice de la présidence.

Chaque fois qu’un coup d’État se produit en Afrique, les interrogations, les supputations, les hypothèses vont bon train. La « mise à la retraite » de l’occupant du Palais du bord de mer (c’est le nom du palais présidentiel gabonais) est le septième putsch en Afrique en moins de 3 ans, après ceux qui ont eu lieu au Mali, en Guinée, au Burkina Faso (2), au Tchad, au Soudan et au Niger. La question est : qui est derrière Oligui Nguema ? La France ? Les USA ? La Russie ? 

Macron serre la main du futur “président de la transition” Oligui Nguema  à Libreville en mars 2023

Les réactions mesurées de la Macronie et de la Bidenie, sans commune mesure avec l’indignation suscitée par le renversement de Bazoum au Niger, font plutôt pencher pour l’hypothèse suivante : il était urgent pour le clan Bongo-Nguema and Co. de remplacer Ali s’ils voulaient garder les fortunes colossales accumulées en 56 ans de bongocratie et donc le général Nguema a eu le feu vert des habituels suspects à Paris, Washington et, pourquoi pas, à Londres (Commonwealth oblige) pour tout changer sans que rien ne change.

Les coups d’État en Afrique se suivent et ne se ressemblent pas tous ; le coup gabonais en évoque deux autres : celui de Ben Ali, déposant un Bourguiba gâteux « pour raisons médicales » en 1987. Ben Ali avait été un coursier de la CIA en Pologne, acheminant les aides en espèces sonnantes et trébuchantes à Solidarnosc lorsqu’il était attaché militaire à Varsovie. Un autre général tunisien avait été pressenti pour déposer et remplacer Bourguiba, mais au dernier moment, les donneurs d’ordre avaient décidé de changer de pion.

Et celui de mars 1991 à Bamako, lorsque le chef de la garde présidentielle du sergent devenu général Moussa Traoré (mis au pouvoir par Foccart en 1968), le lieutenant-colonel Amadou Toumani Touré (ATT), sous prétexte de le mettre en lieu sûr face à la révolution qui menaçait le palais, l’avait conduit en prison. Dans ce cas, il ne s’agissait pas d’un coup d’État mais d’une révolution déclenchée six mois plus tôt par le peuple, au prix de centaines de martyrs. ATT, sous l’uniforme, était resté ce qu’il avait été, un enseignant, et il ne chercha pas à se maintenir par la force après la transition.

Dans la dernière série de coups d’État, du Mali au Niger, au Burkina, au Soudan, en Guinée, les militaires putschistes n’étaient pas le fer de lance d’un mouvement populaire mais ont agi de l’intérieur des régimes qu’ils disent vouloir changer, abolir, nettoyer etc. (demain on rasera gratis).

Ceci dit, il est évident qu’une partie de la jeunesse urbaine soutient les putschistes, à Niamey comme à Bamako ou à Libreville, en les créditant d’un patriotisme anti-françafricain sur lequel on peut se permettre d’avoir des doutes, même si bien sûr ceux-ci ne se font pas faute de surfer sur cette vague, sous l’œil attentif des Ouled Wagner (qui n’ont qu’un seul point en commun avec les bolcheviks : ils sont russes).

Non, désolé, aucun des bérets verts ou rouges qui occupent aujourd’hui les fauteuils “présidentiels transitoires” au cœur des ténèbres ne sont ni des Thomas Sankara, ni des Jerry Rawlings, ni même des ATT. Oligui Nguema n’a pas étudié les bons classiques pour ça à l’Académie Royale de Meknès (Maroc).

Pour conclure, un petit conseil : s’ils ne veulent pas connaître le sort d’Alain-Ali Bongo, Paul Biya (Cameroun) et Denis Sassou-Nguesso (Congo-Brazzaville) devraient suivre l’exemple de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, l’inamovible patron de la Guinée équatoriale, [venu au pouvoir après avoir renversé son oncle Macias Nguema en 1979] qui nage comme Bongo dans le pétrole et le champagne. Cet autre Nguema, pour s’éviter tout réveil douloureux et assurer sa succession dynastique par son fiston Teodorín, s’est constitué une garde présidentielle composée de gros bras israéliens, zimbabwéens et ougandais. Mais peut-être est-il déjà trop tard à l’heure où j’écris.

PS : Selon le rapport 2018 sur les expéditions de vins de champagne publié par le Comité interprofessionnel du vin de Champagne (CIVC ou Comité Champagne), le premier consommateur sur le continent africain  sont Les Seychelles avec 350,1 bouteilles pour 1000 habitants, suivies par l’Ile Maurice (93,4 bouteilles pour 1000 habitants), ce qui n'est pas étonnant car il s’agit de deux destinations touristiques prisées par les grandes fortunes. En numéro 3, on retrouve le Gabon avec 65,9 bouteilles pour 1000 habitants. A la 4ème place, on retrouve la Guinée équatoriale (28,3 bouteilles pour 1000 habitants), puis à la 5ème le Congo-Brazzaville (22,3 bouteilles pour 1000 habitants). Une bouteille de Pommery 75 cl coûte au Gabon 65€ (salaire moyen mensuel : 400€)


31/08/2023

LUIS CASADO
Une lettre pour le général*

Luis Casado, POLITIKA, 29/8/2023
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Si la définition du concept de transition donnée par le dictionnaire est juste, on est mal barrés. Cette définition dit : Transition : Action et résultat du passage d'un état ou d'une manière d'être à un autre. Puisque nous sommes dans la même situation, où est la transition ?

“Car de leur vague ennui, le néant les enivre.
Parce qu’exister sans vivre est le fardeau le plus lourd...
Ceux qui vivent sont ceux qui se battent
Victor Hugo, Paris, décembre 1848, dans Les Châtiments, 1852.


La diffusion dans POLITIKA d’extraits du livre du général Ricardo Martínez, qu’il devait présenter mardi, à l’Université catholique de Santiago du Chili, a suscité quelques commentaires, dont le plus succinct est venu d’Argentine et dit, très simplement :

-> « Je répète : je n’oublie pas, je ne pardonne pas, je ne me réconcilie pas.... » <-.

Cela montre clairement que les atrocités commises, les assassinats de personnalités, la destruction de la coexistence sociale, l’imposition d’un régime économique prédateur et la perpétuation d’un ordre institutionnel antidémocratique sont des pilules impossibles à avaler.

Si Patricio Aylwin a pu déclarer que c’est là toute la démocratie à laquelle nous pouvons aspirer, et si Alejandro Foxley [économiste, ministre Aylwin et de Bachelet, NdT] a pu juger que Pinochet était un visionnaire (Felipe Portales. 50 ans de néolibéralisme (II). POLITIKA 29/08/23). Et même si toute cette Concertación accommodante qui aspirait à une part du butin - et l’a plus qu’obtenue - a rejeté ce qu’elle avait promis à ceux qui avaient cru en elle.

Le quotidien mexicain La Jornada estime que Ricardo Martínez, ancien commandant en chef de l’armée chilienne, reconnaît dans son livre les très graves violations des droits humains commises par la dictature, ce qui constitue une véritable première.

Jusqu’à présent, l’éthique des forces armées - pour reprendre la formule de Martínez - n’autorisait que la négation de l’évidence, les mensonges systématiques et l’imputation des crimes à d’autres.

Reste à savoir si Ricardo Martínez croit ce qu’il écrit ou s’il s’agit d’une nouvelle ruse pour rejeter la faute sur un compagnon d’armes, un subordonné, un prédécesseur qu’il n’a pas eu la présence d’esprit - le courage - de punir comme il aurait dû le faire.

Dans une interview accordée à El Mercurio dimanche dernier (26/08/23), Martínez reprend à son compte les mêmes aspirations à l’impunité que les coupables ont toujours formulées, formulées ensuite par José Antonio Kast à l’égard des criminels contre l’humanité qui purgent des peines à Punta Peuco.

El Mercurio demande:

« Aujourd’hui des condamnés pour crimes contre l’humanité sont détenius à Punta Peuco. Il y a une initiative au Conseil constitutionnel, proposée par des Républicains, pour permettre aux personnes de plus de 75 ans de purger leur peine en étant assignées à résidence. Êtes-vous d’accord ? »

Le général (ER) Martínez apporte la réponse suivante :

3Avant de répondre à cette question, il est indispensable de dire que rien ne suffira à atténuer la douleur des familles des victimes qui, depuis des années, réclament justice. Je crois également que l’essence d’une société démocratique est de faire preuve d’une plus grande éthique et de ne pas se comporter comme ceux qui lui ont fait du tort. C’est pourquoi j’approuve cette initiative humanitaire visant à permettre, conformément aux décisions de justice, aux personnes en phase terminale ou souffrant d’un handicap mental ou physique de continuer à purger le reste de leur peine dans le cadre d’une assignation à résidence totale.

Felipe Portales rejette cette curieuse assimilation :

« Incroyablement, Martinez va jusqu’à l’aberration d’assimiler éthiquement et juridiquement les dommages infligés par ces criminels contre l’humanité à la souffrance que ces mêmes criminels subiraient s’ils étaient laissés en prison à vie et dans des conditions - que tout le monde reconnaît - bien meilleures que celles des prisonniers de droit commun - pour des crimes qualitativement moins graves - dans notre pays ! »

Je me suis alors souvenu du pathétique maréchal Pétain, collaborateur des nazis pendant l’Occupation de la France (juin 1940 - septembre 1944), condamné à mort à la Libération, ainsi que de Pierre Laval, dernier président du Conseil des ministres du régime de Vichy.

Laval a été fusillé.

À la demande du tribunal, Charles de Gaulle a commué la peine de mort de Philippe Pétain en détention à perpétuité. D’abord emprisonné au fort du Portalet, Pétain est transféré en novembre 1945 au fort de Pierre Levée, sur l’île d’Yeu. Il ne quitte cette prison qu’en juillet 1951 pour mourir dans une maison de Port-Joinville, sur la même île.


Le Fort du Portalet dans les Pyrénées...

 

Le Fort de Pierre Levée, sur l’île d’Yeu


La prison de Punta Peuco, au Chili

 

Des prisons peu agréables pour celui qui était considéré [par certains] comme un héros de la Première Guerre mondiale.

Nos criminels sont beaucoup plus fragiles au niveau de l’hypophyse : ils ne supportent pas les embruns, ils ont besoin d’un environnement sain, de préférence à l’air libre. En montagne ?

L’une des questions fondamentales posées par la “culture éthique” évoquée par Martínez concerne le principe de l’obéissance due. Il n’y a rien de plus exonérateur de responsabilité que l’obéissance aveugle.

Pourquoi avez-vous commis ce crime, demande le juge. Je n’ai fait qu’exécuter les ordres, répond le criminel. Le juge ne peut pas, ne veut pas, n’ose pas demander qui a donné les ordres.

Cela dit, est-il licite d’obéir à des ordres criminels ? Est-il licite d’obéir à des ordres criminels, s’agit-il des forces armées ou d’une mafia de Chicago - The Outfit ou The Organization - dans les années 1920, contrainte à l’omertà ?

Entre compagnons d’armes - ou d’âmes ? - est-il éthique de dissimuler les crimes de l’autre ?

L’éthique des forces armées, à laquelle Martínez fait référence, devrait conduire ses membres à refuser tout acte criminel et à dénoncer ceux qui les commettent et/ou y incitent.

Interrogés sur les événements qui ont constitué la Caravane de la mort, de nombreux commandants de différentes provinces ont rejeté toute la responsabilité sur le général Arellano Stark. « Avant l’arrivée de mon général Arellano, il n’y a pas eu de morts. Ni après son départ ».

Comment interpréter ces déclarations ? Sans enquêtes judiciaires, poursuites et condamnations, les auraient-ils faites ?

D’autre part, les nombreux crimes - détention illégale, enlèvement illégal, viol, torture, meurtre, destruction de cadavres et de preuves, enterrements illégaux, exhumations illégales (opération téléviseurs usagés), autres dissimulations de cadavres et de restes de personnes assassinées - ne peuvent se résumer aux actions perverses d’un seul général de l’armée.

J’ai déjà dit et répété que, au contraire, il serait injuste de proclamer que chaque membre des forces armées était, ou est, un criminel. Parmi les victimes figurent de nombreux hommes et femmes en uniforme.

Mais le 1er mars de l’année dernière, le journaliste Mauricio Weibel a pu s’exclamer :

« C’est la seule armée au monde dont tous les anciens commandants en chef font l’objet d’une enquête judiciaire ».

Weibel réagissait à la décision de la ministre Romy Rutherford de convoquer le commandant en chef de l’armée de l’époque, le général Ricardo Martínez, pour qu’il témoigne en tant qu’accusé.

La présidente de la commission de la Défense de la Chambre des députés, Carmen Hertz, a ajouté :

« Il est extrêmement grave pour l’institutionnalité de notre pays, pour le rôle et le prestige des forces armées, que tous les commandants en chef, depuis Pinochet jusqu’à aujourd’hui, soient poursuivis pour des délits de malversation et de détournement de ressources fiscales ».

L’avocat de Ricardo Martínez a insisté pour que la procédure - la citation à comparaître - se déroule au domicile de l’accusé dans le dossier « Passages et Fret » de l l’affaire « Fraudes dans l’armée ».

Après la bataille, dit-on, vient le pillage.

Pour être juste, il convient de préciser que les officiers supérieurs des forces armées ne sont pas les seuls à avoir participé aux vols, ni même les pires d’entre eux. Outre une certaine croûte de politiciens qui comprend que l’accès aux postes de responsabilité équivaut à une sinécure associée à des “opportunités d’affaires”, ceux qui ont vraiment fait fortune sont le grand capital, les multinationales, les investisseurs directs étrangers, l’empire qui a promu, organisé et financé le coup d’État.

Privatisations, concessions, licences d’exploitation, subventions, exonérations fiscales et autres royalties inventives ont permis le transfert massif de richesses inimaginables dans les poches des donneurs d’ordre réels. Des ordres qui sont respectés, et même accompagnés de nouvelles théories économiques qui justifient et applaudissent le pillage. C’est à ça que servent les économistes “visionnaires”, comme le dit Alejandro Foxley, un autre “visionnaire”.

Le livre de Ricardo Martínez ne résout pas ce qui précède. Si le journal La Jornada, qui a eu le privilège de lire en avant-première quelques pages de son livre, a raison, il s’agit d’une première pierre, d’un caillou, dans la construction de la vérité.

La construction d’un pays digne de ce nom exige bien plus que cela.

******************************
Alors que je finissais d’écrire cette note, j’ai reçu un appel de Fausto, de Tunis. Il m’informait qu’un ancien général de brigade, condamné pour l’enlèvement et l’assassinat du chanteur Víctor Jara, s’est suicidé lorsqu’on est venu le chercher pour exécuter la sentence prononcée à son encontre.
Dans l’Allemagne nazie de 1945, une vague de suicides de civils, de fonctionnaires et de militaires a eu lieu dans les dernières semaines du Troisième Reich.
Cette vague de suicides a débuté au premier trimestre 1945 avec l’avancée des troupes soviétiques. La propagande nazie, qui exigeait une loyauté jusqu’à la mort aux principes et aux valeurs du parti nazi, a conduit de nombreux civils et militaires à mettre fin à leurs jours. D’autres, plus avisés, se sont engagés dans l’armée usaméricaine, comme Werner von Braun, ou se sont enfuis en Amérique du Sud avec l’aide du Vatican. Vous voulez une liste ?

NdT

*Référence au titre du roman de Gabriel García Márquez Pas de lettre pour le colonel (El coronel no tiene quien le escriba)

LUIS CASADO
El general tiene quien le escriba*

Luis Casado, POLITIKA, 29-8-2023

Si la definición que ofrece el diccionario del concepto Transición es justa... estamos mal. Esa definición dice: Transición: Acción y resultado de pasar de un estado o modo de ser a otro distinto. Visto que estamos en las mismas... ¿dónde está la transición?

“Porque de su vago hastío la nada los embriaga

Porque existir sin vivir, es la más pesada carga...

Los que viven son los que luchan
Víctor Hugo, Paris, diciembre de 1848, en  Los Castigos 1852


La difusión en POLITIKA, Tlaxcala y La Pluma de una nota sobre el general Ricardo Martínez y el libro que debe presentar hoy martes en la Universidad Católica, generó unos cuantos comentarios, el más escueto de los cuales vino de Argentina y dice, muy simplemente:

->“Repito: no olvido, no perdono, ni me reconcilio....”-<

Lo que señala claramente que las atrocidades cometidas, los magnicidios, la destrucción de la convivencia social, la imposición de un régimen económico depredador y la perennización de un orden institucional antidemocrático son píldoras imposibles de tragar.

Aunque Patricio Aylwin haya sentenciado que esta es toda la democracia a la que podemos aspirar, aunque Alejandro Foxley haya juzgado, él, que Pinochet fue un visionario (Felipe Portales. 50 años de neoliberalismo (II). POLITIKA 29/08/23). Y aunque toda esa Concertación acomodaticia que aspiraba a una parte del botín -y la obtuvo con creces- haya vomitado lo que le prometió a quienes creyeron en ella.

El diario mexicano La Jornada estima que Ricardo Martínez, ex comandante en jefe del Ejército chileno, reconoce en su libro las gravísimas violaciones de DDHH cometidas por la dictadura, lo que constituye a ciencia cierta una verdadera primicia.

Hasta ahora el ethos de las FFAA, -para utilizar la fórmula del propio Martínez- autorizaba solo la negación de lo evidente, la mentira sistemática y cargarle los crímenes al prójimo.

Queda por saber si Ricardo Martínez cree lo que escribe o si se trata de una -otra- artimaña para poner las culpas propias en las espaldas de algún camarada de armas, de algún subordinado, de algún predecesor al que no tuvo la presencia de ánimo -el coraje- de castigar como hubiese debido.

En una entrevista a El Mercurio del domingo pasado (26/08/23) Martínez endosa las mismas aspiraciones de impunidad que siempre formularon los culpables, luego formuladas por José Antonio Kast respecto de los criminales de lesa humanidad que cumplen condenas en Punta Peuco.

El Mercurio le pregunta:

"Hoy en Punta Peuco hay condenados por crímenes de lesa humanidad. Hay una iniciativa en el Consejo Constitucional, propuesta por republicanos, para que las personas mayores de 75 años puedan cumplir sus condenas con arresto domiciliario. ¿Está de acuerdo?”

El general (r) Martínez ofrece la siguiente respuesta:

"Antes de responder esa pregunta es indispensable decir que nada es suficiente para mitigar el dolor de las familias de las víctimas que por años han demandado justicia. También creo que la esencia de una sociedad democrática es demostrar una estatura ética superior y de no comportarse como quienes le agraviaron. Por tal razón, estoy de acuerdo con esta iniciativa humanitaria de permitir, conforme a fallos judiciales, que los que están enfermos terminales o discapacitados mental o físicamente puedan seguir cumpliendo el resto de sus penas en arresto domiciliario total".

Felipe Portales rechaza esta curiosa asimilación:

“Increíblemente, Martínez llega a la aberración de ¡igualar ética y jurídicamente el daño inferido por dichos criminales de lesa humanidad al sufrimiento que tendrían esos mismos criminales si se los dejase presos perpetuamente y en condiciones -que todos reconocen- muchísimo mejores que las que tienen los presos comunes -por delitos cualitativamente menos graves- de nuestro país!”

Entonces regresó a mi memoria el patético mariscal Pétain, colaborador de los nazis durante la Ocupación de Francia (junio 1940 – septiembre 1944), que fuese condenado a muerte a la Liberación, junto a Pierre Laval, último presidente del Consejo de ministros del régimen de Vichy.

Laval fue fusilado.

Charles de Gaulle, a la demanda del tribunal, conmutó la pena de muerte de Philippe Pétain por la prisión perpetua. Encerrado primero en el fuerte de Portalet, Pétain fue transferido a partir de noviembre 1945 al fuerte de la Pierre-Levée en la isla de Yeu. Salió de esa prisión solo en julio de 1951 para ir a morir en una habitación de Port-Joinville, en la misma isla.

 

Fuerte Portalet, en los Pirineos...

 Fuerte de la Pierre-Levée, en la isla de Yeu



Poco amenas prisiones para quien fuese considerado un héroe de la I Guerra Mundial.

Nuestros criminales son mucho más frágiles de la pituitaria: no soportan los relentes marinos, necesitan un entorno saludable, de preferencia al aire libre. ¿En la montaña?

Una de las cuestiones de fondo que plantea la “cultura ética” a la que hace referencia Martínez tiene que ver con el principio de la obediencia debida. No hay nada más eximente de responsabilidad que la obediencia ciega.

¿Por qué cometió este crimen?, pregunta el juez. Yo solo cumplí órdenes, responde el criminal. El juez no puede, no quiere, no se atreve a preguntar quién dio las órdenes.

Dicho lo cual... ¿es lícito obedecer órdenes criminales? ¿Se trata de las FFAA o de una mafia de Chicago -The Outfit o The Organization- en los años 1920, obligada a la omertà?

Entre camaradas de armas, -¿o es de almas?-, ¿es ético ocultarse recíprocamente los crímenes?

El ethos en las FFAA, al que se refiere Martínez, debiese llevar a sus miembros a rehusar todo acto delictivo, y a denunciar a quienes los cometen y/o incitan a cometerlos.

Interrogados en el marco de los hechos que constituyeron la Caravana de la Muerte, no pocos oficiales al mando en diferentes provincias hicieron recaer todas las responsabilidades en el general Arellano Stark. “Antes de la venida de mi general Arellano no hubo muertos. Ni tampoco después de su partida”.

¿Cómo interpretar estas declaraciones? Sin investigaciones judiciales, sin procesos y sin condenas... ¿las hubiesen hecho?

Por otra parte, no se pueden resumir los numerosos crímenes, -detención ilegal, secuestro ilegal, violación, torturas, asesinatos, destrucción de cadáveres y pruebas, entierros ilegales, exhumaciones ilegales (operación televisores usados), otra disimulación de cadáveres y restos de personas asesinadas-, en la perversa actuación de un único general del ejército.

Ya he dicho y repetido que, a contrario, sería injusto proclamar que todos y cada uno de los miembros de las FFAA fue, o es, un criminal. Entre las víctimas se cuentan numerosos hombres y mujeres de uniforme.

Pero el 01 de marzo del año pasado Mauricio Weibel pudo exclamar:

“Este es el único Ejército en el mundo donde todos sus ex comandantes en jefe están siendo investigados por la Justicia.”

Weibel reaccionaba a la decisión de la ministra Romy Rutherford de citar a declarar en calidad de inculpado al entonces comandante en jefe del Ejército... el general Ricardo Martínez.

La presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Carmen Hertz, abundó:

"Resulta extremadamente grave para la institucionalidad de nuestro país, para el rol y el prestigio de las Fuerzas Armadas, que todos los comandantes en jefe desde Pinochet hasta ahora estén procesados por delitos de malversación de fondos, de desvío de recursos fiscales".

El abogado defensor de Ricardo Martínez insistió en que la diligencia -la convocatoria a declarar- se realizara en el domicilio del inculpado por la arista "Pasajes y Fletes" del caso "Fraude del Ejército"...

Después de la batalla, -ya se dijo-, vienen el saqueo y el pillaje.

Para ser justos, debemos precisar que no solo los altos mandos de las FFAA han participado en los latrocinios, y ni siquiera han sido los peores. Además de una cierta costra política que entiende que acceder a puestos de responsabilidad equivale a una sinecura asociada a 'oportunidades de negocio', quienes realmente se forraron fueron los grandes capitales, las multinacionales, la inversión directa extranjera, el imperio que promovió, organizó y financió el golpe de Estado.

Privatizaciones, concesiones, licencias de explotación, subvenciones, exenciones tributarias y otras numerosas e inventivas regalías permitieron la transferencia masiva de riquezas inimaginables a las faltriqueras de quienes realmente dan órdenes. Órdenes que son obedecidas, e incluso acompañadas de novedosas teorías económicas que justifican y aplauden el expolio. Para eso están los economistas 'visionarios' como dice Alejandro Foxley, otro 'visionario'.

El libro de Ricardo Martínez no resuelve lo que precede. Si el diario La Jornada, -que tuvo el privilegio de conocer de antemano algunas páginas de su libro-, tiene razón... se trata de una primera piedra, un guijarro, en la construcción de la verdad.

Para construir un país decente hace falta mucho más que eso.

________________________________________

Al terminar la redacción de esta nota recibí una llamada de Fausto, desde Túnez. Para ponerme al corriente de que un ex brigadier, condenado por el secuestro y homicidio de Víctor Jara, se quitó la vida tras conocer la sentencia en su contra.

En la Alemania nazi de 1945, una ola de suicidios de civiles, de responsables gubernamentales y de militares tuvo lugar en las últimas semanas del III Reich.

Esa ola de suicidios comenzó en el primer trimestre de 1945 con el avance de las tropas soviéticas. La propaganda nazi, que exigía permanecer fiel hasta la muerte a los principios y valores del Partido Nazi, llevó a numerosos civiles y militares a terminar con sus vidas. Otros, más astutos, fueron empleados en el ejército de los EEUU, como Werner von Braun, o se fugaron a América del Sur con la ayuda del Vaticano. ¿Quieres una lista?

 *Se refiere al titulo de la novela de Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba